La toma de protesta de Donald Trump como el próximo presidente de Estados Unidos podría retrasarse debido a la petición de recuento de votos de la candidata del Partido Verde, Jill Stein, en Pensilvania, afirmaron funcionarios republicanos en una petición de que se permita al presidente electo y a su compañero de fórmula Mike Pence intervenir en el caso.

A los electores de Pensilvania también se les debería permitir unirse para asegurarse que puedan cumplir con sus obligaciones para el Colegio Electoral, emitiendo sus votos para presidente y vicepresidente el 19 de diciembre, señaló el Partido Republicano del estado a un juez federal en Filadelfia. La toma de protesta de Trump como el 45 presidente de Estados Unidos está programada para el 20 de enero.

Stein, quien quedó en cuarto lugar en las elecciones con alrededor del 1% de los votos, pidió un recuento de boletas en las que se usaron máquinas de escaneo óptico, y una investigación forense del software de los condados en los que se usaron máquinas electrónicas para votar.

Su esfuerzo, con base en los alegatos de un potencial hackeo e interferencia extranjera, ya ha conseguido recuentos que se realizan actualmente en Wisconsin y Michigan. En Michigan, un tribunal de apelaciones del estado tenía programado el martes sopesar el esfuerzo del procurador general Bill Schuette por bloquear el recuento.

Las iniciativas de recuento se dan mientras la demócrata Hillary Clinton encabeza el voto popular por más de 2 millones de boletas. No hay indicios de que los análisis –de ser completados- afectarían el cómodo margen de victoria de Trump en el Colegio Electoral. En Pensilvania, el Partido Republicano sostiene que el recuento podría provocar que el estado no cumpla con una fecha límite del 13 de diciembre para la certificación del gobernador Tom Wolf – requisito previo a que los electores, que eligen al presidente y vicepresidente bajo la constitución, puedan emitir sus votos.