EL PAÍS HOY

Ernesto Soto Paez

 

Mil caras tiene la pobreza en México

 

Una reciente encuesta telefónica dio como resultado que el 66.7 por ciento de los mexicanos considera que los programas sociales de combate a la pobreza por parte del gobierno, se usan con fines electorales; esto tiene implicaciones muy serías porque justamente en el pasado y el presente ese ha sido el destino de esas supuestas ayudas a la población.

La encuesta telefónica nacional Pobreza en México, realizada por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, reveló además, que todos los elementos que integran los apoyos sociales gubernamentales son electoreros.

Por ejemplo el 63.5 por ciento de los entrevistados afirmó que la ayuda social sólo disminuye pero no soluciona el problema de la pobreza, 56.8 por ciento opinó que los programas hacen a la gente dependiente del gobierno y 51.5 por ciento consideró que acostumbran a la gente a no trabajar lo suficiente. Como se dice coloquialmente, puro cuento, pues esos apoyos tienen como finalidad detectar y dar seguimiento a potenciales votantes.

Sino como se explica que el 53.7 por ciento de los encuestados aseguró que los programas sociales crean desigualdades entre la gente de la comunidad y 53.9 que crean conflictos en las comunidades. Es decir, crea choque entre los ciudadanos que tienen ciertas preferencias partidistas.

Y esto es algo que se puede constatar en las contiendas electorales. Los candidatos llegan, ya antes o en ese momento se reparten las ayudas y sean seguidores del PRI, PAN, PRD o Morena, los pobladores de equis lugar están obligados a votar por un cierto instituto político y esto crea conflictos partidistas.

Sí, es cierto que hay que hacer la mayor captación de votos, pero no a costa de situaciones difíciles de subsistencia de la población, la cual sin lugar a dudas, si espera los repartos de despensas o materiales de construcción y por eso asiste a los mítines electoreros.

Ya en los sitios de reunión, los asistentes se pronuncian por el tal o cual candidato, porque antes ya recibieron sus gorras, playeras, una torta y un refresco. Por eso agitan sus banderolas, levantan los brazos y echan porras. Sería demasiado, considerar en este espacio, que asisten porque no tienen más para comer, pero lo cierto es que en estos acarreos es evidente que sus necesidades son muchas y que por eso se aprovechan los partidos políticos.

Lo que si no queda claro en esta encuesta telefónica, es cuántos de los que contestaron no tenían trabajo o en qué grado de miseria viven. Pero al hablar de qué tan cierto o falso es que los programas sociales permiten a la gente salir de la pobreza, 7.7 por ciento afirmó que es muy cierto; 37.6 por ciento consideró que es algo cierto, 25.2 por ciento que es algo falso, 27 por ciento que es muy falso. En suma esas ayudas sociales si son una esperanza de salvamento en medio de una mar agitada.

No es todo, el Centro de Estudios de la Cámara de Diputados precisó que 39.2 por ciento aprueba que se destine dinero público para cubrir las necesidades básicas de los más pobres del país, 42.4 por ciento aprueba algo, frente a 16.5 por ciento que lo desaprueba. Aunque atrás de todo esto subsiste una enorme necesidad de lo más necesarios, se insiste.

En este sentido, el programa que más ayuda al combate de la pobreza, desde la perspectiva de la población, es el programa de leche por parte de Liconsa, ya que 45.7 por ciento de los encuestados señala que han ayudado mucho. El 42 por ciento que cree que los comedores comunitarios disminuyen la pobreza y 39.8 por ciento que afirma que la pensión a adultos mayores sí ayuda a reducir estos índices.

Sobre el programa de gobierno Prospera para contrarrestar la pobreza del país, 24.6 por ciento expresó que ha ayudado mucho, 28.1 por ciento ha ayudado algo, 25.1 por ciento ha ayudado poco y 14.4 por ciento que no ha ayudado nada. Sin embargo, el 59.8 por ciento considera que la pobreza en México se incrementará mucho en los próximos tres años, 21.3 por ciento cree que incrementará algo, 11.1 por ciento manifiesta que incrementará poco, 3.8 por ciento no cree que incremente nada.

Sin embargo, en términos reales, esta encuesta desnuda una realidad constante en el país, y desde hace varios lustros: el gobierno y los partidos políticos se aprovechan de la miseria de la población para cooptar sus votos. Por en estos años del siglo XXI, mil caras tiene la miseria.

Deja un comentario

Nombre y Correo obligatorios (Tu correo electrónico no será visible).