Aplican pena de muerte en cárceles mexiquenses

  • Suspendieron desde noviembre tratamientos médicos a mujeres con cáncer, SIDA, diabetes y obesidad mórbida; mueren poco a poco

Grupo Puntual / José Contreras Contreras

NEZAHUALCÓYOTL, México, 10 de Febrero de 2020.- En los últimos seis meses por lo menos una docena de mujeres han muerto por falta de atención médica al interior del Centro Femenil de Prevención y Reinserción Social de Nezahualcóyotl, por el abandono que sufren de sus familias y porque la autoridad penitenciaria tiene suspendida la atención hospitalaria, presumiblemente por falta de recursos económicos.

Miriam “N”, quien abandonó esa cárcel en diciembre pasado, luego de cumplir sentencia de 10 años por secuestro, relató que las mujeres privadas de su libertad en el penal de Nezahualcóyotl carecen de tratamientos médicos para enfrentar enfermedades crónicas degenerativas como cáncer, diabetes, SIDA e incluso obesidad mórbida.

“En los últimos meses perdimos a por lo menos diez compañeras porque la autoridad penitenciaria simplemente suspendió cualquier tipo de atención a mujeres con enfermedades crónicas; se dejaron de dar los tratamientos retrovirales a quienes tienen SIDA y se suspendieron también los tratamientos a internas con cáncer y diabetes”, indicó.

Explicó que desde noviembre del 2019, por instrucciones de la dirección del Centro Femenil de Prevención y Readaptación Social de Nezahualcóyotl, se suspendieron las consultas médicas a las internas, y a quienes enfrentan enfermedades degenerativas se les informó que si querían salir a hospitales a recibir atención tendrían que tramitar, a través de sus familiares, el traslado, la consulta y los medicamentos.

“En el penal de Neza hay un grave índice de abandono de las internas, la mayoría ya no recibe visitas familiares, hay quienes no reciben a un familiar desde hace más de 5 o 6 años, están abandonadas, y obviamente no tienen quién les ayude para tramitar un traslado a hospital y mucho menos para pagar las consultas y medicamentos que requieren”, explicó.

Explicó que para que alguna sea trasladada a un hospital a recibir consulta debe pagar entre mil y mil 500 pesos a custodios y personal de Trabajo Social para que hagan el trámite respectivo, luego les cobran la gasolina de la ambulancia, lo que va de 500 a mil pesos, y finalmente se tiene que pagar en el hospital general de Nezahualcóyotl entre 200 y 300 pesos por la consulta y de 2 mil a 5 mil pesos por medicamentos para SIDA o diabetes, que son los más caros.

Comentó que anteriormente al interior de la misma cárcel las mujeres recibían los tratamientos contra ese tipo de enfermedades, pero ahora ya no hay medicamentos para ellas, por lo que su condición médica se degradó y muchas han muerto en los últimos meses.

“Van muriendo poco a poco. De por sí la vida en la cárcel no es nada sencilla para nadie, menos lo es para quienes están enfermas, por ejemplo de cáncer o SIDA, y poco a poco las están dejando morir”, señaló.

Explicó que, a través de algunos familiares de mujeres privadas de la libertad, y de otras que como ella han recuperado la libertad al cumplir sus condenas, han estado solicitando la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que se revisen “las lamentables condiciones de salud de las internas”, a quienes simplemente las están dejando morir.

“Hemos solicitado la intervención de Derechos Humanos, de la Secretaría de Salud, pero prácticamente no hemos obtenido respuestas, en Derechos Humanos parece que consideran que quienes están pagando una condena no tienen derecho a ser atendidas y la Secretaría de Salud simplemente dice que no hay medicinas en los hospitales, menos en las cárceles”, indicó.

Por ello, hizo un llamado a la secretaria de Seguridad del Estado de México, Maribel Cervantes Guerrero, de quien depende el sistema penitenciario mexiquense; al presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Jorge Olvera García, y al propio gobernador Alfredo del Mazo Maza, para que intervengan e investiguen la terrible situación que viven las mujeres privadas de la libertad en el penal de Nezahualcóyotl, a quienes simplemente están dejando morir.

“Es cierto que están en la cárcel porque cometieron algún delito, algún agravio a la sociedad, pero no por eso deben recibir pena de muerte, porque eso es lo que prácticamente les están aplicando, las están matando al no recibir la atención médica que requieren y los tratamientos que les garantice seguir con vida”, concluyó.

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