Los gobiernos entrantes de Oaxaca y Veracruz reciben un par de estados en los que la violencia contra las mujeres “ha ido en aumento”. En la primera entidad se duplicó el número de feminicidios; la otra, hundida en una crisis financiera, debe asignar dinero de manera inmediata para la recién declarada Alerta de Violencia de Género (AVG).

En Oaxaca “hay una crisis general en materia de derechos humanos”: defensores perseguidos, periodistas ejecutados, consultas indígenas simuladas e incremento de la violencia contra las mujeres, abrevió en entrevista Yésica Sánchez, directora adjunta de la organización Consorcio para el Diálogo y la Equidad.

La situación que dejó el ex gobernador Javier Duarte incluso les hizo perder la confianza en el que comenzó, “no tenemos una expectativa favorable. Ha habido cambios en las dependencias, ahora un cambio en el gobierno del estado, pero eso en otros periodos no implicó una mejor vida para las mujeres”.

En 2015 se determinaron como feminicidios sólo 16 asesinatos violentos y se investigaban otros 39, “pero podrían ser más de 100, además de 452 mujeres desaparecidas”, señaló. El principal agresor está en la familia de la víctima y con el crimen organizado las condiciones empeoraron, añadió.