Después de que una investigación del organismo concluyera que el régimen de Damasco realizó ataques con armas químicas, Gran Bretaña y Francia pidieron al Consejo de Seguridad de la ONU la aprobación de sanciones contra Siria

 los embajadores de Londres y París ante la ONU describieron el uso de armas químicas contra civiles como un crimen de guerra, cuando se dirigían a una reunión para tratar los resultados de la investigación.

La embajadora estadunidense, Samantha Power, no especificó qué medidas debían tomarse, pero pidió al Consejo de Seguridad que actúe con rapidez para garantizar que los responsables de usar armas químicas «sean castigados».

El panel investigador de la ONU concluyó que helicópteros militares sirios largaron gas cloro sobre al menos dos localidades de la provincia de Idleb, en el noroeste de Siria, en Talamenes el 21 de abril de 2014 y en Sarmin el 16 de marzo de 2015.

Informes anteriores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas concluyeron que en la guerra civil siria, iniciada hace cinco años, se habían usado gases tóxicos como armas, pero que cesaron poco antes de que se identificara a sus perpetradores.

Se espera que la propuesta de aprobar sanciones contra Damasco enfrentará la resistencia de Rusia, aliado de Siria.