- Proponen ampliar los términos de legítima defensa para defenderse de maleantes
Grupo Puntual / Martha Romero
TOLUCA, México, 5 de Marzo de 2020.- Debido a que la ola de violencia que prevalece en el país ha alcanzado niveles sumamente alarmantes, el diputado José Antonio García García propuso fortalecer la figura de la legítima defensa con un enfoque pro víctima que permita a los mexiquenses contar con una herramienta de protección jurídico penal para salvaguardar su vida, la de sus seres queridos o su patrimonio en alguna circunstancia de peligro.
Añadió que cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) revelan que el 2019 se convirtió en el año más violento, con más de 34 mil homicidios dolosos y el incremento en ilícitos, como la extorsión en más de 29 por ciento, feminicidios en más de 10 por ciento y secuestros en más de 4 por ciento, en comparación con el año anterior.
“Lamentablemente esta ola de violencia también alcanzó al Estado de México, principalmente en delitos del fuero común cometidos en perjuicio del patrimonio de los mexiquenses, como el robo a casa habitación donde el año pasado se registraron 8 mil 534 ilícitos, cifra que representó un aumento de más del 53 por ciento respecto de los últimos cuatro años”, explicó.
García García añadió que durante el año anterior se registró un robo a vehículo automotor cada 11 minutos, es decir, 47 mil 181 y en robo a negocios, donde dicho ilícito aumentó en los últimos cuatro años 277 por ciento, al pasar de 4 mil 304 en 2015 a 11 mil 947 en 2019.
“Uno de los flagelos más lacerantes que preocupa a los mexiquenses es el miedo a ser víctimas de un delito, de ver como en cuestión de minutos o segundos su patrimonio se desmorona. Datos de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública de 2019, el 88.8 por ciento de los mexiquenses considera que en su ciudad o municipio es inseguro”, resaltó.
Finalmente, indicó que dichas reformas no constituyen un permiso para que los ciudadanos puedan hacerse justicia por propia mano, solo para resguardar su vida y su patrimonio ante una amenaza de agresión no provocada, presente e injusta, cuando la autoridad que pudiera evitarla se encuentre ausente.