Ernesto Soto Paez

Por su negro historial, Rigoberto Salgado, será llamado a cuentas

Hace pero mucho tiempo que el delegado de Tláhuac, Rigoberto Salgado, debió ser llamado a cuentas sobre sus relaciones con gente y circunstancias polémicas de seguridad. Es el momento de que aclare muchas cosas respecto a la demarcación que gobierna, pues ahora se le vincula con Felipe de Jesús Pérez, alias El Ojos y líder del supuesto Cártel de Tláhuac.

Más allá de su posición de no hablar directamente sobre el tema, el pasado de este delegado el morenista, se nutre de elementos que tiene que airar. Fue director de Seguridad Pública de la demarcación en 2004, cuando un grupo de pobladores de San Juan Ixtayopan linchó a tres policías federales, a los que confundieron con secuestradores. Sin embargo, aunque Salgado fue cuestionado por su actuación tardía, la libró.

Tiempo después, surgieron versiones sobre que delegado recibió dinero de El Ojos para su campaña a la jefatura delegacional; según versiones, le cedieron varios millones de pesos, con los cuales el morenista llegó sin problemas para ocupar la delegación, entonces en manos del PRD.

En el 2016 el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, reveló que no se estaba investigando a Salgado, a pesar de los señalamientos en su contra. Este espaldarazo fortaleció en Tláhuac a Salgado, quien siguió operando sin problemas. Las quejas siguieron y él se mantuvo en sus trece.

Rigoberto Salgado, sin embargo, no es el único de su familia que tiene una trayectoria que mueve a sospechas. Sus hermanos Raúl, Rosendo y Ricardo, están en la mira por un historial negro aun por comprobar, según versiones que circulan por los mentideros políticos. Aunque ellos fueron militantes del PRD, desde 2012 decidieron pasarse a Morena, lo cual no es un delito, pero…

Hace unos días, la Comisión Nacional de Honor y Justicia de Morena suspendió por 18 meses los derechos del dirigente del partido en Durango, a Rosendo Salgado, tras comprobarse que acosó sexualmente a una militante; otro hermano, Ricardo, trabaja para algunas áreas de la delegación Tláhuac, a pesar de no formar parte de la estructura gubernamental de esa demarcación.

Pero como se dijo en este espacio hace poco, en pleno operativo, cuando la presencia de elementos de la Marina, el Ejército y todo tipo de policías, era escandalosa y hasta los perros callejeros se asustaron, Rigoberto Salgado no tenía conocimiento de los hechos. Tláhuac ardía y él ni por enterado.

Una lectura se sigue desprendiendo de lo anterior, ¿Qué cosa era más importante, en ese momento, que la seguridad de la población de esa demarcación? Pero lo más grave fue que cuando era entrevistado por la televisión, con micrófono abierto, se evadió, no contestó directamente las preguntas sobre El ojos y se refirió, en cambio, a los programas sociales que se aplican en Tláhuac.

La sociedad en pleno, espera respuestas al caso. Rigoberto Salgado tiene mucho que responder y aclarar.

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