Jaime Reusche, analista principal de calificación soberana para México de Moody’s, aseguró que la deuda del Gobierno federal seguirá creciendo en los próximos años y llegaría a 39 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2019.

«El Gobierno nos dice que en 2017-2018 su deuda se estabilizará, nuestro escenario base es que llegará a 39 por ciento del PIB en 2019 y en un escenario más negativo podría llegar a 40 por ciento del PIB y restar fortaleza fiscal», dijo.

El incremento de la deuda del Gobierno mexicano será consecuencia de los apoyos que entregará a Petróleos Mexicanos (Pemex), que tiene necesidades de financiamiento de alrededor de 20 mil millones de dólares, explicó.

El control de la deuda y la estabilidad fiscal son para Moody’s dos de los principales factores que considera al evaluar la calidad crediticia de México y por ello espera ver cambios positivos en los próximos 12 a 18 meses, de lo contrario, la nota podría bajar.

Actualmente, Moody’s evalúa a México con una calificación de A3, pero con perspectiva negativa, es decir, hay más probabilidad de que baje a un nivel inferior en los próximos meses.

Además, el analista mencionó que las reformas estructurales no han presentado los resultados esperados y eso complica más el panorama crediticio para México. «La expectativa era que las reformas aportarían a un crecimiento elevado y los beneficios serían mayores», apuntó. Asimismo, existen temas institucionales, como la debilidad del Estado de Derecho y la corrupción que han limitado también el desempeño del País, dijo.

Sobre Pemex, Nymia Almeida, analista de Moody’s, aseguró que la petrolera requerirá de apoyos de parte del Gobierno federal en 2017, pues su situación financiera es delicada. Entre su deuda financiera y laboral, explicó, Pemex debe alrededor de 156 mil millones de dólares y por ello la empresa seguirá usando deuda para pagar sus cuentas y al Gobierno federal para apoyarla en sus finanzas.