Por: Antonio Huerta Gutiérrez

En octubre del año anterior, en este mismo espacio, advertimos que el ahora diputado federal priista, Luis Enrique Miranda Nava, mano derecha del ex Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, amigo y compadre, era investigado por un presunto desvío millonario a su paso por la entonces Secretaría de Desarrollo Social. El diario Reforma confirmó el hecho el fin de semana pasado y revela que Miranda Nava pagó 154 millones de pesos para supuestamente comprar tabletas electrónicas para que los promotores agilizaran el registro de beneficiarios del programa federal de Adultos Mayores, lo cual nunca sucedió, como tampoco la SEDESOL recibió las tabletas inteligentes, pero sí se pagaron, lo que evidencia un mal uso de recursos públicos. La pregunta es ¿dónde quedó ese dinero? ¿Quién o quiénes fueron los beneficiarios del evidente desvío de recursos públicos? Y ¿por qué no se reintegró al erario público ese recurso si no se recibieron las tabletas? Miranda Nava se suma así a la lista de mexiquenses, junto con Gerardo Ruiz Esparza, por ejemplo, que están en la mira de la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno federal, y que pronto podrían enfrentar la acción de la justicia. Veremos.