A dos años de la promulgación de la reforma financiera, en donde uno de los objetivos principales era convertir al Banco Nacional del Ahorro y Servicios Financieros (Bansefi) en el “banco social” de los mexicanos, parece que el camino se ha desviado.

Se llevó a cabo en la ciudad de México un encuentro donde se reunieron tanto autoridades como representantes del sector de las microfinanzas del país, para conocer el avance del rubro. También estuvieron representantes de los bancos de desarrollo que más trabajan con las microfinancieras del país.

Sin embargo, a quienes ni siquiera les mandaron invitación fue a las cabezas del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi). Informaron que el motivo  es porque no ha gustado nada en este tipo de intermediarios, que se supone son un brazo importante de este banco de desarrollo, el manejo político que su directora general, Alejandra Del Moral, le ha dado a la institución.

Si bien el objeto social es dar servicios financieros a la población de menores ingresos, es necesario que tenga un buen manejo financiero para cumplir con su función, lo cual cada mes se ha ido complicando.
Los que reconocieron que durante el tercer trimestre del año no todo les salió bien, fueron los directivos del Grupo Financiero Banorte que encabeza Carlos Hank González, quienes en una reunión con analistas financieros admitieron que los ingresos por intermediación bursátil no lograron superar las expectativas que tenían.

La cuestión es que en el tercer trimestre se registraron ocho millones de pesos de utilidades, una caída de 89 por ciento comparado al mismo periodo de 2014. Ingresos por intermediación que ascendieron a 659 millones de pesos, pero la meta trimestral fue de 800 millones de pesos.
Parte de esta baja en las utilidades se puede atribuir a que se ha incrementado el pago de honorarios, son ya más que el mismo personal de base del banco; por el despido de más de 130 trabajadores de todas las áreas, quienes tuvieron que ser liquidados conforme a la ley y se pagó más de 41 millones de pesos; la remodelación de sucursales en pleno periodo de recorte del gasto; o por contratar empresas para realizar proyectos, como elaborar un libro sobre la historia del banco con un costo de tres millones de pesos, pese a que hay una obra similar realizada hace seis años, o por los viajes al extranjero que ha reportado la directora con sus principales funcionarios.

Otro factor puede ser porque parte del equipo administrativo en Bansefi no cumple con el perfil, y en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.
Hace un año en el sector financiero y en medios fue duramente criticada la llegada de Paulina Alejandra del Moral por no tener experiencia en el tema. Un año después, con los resultados a la vista, esto quizás sea aprovechado por otra secretaría de Estado que ya le ha echado el ojo a Bansefi.

Lo que buscan,  es crear una especie de coordinador que funcione de “jefe” de Bansefi. Deberá de tener amplia experiencia en el sector financiero y social, además de que llevaría el mando de los recursos y programas sociales que hoy tiene el banco.

El objetivo es claro: que se den servicios financieros a más personas.