Por: Antonio Huerta Gutiérrez

Al que tiene muy afectado la contingencia sanitaria de COVID-19 es al consejero presidente del Instituto Electoral del Estado de México, Pedro Zamudio Godínez, o al menos ese es su pretexto para postergar su obligación de postular ante el Consejo General las propuestas para encabezar las direcciones de Partidos Políticos y la Jurídica Consultiva, así como la Unidad Técnica para la Administración de Personal Electoral (UTAPE). Es evidente que hará todo lo que esté a su alcance para “congelar” el proceso hasta que se cambie a tres consejeros electorales que no le han resultado cómodos para sus planes, y así designar libremente a personas afines. El asunto no es cosa menor y le ha causado trastornos en el carácter al funcionario electoral, a quien el no poder imponer a sus favoritos, sobre todo a una favorita, le ha hecho perder el control y hasta dar manotazos en las mesas de negociación donde ya debería haberse resuelto las designaciones. Mientras, el pretexto sigue presente: “La pandemia nos alcanzó”, dice insistente Zamudio Godínez a quien le pregunta o pide resultados, como los miembros del Colegio de Abogados del Estado de México, con quienes sostuvo reunión virtual.