Grupo Puntual / Carlos Moreno Careto
TOLUCA, México, 1 de Mayo de 2019.- Omar Ortega Álvarez, presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Estado de México, externó su respeto a la decisión de Ana Yurixi Leyva Piñón de renunciar a ese instituto político.
“El Partido de la Revolución Democrática fue construido con trabajo, convicción, amor y esperanza de millones de mexicanos, quienes a lo largo de treinta años participaron en este proyecto que logró convertirse en la mayor fuerza política de izquierda de este país, dejaron alguna huella en la gente, en la lucha social, en las leyes electorales y de transparencia, así como en el avance en materia de derechos humanos; es decir, la historia del México moderno no se podría explicar sin la participación de dirigentes y militantes que dieron vida al sol azteca”, indicó.
“A quienes han decidido claudicar a las filas del PRD y a quienes lo harán en las próximas horas sólo cabe expresarles mi respeto y afecto por siempre. Con muchos de ellos compartimos experiencias, triunfos y derrotas, siempre con la intención de lograr una transformación en la vida democrática de nuestro país, deseo que tengan suerte en sus nuevos proyectos y seguramente en algún momento futuro volvamos a coincidir en la lucha social”, indicó.
Ortega Álvarez destacó que, por desgracia para su partido, la casi nula operación política que está materializando la dirección nacional ha desalentado a muchos al dejar de lado a la militancia, la unidad, así como la cicatrización anímica y política de conflictos internos, además de no presentar con claridad una ruta crítica como oposición, frente al nuevo gobierno federal.
Aseguró que son muchos los que creen que el fortalecimiento del PRD tendrá como pilar principal al Estado de México, y que aunque no coinciden ni aprueban la errática línea política que la Dirección Nacional Extraordinaria está siguiendo, tienen la confianza de que podrán cambiar esa ruta, ya que está por iniciar un periodo de afiliación que será la base para poder realizar la tan esperada elección de órganos de dirección y representación de su partido y posteriormente afinar su línea política hacia una izquierda progresista.