• Ni gerentes ni tecnócratas, al PRI le urgen políticos comprometidos con las causas de la militancia

Grupo Puntual / José Contreras Contreras

TOLUCA, México, 18 de Julio de 2018.- El fundador y dirigente del Grupo Político Estado de México (GPEM), Cuauhtémoc García Ortega, levantó la mano para dirigir al Partido Revolucionario Institucional (PRI) mexiquense, a partir de una elección abierta de la dirigencia que sustituya al renunciado Ernesto Nemer Álvarez, para trabajar en una auténtica reconstrucción de ese instituto político.

García Ortega puntualizó que el PRI debe devolverse a la militancia priista, dejar de ser dirigido por tecnócratas y administradores que no sienten ni conocen la esencia social de ese instituto político. “Porque el PRI necesita de un político, de un político capaz de sentir y de vivir los principios que dieron vida a nuestro partido”, opinó.

Propuso que el Consejo Político Estatal del PRI recupere los principios de Luis Donaldo Colosio y abra los órganos de dirección a militantes de probada trayectoria, honestidad y coherencia política, comprometidos con las causas sociales y apartados de la simulación y la traición que dieron como resultado la peor derrota electoral de la historia para el tricolor en la elección del pasado 1 de julio.

Acotó que el PRI del Estado de México requiere de una auténtica reconstrucción, no solamente de la refundación de la que muchos hablan, pues de la misma manera que debe elegirse a la nueva dirigencia, por consulta abierta a la militancia, así también se tienen que renovar las cúpulas de las organizaciones y sectores que forman al Revolucionario Institucional.

Dijo que es tiempo de retirar a los gerentes y devolver a los políticos a hacer política, cerca de la sociedad y con trabajo social comprometido con las verdaderas causas de los ciudadanos.

Acusó que el PRI dejó de trabajar por las causas de la sociedad, lo que llevó al divorcio con éstas y al abandono que se notó en la elección del 1 de julio. “La gente está demandando enfrentar la delincuencia, devolver la seguridad, y el PRI no ha hecho nada por responder a esa exigencia; los mexiquenses demandan opciones de empleo y el PRI no ha sido capaz de acercarse al sector productivo para procurar abrir espacios de trabajo para esa gente que lo necesita”, puntualizó.

“Hay que devolver el PRI a la militancia, porque la militancia no es otra cosa que ciudadanos que creen en el PRI, y el PRI los ha abandonado”, expresó García Ortega, y llamó a cerrar filas y dar paso a una auténtica democratización interna, sin simulaciones, sin reservas, en la que piense y se actúe por la militancia, después por la militancia y al final también por la militancia, que es lo verdaderamente importante del instituto político.

Cuestionado sobre ¿con qué llevar a cabo este proyecto? Sobre todo si se considera que después de la elección del 1 de julio el PRI quedó sin recursos, textualmente ni para pagar la nómina, Cuauhtémoc García Ortega estableció que esta es una versión que los actuales dirigentes del tricolor desean que se les crea, porque en realidad el PRI dispone de los recursos públicos suficiente, vía prerrogativas, para hacer frente a ese tipo de compromisos económicos.

“El PRI tiene suficientes recursos económicos, recibe puntualmente los recursos públicos que la Ley Electoral le confiere, por lo que es una mentira que pretenden que creamos para no exigir cuentas claras a quienes administraron el dinero durante el proceso electoral que acaba de terminar”, señaló.

Sobre la posibilidad de cambiar de nombre, de siglas, de colores, de estructura, el presidente del Grupo Político Estado de México consideró que esas son formalidades del partido político, que no son sustanciales, porque el PRI, en esencia, es su militancia, las miles de mujeres y hombres que lo integran, no las signas, pero sí su declaración de principios, los cuales es urgente rescatar y hacer que verdaderamente se acaten.

Por último, García Ortega advirtió que pone al servicio de su partido y de sus compañeros sus 30 años de militancia, todo aquello aprendido en un largo, intenso y permanente recorrido por los 125 municipios, para democratizar al PRI, más allá de los apellidos de abolengo, de aquellos que se apropiaron del instituto político y que no lo han soltado desde hace décadas porque quisieron convertirlo en su propiedad.

“Se acabó. El PRI debe dejar de ser propiedad de unos cuantos, no necesitamos más reyes, virreyes. Necesitamos políticos comprometidos con los principios que dieron vida a nuestro instituto político, que sientan, que vibren y que estén dispuestos a dar la vida por nuestro instituto. Aquí están más de 30 años de militancia, más de 30 años de trabajo a favor del PRI, y si de algo sirve, estoy dispuesto a luchar por la reconstrucción de nuestro PRI”, concluyó.