Medios comprometidos a evitar los vicios del pasado

Los medios de comunicación del Valle de Toluca analizan su papel y retos ante la Cuarta Transformación
Coinciden en convertirse en facilitadores, pero también en contrapeso a la tentación del exceso del poder

Grupo Puntual / José Contreras Contreras

TOLUCA, México, 12 de Noviembre de 2018.- Ante los cambios políticos, sociales y económicos que se prevén con la llamada Cuarta Transformación que impulsa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, los medios de comunicación deberán informar con contexto, equilibrio y veracidad, pero, sobre todo, con una sana distancia al aparato gubernamental y mayor apego a la sociedad.

En esto coincidieron Laura González, vicepresidenta de Enlace Legislativo de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio (Concanaco); Karine Oechler, directora nacional de Comunicación Institucional del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESEM), y el periodista Pascal Beltrán del Río, del periódico Excélsior y el Grupo Imagen Informativa.

Durante su participación en el coloquio Los Medios de Comunicación ante la Cuarta Transformación, que se realizó con el impulso de distintos medios informativos nacionales y del Valle de Toluca, y el auspicio de la Cámara Mexicana de la Industria de la Radio y Televisión, que se realizó en las instalaciones del ITESM, campus Toluca, los comunicadores consideraron que existen grandes retos, pero también oportunidades para que el arribo de un gobierno totalmente diferentes sea de beneficio para todos los mexicanos.

Laura González, representante del sector empresarial del país, sostuvo que quienes apuestan sus capitales sí están preocupados por algunas decisiones que Andrés Manuel López Obrador y sus colaboradores han tenido en el periodo de transición, y destacó la incongruencia entre el Presidente Electo y el coordinador de los senadores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) sobre la propuesta de prohibir el cobro de comisiones a los bancos.

Laura González, de CONCANACO.

“Los empresarios estamos preocupados y también estamos ocupados en la construcción de una agenda permanente, porque no somos gente aparte, somos tan mexicanos como cualquiera, somos tan ciudadanos como cualquiera, y este tipo de posiciones y decisiones nos afectan no solo en el ámbito empresarial, sino también en el personal, en el familiar”, declaró.

Recordó que el sector empresarial del país representa a más de 5 millones de unidades económicas, por lo que consideró que deben contribuir desde su espacio a la conformación de la agenda nacional en temas prioritarios, no solo de carácter económico, sino, además, causas sociales y, sobre todo, la seguridad, que es un asunto de prioridad nacional y de interés común.

Cuestionó que la agenda nacional se esté construyendo a partir de la presión social, en temas como la viabilidad del aeropuerto para el Valle de México, lo que hace pensar al sector económico en un panorama catastrófico.

Sin embargo, señaló que los 30 millones de votos que respaldan el triunfo de Andrés Manuel López Obrador deben verse como una alta expectativa, por lo que se debe confiar en que se cumplan todas las promesas que se hicieron al pueblo de México, lo que deberá traducirse en mejoras importantes para todos los mexicanos.

En su oportunidad, la comunicadora del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Karine Oechler, explicó que el cambio político en México no es resultado de la casualidad sino de un entorno internacional de transformaciones aceleradas derivadas del hartazgo social, por lo que consideró que el papel de los medios de comunicación debe ser hoy una mezcla de facilitador para la transformación, pero, al mismo tiempo, un contrapeso que evite el abuso de poder.

Karine Oechler, del ITESM.

Advirtió que el gran riesgo de la llamada Cuarta Transformación está en la polarización social, porque pareciera que hoy hay buenos y malos, pueblo y “fifís”, a favor y en contra de un aeropuerto, y señaló que otro factor que debe tomarse muy en cuenta es la tendencia a la centralización de la comunicación que ha adelantado el Presidente Electo para su administración, con la desaparición de oficinas de comunicación en dependencias y gobierno, y con una sola vía de comunicación institucional.

“Hoy todos somos un medio de comunicación, con un teléfono inteligente en las manos y una conexión a las redes sociales, todos somos capaces de generar contenidos informativos, de dar cuenta de lo que está pasando en un lugar determinado”, precisó, y dijo que eso es algo que deberán tomar en cuenta quien pretenda centralizar las decisiones informativas.

“La Cuarta Transformación es una gran oportunidad para el Deber Ser, por lo que el reto de los periodistas ante este cambio es crear opinión, convertirse en facilitadores del pensamiento y de la transición”, opinó.

A su vez, el periodista Pascal Beltrán del Río primero se dijo en contra de definir al gobierno de Andrés Manuel López Obrador como la Cuarta Transformación, pues dijo que ésta será real en la medida en que ofrezca resultados tangibles y mejoras reales a la sociedad mexicana, lo cual será el tiempo lo que la califique.

Hizo votos para que este cambio de régimen político sea un paso al frente en la transformación nacional, pero sin rupturas ni gastos de sangre que sí cobraron otros movimientos como la Revolución Mexicana o la Reforma juarista. “Yo quiero ver un paso más, pero sin rompimientos”, dijo.

Pascal Beltrán del Río, periodista de Excélsior y Grupo Imagen.

Manifestó que para él ya se han dado transformaciones importantes, sobre todo las del 88 con el surgimiento del levantamiento indígena y la del 97 con el debilitamiento del priismo y la posibilidad de cambio de régimen tres años después. Por ello, hizo un llamado a las nuevas generaciones.

“No cometan el mismo error en el que nosotros incurrimos; no hagan el error de ir a votar y replegarnos, porque esos políticos por los que votamos solamente se dedicaron a reproducir los vicios del pasado, y ese es el riesgo ante el cual hoy estamos”, indicó.

Cuestionó que, durante su campaña, López Obrador fijó como prioridades el combate a la inseguridad y la corrupción, pero hasta el momento no ha hecho público un plan de fondo, real, para enfrentar ninguno de esos dos problemas que enfrenta el país.

“Veo algunas regresiones, veo vicios de regresar a los años setentas, con un Presidente que da línea a sus legisladores”, advirtió, y aseveró que ante esa disyuntiva el deber de los periodistas será informar, “la verdad hasta donde nos conste”, sin importar si es o no del agrado del próximo gobierno.

Indicó que la lección en las urnas el pasado 1 de julio para los comunicadores es que la sociedad del siglo XXI en México no quiere un periodismo cercano al poder, y finalizó con una advertencia singular: “Un periodista que pierde la confianza de la sociedad, deja de ser leído”.