LÍDERES POLÍTICOS

Jesús Belmont Vázquez

Turbulencias

• Revueltas al interior de los partidos

• PVEM insinúa irse al bloque opositor

Palacio Legislativo de San Lázaro.- Los gallineros de los partidos políticos sí que andan revoloteados. En el PRI de Enrique Ochoa Reza, no todos están de acuerdo en que su candidato presidencial para el año entrante se designe mediante el tradicional dedazo.

Un grupo de destacados priistas pide que se consulte a las bases, que la militancia decida quién es el bueno.

En el PAN, Ricardo Anaya Cortés no define en qué cancha está jugando, si como líder del blanquiazul o como el candidato a la presidencia.

Los otros que se sienten con derecho a la candidatura, la ex primera dama, Margarita Zavala, el ex gober de Puebla, Rafael Moreno Valle, además de Ernesto Ruffo y Juan Carlos Romero, bueno, ya hasta candidatearon a Miguel Ángel Yunes, gobernador veracruzano.

En el PRD el anuncio de su líder Alejandra Barrales de formar un frente amplio opositor, no es apoyado por todas las tribus perredistas.

Izquierda Democrática Nacional, bajo el liderazgo de la senadora Dolores Padierna, se desmarcó desde un principio de una alianza con el PAN con miras a las presidenciales del 2018.

Y la reciente declaración del presidente de la Mesa Directiva del Senado, Pablo Escudero, en el sentido de que el PVEM podría adherirse al frente amplio opositor propuesto por PAN y PRD, nos dice que el matrimonio PRI-Partido Verde no anda muy bien.

Causa extrañeza que el PVEM, un partido que ha estado bajo el cobijo del PRI en la última década, decida irse a un bloque opositor al sistema.

Da la impresión de que quiere cobrarle más caro su amor al PRI. Las reformas estructurales tan cacareadas por el presidente Peña Nieto no hubieran salido en el Congreso de la Unión, de no ser por los votos de legisladores del Partido Verde.

Es solo un ejemplo de lo que ha significado la mancuerna PRI-PVEM.

Así las cosas, vemos que el 2018 será un año de grandes turbulencias y definiciones políticas. Veremos.

Ciudades seguras

Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI de marzo pasado, en Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, 79.6 y 83.7 por ciento, respectivamente, de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro, mientras que en la Ciudad de México y Ecatepec, Estado de México, el 92.9 y 93.6 por ciento de ese sector poblacional percibe inseguridad en dichas ciudades.

En el mes de referencia, las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron Ecatepec,

Villahermosa, Chilpancingo, la Ciudad de México, Fresnillo y Coatzacoalcos, con 93.6, 93.4, 93.3, 92.9, 91.3 y 91.2 por ciento, respectivamente.

Los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI que colocan a las ciudades chiapanecas de Tuxtla Gutiérrez y Tapachula entre las urbes con niveles aceptables de seguridad entre un total de 52 ciudades del país, reafirman los esfuerzos del gobierno del estado sureño por mantener a la entidad entre las de menores índices de percepción de inseguridad.

Igual, recordemos que la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2016, coloca a Chiapas en el primer lugar nacional con la menor tasa de delitos por cada 100 mil habitantes, así como el primer sitio en la tasa más baja de víctimas por cada 100 mil habitantes.

Chiapas ha dado pasos importantes para consolidarse como un estado seguro, donde la estabilidad social y la gobernabilidad son factores determinantes que alientan el desarrollo económico a través de la creación de empresas y el flujo de capitales nacionales y foráneos.

Además de garantizar un clima de seguridad, el gobierno del estado de Chiapas ha implementado políticas públicas encaminadas a incentivar la apertura de nuevas empresas y aprovechar el potencial de la entidad para alcanzar niveles de desarrollo sustentable.

Jesus.belmontt@gmail.com

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