El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, mostró una vez más este domingo su desapego por las formas diplomáticas habituales al lanzarse a criticar abiertamente a China, a atacar por su política cambiaria y militar.
Las declaraciones se conocen luego de que Trump mantuviera el pasado viernes una polémica conversación telefónica con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, con lo que rompió 40 años de tradición diplomática y causó una fuerte reacción del gobierno chino, que remarcó: «Sólo existe una China, y Taiwán es una parte inalienable del territorio chino».
Washington cortó relaciones diplomáticas con la isla en 1979 y reconoce al gobierno de Pekín como el único gobierno de una China, aunque mantiene amistosos lazos no oficiales con Taiwán.