Un británico enfrentará hasta dos años de prisión y la posibilidad de ser deportado por intentar tomar el arma de un policía para dispararle al candidato presidencial republicano, Donald Trump, durante un acto de campaña en Las Vegas en junio pasado.

Michael Steven Sandford planea declararse ante una corte federal de Nevada a los cargos de posesión de un arma de fuego como inmigrante no autorizado e interrumpir un acto oficial.

El alegato de culpabilidad evitará que se realice el juicio, que estaba programado a comenzar el 3 de octubre.

El acuerdo judicial se logró luego de que llegaran a Estados Unidos procedentes de Londres la madre y la abogada de Sandford para reunirse con él la semana pasada, mientras estaba en custodia policiaca.

La abogada Saimo Chahal afirma que Sandford necesita de atención médica por diversos problemas de salud, que incluyen ataques, compulsión obsesiva, depresión, trastornos de espectro autista y alucinaciones.

Afirmó que su acuerdo es un intento por volver al Reino Unido lo más pronto posible.

Sandford tenía 20 años al momento de su arresto el 18 de junio.

Podría haber enfrentado una sentencia de hasta 20 años en una prisión de Estados Unidos en caso de haber sido condenado en un juicio.