Investigadores de aviación en Estados Unidos están investigando un incidente en el que un avión privado y el avión del presidente Donald Trump volaron más cerca de lo que estaba permitido, de acuerdo con tres personas familiarizadas con el caso.

Las dos aeronaves llegaron a acercarse a unas 2 millas náuticas el uno del otro sobre Florida el 3 de febrero.

Los aviones, se supone, deben tener una distancia de al menos 3 millas náuticas cerca de los aeropuertos y unas 5 millas náuticas de distancia a mayores altitudes.

Las personas, que pidieron no ser nombradas porque no estaban autorizadas para hablar sobre el caso, dijeron que no hubo ningún riesgo de colisión porque los aviones volaron en cursos paralelos.

La Administración Federal de Aviación, que se negó a comentar en un comunicado por correo electrónico, está investigando.

La Junta Nacional de Seguridad del Transporte, que tiene autoridad para examinar los incidentes de aviación, también ha sido notificada.