Llaman a reanudar las clases presenciales lo más pronto posible

  • Alerta la organización Save the Children que más de 3 millones han abandonado la escuela durante la pandemia

Grupo Puntual / Esperanza Moreno

TOLUCA, México, 16 de Marzo de 2021.- Un año después de haber sido declarada la pandemia de COVID-19, las niñas, niños y adolescentes de todo el mundo han perdido un promedio de 74 días completos de educación presencial, esto ha provocado que la brecha educativa se amplíe, la división creció entre familias más ricas y más pobres; hogares urbanos y rurales; personas refugiadas, desplazadas y poblaciones de acogida; personas con y sin discapacidad, afirmó la organización Save the Children. 

En el caso de México, a partir del 14 de marzo de 2020, más de 36 millones de estudiantes de educación básica y media superior, dejaron de asistir de forma presencial a la escuela; como consecuencia, se ha registrado una disminución del 10 por ciento de la matrícula escolar; es decir, más de 3 millones han abandonado la escuela.

Quienes no asisten a la escuela están expuestos a un mayor riesgo de trabajo infantil, matrimonio infantil y otras formas de abuso, además es más probable que se vean atrapados en un ciclo de pobreza durante las próximas generaciones.

Otra consecuencia se refleja en el bienestar de la salud mental; muchas niñas y niños están presentando fatiga extrema y enojo por estar conectados a través de computadoras y/o televisores. Quienes no han podido tener acceso a estos medios, están enfrentando estrés e incertidumbre por haberse perdido prácticamente todo un ciclo escolar.

En este sentido, de acuerdo con autoridades mexicanas casi 800 mil estudiantes de educación básica, no lograron tener comunicación con sus profesores durante la pandemia y quienes sí, han reducido en un 30 por ciento las horas dedicadas al estudio.

En este contexto, Save the Children hizo un llamado al Estado Mexicano para reanudar las clases presenciales lo más pronto posible bajo un esquema de protección integral, en donde las escuelas cuenten con las condiciones sanitarias adecuadas, con acceso a servicios como agua, saneamiento, drenaje, baños, lavabos y productos de limpieza e higiene básicos.

“Que niñas y niños regresen a la escuela les podría ayudar a reducir afectaciones a la salud mental por permanecer frente a un encierro prolongado y reducirá las posibilidades de que sigan enfrentando serios retrasos escolares. A la par, las y los docentes necesitan recibir apoyo y capacitaciones sobre habilidades socio emocionales para dar contención a niñas y niños frente a posibles crisis emocionales”, afirmó Maripina Menéndez, CEO de Save the Children en México. 

La organización señala que es fundamental que el gobierno mexicano realice un incremento en la asignación de recursos públicos destinados a las escuelas, para que la reapertura pueda ser efectiva y segura. De acuerdo con información pública, la gran mayoría de los fondos dirigidos al sector educativo son ejecutados en pagos del personal docente y becas.

Para lograr un regreso seguro es necesario asignar también recursos para mejorar la infraestructura escolar, garantizar la ventilación de salones de clases, construir más aulas, garantizar acceso a servicios de agua y saneamiento, contar con los insumos necesarios para los filtros sanitarios, así como establecer servicios básicos de salud de tal forma que, a través de protocolos de prevención y atención de la COVID-19, se pueda detectar, atender y canalizar a centros de salud locales posibles casos o brotes.

No se deben escatimar recursos porque se trata del bienestar de la niñez en México, y estas inversiones son una deuda histórica que el Estado mexicano tiene con ellas y ellos, por lo que se deben solventar en lo inmediato.

“Es prioritario lograr un regreso seguro a las aulas, para ello es fundamental que el personal docente, administrativo y de limpieza sea vacunado inmediatamente y se les brinde todo el apoyo necesario para garantizar las medidas de protección y sana distancia dentro de los espacios escolares” resaltó Menéndez Carbajal.

Finalmente, la organización llama a seguir brindando servicios de alimentación en las escuelas que ya contaban con este servicio y ampliarlo a otros espacios. Frente a la crisis económica generada por la pandemia, miles de niñas y niños vieron afectaciones a su seguridad alimentaria, por lo que es probable que regresen con problemas nutricionales a la escuela. Una buena alimentación no solo les protege en su salud, también es un factor que se encuentra directamente relacionado con la capacidad para el aprendizaje.

“En el regreso a clases la participación comunitaria y las voces de niñas, niños y adolescentes son clave, es por ello que resulta necesario involucrarles en los planes de regreso a clases que se generen” finalizó Maripina Menéndez.

Durante la pandemia Save the Children apoyó a más de 300 mil niñas y niños distribuyendo despensas con alimentos sanos y kits educativos para atender las necesidades inmediatas de familias y de la niñez más vulnerable. Asimismo, generó una estrategia de cuidado de la salud mental con la cual se logró impactar a más de medio millón de personas en el país.

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