• Preocupan a Chavolla Ramos filosofías que desorientan, como el subjetivismo

Grupo Puntual / Martha Romero

TOLUCA, México, 17 de Febrero de 2020.- Sobre el movimiento feminista y las protestas contra los feminicidios en el Estado de México, Francisco Javier Chavolla Ramos, Arzobispo de la Arquidiócesis de Toluca, dijo halagar la actitud y el respeto hacia la mujer, más no la exageración, porque los extremos son un problema. 

“Halago la actitud y el respeto a la mujer, no la exageración, los extremos son malos. El machismo es una degradación del hombre y el feminismo es una degradación de la mujer; halago el respeto a la mujer y a la dignidad de la mujer, como también el respeto y la dignidad del hombre, los extremos son un problema”, aseveró.     

Agregó que la familia está pasando por una crisis y hay familias que están muy desquebrajadas, no hay un verdadero fundamento y el fundamento es el amor que alimenta a la persona, sobre todo la relación de los esposos y con los hijos, pero actualmente le dan prioridad a otras cosas, por lo que hay familias desquebrajadas pero también hay otras que están haciendo un esfuerzo por mantenerse firmes.

Sobre si hay preocupación por la pérdida de jóvenes católicos, el Arzobispo Francisco Javier Chavolla Ramos afirmó que le preocupan más las filosofías que ocasionan para que se desorienten; por ejemplo, el subjetivismo, que solamente creen lo que piensan y no son objetivos, entonces todo se vuelve relativo, no hay nada absoluto y eso va deteriorando la fe.

“La fe tiene fundamentos, principios, y entonces si todo es subjetivo y es relativo, entonces no se adhieren a lo permanente, a la dogma, sino a lo que ellos piensan a lo que ellos creen. Es parte de lo que va viviendo la post modernidad, en donde en realidad estamos teniendo esta forma de vivir que perjudica no solamente a la iglesia, sino a la familia, a la autoridad de los padres”, explicó.

Indicó que muchas veces se piensa en los derechos pero no en las obligaciones que se tienen, por lo que la balanza profunda para una verdadera conducta y una estabilidad en la sociedad son los derechos y las obligaciones, que de no existir, entonces viene el desequilibrio.

Finalmente, manifestó que no solo es la iglesia está sufriendo y los jóvenes tienen miedo al compromiso, pues por ejemplo, no quieren casarse, “¿para qué? No solamente en la religión, si no también no quiere casarse ni por el civil, entonces, es lógico que se van alejando, pero no es porque renieguen de Dios sino por la misma forma de pensar que es lo que los va impulsando”.