Por: Antonio Huerta Gutiérrez
Con la misma velocidad que se dispersa el coronavirus en Asia, la Universidad Autónoma del Estado de México se está infectando de una especie de “acosavirus”. La causa es legítima, las denunciantes merecen toda la atención del mundo, sobre todo de sus autoridades, quienes ciertamente están respondiendo rápido al clamor, pero lamentablemente siempre hay quien se funda en el principio de “a río revuelto…ganancia de pescadores” y están haciendo uso de la situación con fines eminentemente personales, de grupo y de partido. Ojo jóvenes, no dejen que les roben la bandera y la utilicen para sacar provecho político.