Jesús Belmont Vázquez

NAIM

• Nuevo aeropuerto o Santa Lucía
• Consulta popular decidirá: AMLO

Congreso de la Unión.- Los dictámenes de expertos en ingeniería aeroportuaria, navegación aérea, aeronáutica civil, seguridad en el espacio aéreo y todo lo que tenga que ver con el tema, de nada servirán, pues a fin de cuentas quien decidiría sobre la viabilidad del nuevo aeropuerto de México será el pueblo.

Sí, usted, yo, el vecino, el obrero, el estudiante, el ama de casa, el barrendero, el mecánico, la secretaria, el chofer del Metro, quien se le ocurra, decidirán sobre el nuevo aeropuerto. Al menos eso es lo que dice el futuro Presidente de México.

Dice que para que el pueblo decida se les informará sobre las dos alternativas que plantea el dictamen técnico sobre la viabilidad del Nuevo Aeropuerto Internacional de México: continuar con la construcción actual en Texcoco o parar la obra y construir dos pistas en la Base Aérea de Santa Lucía.

López Obrador llamó al pueblo a “que nos ayude a resolver sobre este asunto complicado, difícil, que heredamos, pero que tenemos que enfrentar de la mejor manera posible”, para lo cual se realizará una consulta pública en octubre.

Desde el pasado viernes, en la página web www.lopezobrador.org.mx ya está toda la información sobre el aeropuerto, con lo que se inició el proceso de consulta para que el pueblo conozca el tema y opine

A partir de hoy lunes, a través de medios de comunicación se informará a detalle sobre las dos opciones y se les solicitarán espacios suficientes para difundir las opiniones y propuestas sobre el tema, para en septiembre realizar los foros de discusión, y en la última semana de octubre la consulta para recoger la opinión de los ciudadanos.

Así de simple y de rápido, en poco más de dos meses, Andrés Manuel López Obrador pretende resolver el problema de la construcción o cancelación de la terminal aérea, una de las obras más ambiciosas del gobierno que está por concluir.

Una salida fácil y sin asumir la responsabilidad: lo que diga el pueblo.

Todos sabemos que las encuestas y consultas populares pueden ser manipuladas y a fin de cuentas el dedito de ya saben quién decida.
Si todos los grandes proyectos van a ser resueltos mediante consulta del pueblo, pues que todo se someta al escrutinio popular desde el principio y así nos ahorramos tiempo, dinero y esfuerzo.

Javier Jiménez Espriú, propuesto por AMLO como próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, dijo que ambas opciones tienen puntos a favor y en contra.
Sostuvo que es necesaria una consulta con especialistas y ciudadanos, aunque señaló que de acuerdo con el Instituto Tecnológico de Massachusetts NO es viable operar dos aeropuertos de manera simultánea como sería con la opción de la Base Aérea de Santa Lucía.

La primera alternativa tiene a favor la cercanía a la capital del país, crearía un gran centro de operaciones y de proyección internacional, además de que existe el financiamiento al 75 por ciento de la inversión y posibilidades de financiar el resto con ingresos de los aeropuertos actuales.
Además –añadió- la obra tiene un avance de 31 por ciento, la terminal aérea también tendría mayor capacidad en el lejano plazo.

Sin embargo, tiene como inconveniente mayor costo de construcción, el cual se ha incrementado de 169 mil millones de pesos en 2014 a 300 mil millones este año; implica altos costo de mantenimiento, retraso de por lo menos cuatro años en la construcción y mayor riesgo al iniciar operaciones.
Respecto a la construcción de dos pistas en la Base Aérea de Santa Lucía y continuar con la operación del actual aeropuerto, tendría un menor impacto para la

Ciudad de México, así como menos costos de construcción y mantenimiento, además de que se fortalecería el sistema aeroportuario del Valle de México.
Sin embargo, este proyecto implicaría desafíos, ya que de acuerdo Mitre, organización de Investigación en Sistemas Avanzados de Aviación del Instituto Tecnológico de Massachusetts, la operación simultánea de los aeropuertos de Santa Lucía y el “Benito Juárez”, NO es viable.

Abundó que la operación separada de dos aeropuertos generaría incrementos de costos y operación para las aerolíneas, así como incomodidades a los usuarios, y el costo de la cancelación del nuevo aeropuerto por las inversiones que ya se hicieron son de 100 mil millones de pesos.