POR ANTONIO YAÑEZ ORTEGA

La rebelión de los colgados o mejor dicho de las estructuras del partido * Amagan representantes de casilla con ir a Toluca a exigir su “ dulce” * Fernando Vilchis, tendrá que enfrentar un mar de corrupción en Ecatepec * Ya inició la grilla para controlar los comités y dirigencia estatal del PAN * El PRI obligado a rescatar a sus mejores gallos, aunque hayan perdido la elección

La rebelión de los colgados ocurre en Ecatepec luego de que dejaron colgados de la brocha a las estructuras del partido, con quienes se comprometieron a entregarles su “ dulce” una vez pasada la elección del primero de julio . Representantes Generales, Representantes de Partido y los abogados que prestaron sus servicios el día de la elección se encuentran disgustados, luego de les pidieron números de cuenta para la entrega de sus apoyos.

Las versiones respecto a que fue lo que ocurrió para que se cancelaran la entrega del llamado “ dulce” van desde que esto fue una efecto por los malos resultados obtenidos en Ecatepec y algunos otros municipios y por tanto ya no procedía la entrega de dicho recursos.

Otras más apuntan a que posiblemente alguien metió la mano al cajón y se llevó al baile a las estructuras electorales antes citadas.

Lo cierto es que el descontento en mayúsculo y muchos afirman que para la próxima elección ya no van a participar o bien que buscarán incorporarse a las filas de Morena, toda vez que son un activo político importante que sabe hacer su trabajo electoral, aunque en ésta ocasión se perdiera por un amplio margen , generado por factores externos que nada tuvieron que ver con su trabajo .
El Distrito 21 local es dónde se ha generado la mayor inconformidad de las citadas estructuras que incluso pretenden ir a las oficinas del Comité Directivo Estatal del tricolor para manifestar su inconformidad por tan bochornoso asunto .

Cambiando de tema muy complicado se vislumbra el futuro político de Fernando Vilchis , una vez que asuma las riendas de Ecatepec, dónde la corrupción abarca todas las áreas claves del gobierno local.
Tesorería, protección civil , servicios públicos, oficinas de los jueces conciliadores, seguridad pública y tránsito, entre otras son una mina de oro, dónde a diário se recolectan cajas de dinero, la llamada “gata” y que al año representa muchísimo dinero y para erradicar ésta situación Vilchis Contreras, tendrá que enfrentarse a las cofradías de servidores públicos que en algunos casos operan como mico-carteles al interior del gobierno local.

Negocios millonarios con los grulleros amafiados con los juéces conciliadores, el cobro de piso a decenas de miles de tianguistas y cuyos ingresos s tesorería no concuerdan con la realidad del padrón de comerciantes, trafiques en SAPASE por el cobro de agua y lo mismo en las áreas de traslado de dominio, en fin toda un abanico de acciones para exprimir al contribuyente.
En verdad que para acabar con la corrupción oficial que ha prevalecido durante décadas en este municipio, se necesita voluntad política y estar dispuesto a asumir las consecuencias por los intereses que se pueden ver afectados.

En otro orden de ideas los panistas mexiquenses se apuntan para disputarse la dirigencia estatal de su partido, toda vez que según sus estatutos después de una elección federal, como la que pasó el primero de julio, se tienen que renovar las dirigencias municipales y también la estatal, así es que ya iniciaron los movimientos para ungirse en estos espacios de poder.
De nueva cuenta Ulises Ramírez, buscará apoderarse de ls dirigencia estatal, sin embargo aún falta lo que diga Edgar Olvera y Enrique Vargas del Villar y Ana Balderas Trejo , quienes detentan una gran influencia entre el panismo mexiquense.

No son pocos los que opinan que el PRI debiera de rescatar a quienes hicieron un buen papel en la pasada elección, ya que no hacerlo se corre el riesgo de presentar una caballada moribunda en los próximos comicios locales y federales.

Incluso algunos señalan que los liderazgos que se fueron a otros partidos, deberían de ser recuperados a fin de iniciar un trabajo de reconstrucción en base a una nueva forma de hacer política, pero de trabajo social a fin de ganar día con día los votos perdidos en lo que fue toda una hecatombe política para el Revolucionario Institucional.