• Empresa incumple todas las leyes laborales y acuerdos nacionales derivados de la pandemia y pone en riesgo sanitario letal a sus trabajadores

Grupo Puntual / José Contreras Contreras

LERMA, México, 28 de Mayo de 2020.- La empresa Zarkin, dedicada a la fabricación de muebles fijos, incumple todas las medidas de restricción, antes y durante la Jornada Nacional de Sana Distancia, poniendo en peligro de muerte a todos sus empleados.

Primero obligó a su plantilla laboral, sin distinción de edad, sexo o condición de vulnerabilidad, a trabajar diez días después de que se decretó el paro de actividades en los sectores considerados no prioritarios, como la fabricación de muebles.

Luego obligó al personal a regresar al trabajo desde hace 10 días, cuando el semáforo se encuentra en rojo y la curva de contagios de COVID-19 está en su punto más alto, a pesar de que el sector mueblero sigue al margen de las empresas que podrán reiniciar actividades a partir del 1 de junio, y no dotó a las y los trabajadores de algún tipo de protección para garantizar su bioseguridad.

Los empleados, por temor a ser despedidos, solicitaron la reserva de sus nombres, pero aclararon que desde que comenzó la Jornada Nacional de Sana Distancia, solamente han recibido el 50 por ciento de sus salarios, lo que viola los constantes llamados del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a respetar el ingreso de los trabajadores.

Al interior de la empresa Zarkin, ubicada en el número 7, interior 1-B, del Parque Industrial Lerma, la sana distancia es “letra muerta”, ni siquiera hay gel antibacterial para sanitizar las manos de los trabajadores, nadie cuenta con cubrebocas y quien lo desee utilizar tiene que comprarlo con el salario recortado a la mitad, las distancias entre los trabajadores son mínimas y se está haciendo laborar a personas mayores de edad y a otras que padecen enfermedades consideradas como causas de comorbilidad del COVID-19, sobre todo diabetes y obesidad.

Los empleados de la mueblería Zarkin tienen pánico de que alguien lleve el coronavirus SARS-CoV-2 a la factoría, porque si eso sucede definitivamente todos están en riesgo de contagiarse pues carecen de las mínimas medidas de prevención sanitaria.

Aclararon que, hasta el momento, no han hecho una denuncia formal ante las instancias laborales, federales y estatales, porque están amenazados de que, “quien se queje o proceda de alguna forma, será despedido de inmediato sin ninguna retribución”.

“No nos podemos quejar, porque nos corren, pero estamos pensando que quizá sea mejor correr el riesgo antes de ser infectados del coronavirus y muy probablemente morir. Estamos en una disyuntiva, nos morimos de hambre por falta de empleo o nos morimos de COVID”, dijo una de las personas afectadas.

Por ello, hicieron un llamado a la delegación estatal de la Secretaría Federal del Trabajo, a la titular de ese ramo en el Estado de México, Martha Hilda González Calderón, y al presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Jorge Olvera García, a intervenir de inmediato para que realicen una inspección seria y apegada a derecho, y no con inspectores que se dejen corromper, para evitar que se sigan violando las normas mínimas laborales, los derechos que como trabajadores tienen y sus derechos fundamentales como personas, comenzando por el derecho al trabajo y a la salud.