Por: Antonio Huerta Gutiérrez

En “Radio-Pasillo” del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) aseguran que el señor auditor Fernando Valente Baz Ferreira está más que tranquilo, porque, afirman, “no hay poder humano” capaz de hacerlo renunciar ni mucho menos de quitarlo de ese cargo sin violar la ley. Se dice que el oficio político está del lado de Baz Ferreira y la novatez en los legisladores que se han puesto como prioridad su remoción. El secreto, aseguran, es que tiene cierta “protección” desde el Senado de la República, específicamente del ex gobernador Eruviel Ávila Villegas, quien está convencido que su mejor amparo está precisamente en la información que tiene en su manos el todavía auditor superior de esta entidad. Al paso que vamos, seguro cobra aguinaldo, por lo menos.