- Atienden a mujeres mazahuas de San Felipe del Progreso y San José del Rincón
Grupo Puntual / Martha Romero
TOLUCA, México, 2 de Diciembre de 2020.- La diputada independiente Juliana Felipa Arias Calderón afirmó que es necesario que tanto la Secretaría de la Mujer como el Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas del Estado de México (Cedipiem) destinen recursos a las Casas de la Mujer Indígena “Zana Jñatjo” (Luna Mazahua) y “Dakü D’ay’o” (Vida Nueva), ubicadas en el ejido La Virgen en San Felipe del Progreso y en Santa María Canchesdá en Temascalcingo.
Tras señalar que estas casas brindan apoyo a mujeres víctimas de violencia con un enfoque multicultural, resaltó que en el año 2003 el gobierno federal implementó el programa “Casas de la Salud” en los estados de Oaxaca, Puebla, Guerrero y Chiapas, mismas que tienen como fin brindar atención a la salud sexual y reproductiva de este sector de la población.
«Posteriormente, en el 2007 se diseñó un modelo autogestivo de atención a la violencia contra las mujeres, con perspectiva de género, y enfoque intercultural, al que se le nombró Casas de la Mujer Indígena (CAMIs), que inició en 2008 con 13 casas en distintos estados del país», explicó.
Arias Calderón resaltó que en la entidad se construyeron dos casas, la primera en el 2010 en el ejido la Virgen, de San Felipe del Progreso, la cual atiende también a mujeres de San José del Rincón, mientras que la segunda se construyó en 2014 en Temascalcingo, administradas cada una por un grupo operativo de entre 7 y 10 mujeres, las cuales son capacitadas para brindar apoyo a mujeres víctimas de violencia y son resguardadas temporalmente, para posteriormente ser canalizadas a refugios.
“Las Casas de la Mujer Indígena cuentan con infraestructura, equipamiento y personal capacitado, sin embargo, carecen de recursos financieros para realizar acciones en temas de derechos con perspectiva de género y con pertinencia intercultural», detalló.
Finalmente, hizo un llamado para que se aprovechen los recursos con los que se cuenta y rescatar los espacios que brindan servicios a las personas de los pueblos originarios que sufren violencia y/o que promueven los derechos sexuales y reproductivos.