Un nuevo decreto de Estado de excepción por emergencia económica, una nueva prórroga en el uso del billete de 100 bolívares hasta el 20 de febrero y la apertura de casas de cambio en la frontera con Colombia a partir de hoy, centraron la rendición de cuentas del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que fue más una hilera de anuncios que un balance de su gestión durante 2016.

Por primera vez un mandatario venezolano presentó su Memoria y Cuenta ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), pese a que la Constitución el país ordena que se haga ante el Parlamento.

Durante su alocución, Maduro destacó que realizar decretos directamente ha facilitado su gestión. “Qué útil ha sido decretar constitucionalmente de manera ilimitada la emergencia económica”, señaló. Además reiteró que está en pleno ejercicio de sus funciones pese a la decisión de la Asamblea Nacional de declarar el abandono de cargo de la primera magistratura.

El acto de rendición de cuentas fue duramente criticado por dirigentes de la oposición como Julio Borges, presidente de la Asamblea, que declaró que se violó la Constitución con el acto ante el TSJ, además advirtió que la actuación de Maduro reconoce el abandono de la presidencia venezolana.