Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Parece que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se dio un balazo en el pie en la LX Legislatura al unirse a la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la aprobación de la reforma propuesta por el senador Higinio Martínez Miranda que implicará el recorte de más de 700 regidurías en los 125 cabildos del Estado de México. Como que al coordinador de los diputados priistas del Estado de México, Miguel Sámano Peralta, le faltó visión política o le sobró optimismo como para no darse cuenta de que, en automático, le cerró a su propio instituto político la posibilidad de “sobrevivir” en el próximo trienio, pues pensar que el tricolor arrasará con las alcaldías es poco menos que improbable. Las regidurías de representación proporcional eran lo único que le quedaba al PRI y ahora están condenados a no prosperar por esa vía. Parece que son los priistas a los que le surge sepultar lo que queda del otrora poderoso tricolor.