Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Le salió muy cara la boda de su presidenta municipal a los ciudadanos de Naucalpan de Juárez. Por el pago de facturas del banquete, la renta de la hacienda morelense donde se llevó a cabo el numerito, la renta de sillas, mesas, manteles y hasta los trajes para las damas de compañía, ahora resulta que quedaron suspendidas las liquidaciones a proveedores de obras y servicios básicos para el municipio. La fila de proveedores cada día es más larga fuera de la Tesorería Municipal, donde la única explicación para quienes exigen se les liquide es que las arcas quedaron vacías después del bodorrio de Patricia Durán Reveles. ¿Y la austeridad que juró ante el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador? ¡Que descaro!