- “Además de su juguete, los niños esperan con ilusión su pedazo del tradicional pan”, advierte
Grupo Puntual / Claudia Rodríguez
TOLUCA, México, 5 de Enero de 2019.- “Es una tradición extraordinaria que no debemos dejar perder». Es cómo Eugenio Chávez expresa su oficio de realizar Roscas de Reyes desde hace más de 10 años.
Con delicadeza, cariño y profesionalismo amasa la pasta, coloca cada elemento como acitrón, fruta seca y el tradicional niño que va oculto al interior del pan.
«Viene en parte de familia y en parte teoría de lo que uno aprende de los técnicos que vienen, aprendemos en conjunto, todos aprendemos lo mejor de cada uno y aquí estamos echándole ganas», dijo.
Todos los días invierte más de 14 horas en la elaboración de las Roscas, y es que dice que este pan debe llegar a la mesa de los mexiquenses durante la noche del cinco de enero.
«Es cansado, hay que dedicarle mucho tiempo, principalmente hay que madrugar mucho y no tenemos, como tal, vida social, se pierden las festividades que son importantes para la familia», relató.
En promedio, durante tres días Eugenio elabora más de 400 piezas de tres tamaños, chica, mediana y grande.
«Tenemos que laborar desde antes porque si no, no nos damos abasto a la producción, que son más de 400, dependiendo lo que tengamos planeado, pero es un promedio, estamos desde el dos realizando la producción para que el seis sólo sea exhibición y venta», dijo.
El amor que le tiene a la panadería no le ha permitido dejar de elaborar las Roscas de Reyes, y es que dice que además de los juguetes los niños también esperan su pedazo del tradicional pan.
«Todas las familias en la noche se reúnen para partir la Rosca y si no hay quien se dedique a elaborarlas pues la tradición se va para abajo, vamos a incluir esta labor en la cultura de los mexiquenses», acotó. La mejor recompensa para Eugenio, además de que le compren su producto, es saber que las familias se reúnen a la mesa para partir la Rosca, platicar y compartir entre ellos el cariño que caracteriza a los mexicanos.
