Corrupción abrió las puertas de “Santiaguito” a COVID-19

  • Destituyen a Olga Viveros de la dirección del penal por romper el cerco sanitario para que “La Loba” celebrara el Día de las Madres, lo que provocó el contagio

Grupo Puntual / José Contreras Contreras

ALMOLOYA DE JUÁREZ, México, 24 de Mayo de 2020.- Hasta el 9 de mayo el Centro Estatal de Readaptación y Reinserción Social “Santiaguito”, se hallaba libre de COVID-19, pero la corrupción de la ex directora general de esa penitenciaría, Olga Viveros Bravo, provocó que el virus ingresara por la aduana y se contagiara a las personas privadas de la libertad y personal de guardia y custodia. Hasta el momento hay tres decesos: Guadalupe Buendía, alias “La Loba”, y dos custodios de nombres: Carmelo y José Luis, además de por lo menos cinco infectados más.

Prácticamente un mes antes, por instrucciones de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) se blindaron los penales estatales, se suspendieron las visitas conyugales, así como las familiares, incluso las de los abogados que llevan los casos de los internos.

Sin embargo, el pasado 9 de mayo un grupo de familiares de la señora Guadalupe Buendía, alias “La Loba”, de acuerdo con versiones de trabajadores de la misma penitenciaría, fue recibido en audiencia privada por la entonces directora de la penitenciaría de “Santiaguito”, Olga Viveros, quien fue removida del cargo el sábado pasado luego de evidenciarse el contubernio que causó el ingreso del coronavirus SARS-CoV-2 a esa prisión.

La directora de “Santiaguito”, Olga Viveros, recibió la solicitud personal de parientes de Guadalupe Buendía, alias “La Loba”, para que les autorizara que “la familia” acudiera a esa cárcel a realizar un festejo por el Día de las Madres en honor a la ex dirigente de grupos políticos y sociales de Chimalhuacán, lo cual, presuntamente mediante un soborno, aceptó la funcionaria penitenciaria.

Al día siguiente, según informaron otras reclusas, en la sección femenil del penal de “Santiaguito” hubo mañanitas, tamales, luego arroz, mole, refrescos y bebidas alcohólicas, además de más de 30 invitados, todos familiares de Guadalupe Buendía.

Personal de Guardia y Custodia de la penitenciaría observaron a mediana distancia que las cosas no se salieran de control, incluso varios fueron convidados a comer de lo mismo del festejo.

Abrazos, risas, música de mariachi y banda, fotografías de grupos y de distintos familiares con “La Loba”, fueron el caldo de cultivo perfecto para que el coronavirus SARS-CoV-2 que ya portaba uno de los familiares, asintomático, se contagiara a varios de los asistentes.

Al día siguiente, el 11 de mayo, el esposo de “La Loba”, también preso en “Santiaguito”, fue el primero en manifestar síntomas de COVID-19, luego uno de sus hijos, Hugo Adelaido Herrera Buendía, fue el segundo en mostrar el contagio. Ambos fueron aislados de la población penitenciaria.

Otra de las hijas de Guadalupe Buendía mostró síntomas de COVID-19 el 12 de mayo, y la propia “Loba” registró severos cambios en su estado de salud el día 14 y tuvo que ser trasladada de emergencia al hospital privado “Florencia” de la ciudad de Toluca para su atención médica, pero cayó en insuficiencia respiratoria y la madrigada del domingo 14 de mayo falleció.

Los custodios Carmelo “N” y José Luis “N” participaron en el traslado de Guadalupe Buendía y sus familiares al hospital Florencia, sin ninguna medida de precaución como el uso de trajes de bioseguridad, por lo que ambos se contagiaron y fallecieron el viernes uno y el sábado el segundo.

Hay otra custodia, identificada como Rosario “N”, por trasladar a la hermana de Guadalupe Buendía, alias “La Loba, del dormitorio 11 al 5, para aislarla, también sin ninguna medida de bioseguridad, también se infectó de COVID-19 y se encuentra en la unidad para pacientes graves de esa enfermedad en el Centro Médico del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM).

A pesar de que Olga Viveros ya fue destituida del cargo de directora general del penal de “Santiaguito”, eso no le exime de su responsabilidad de haber roto el cerco sanitario que se tenía establecido en esa penitenciaría, lo que provocó el contagio de COVID-19 que ya cobró tres vidas, la de Guadalupe Buendía, alias “La Loba”, y de los custodios Carmelo y José Luis, mientras que están en riesgo también el esposo de la ex dirigente de Chimalhuacán, su hermana, su hijo y la custodia Rosario “N”.

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