Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

Guerra de lodo

 

La panista, perdón, morenista, Gabriela Gamboa Sánchez, ya demostró su verdadero tamaño. Algunos que la veían con buenos ojos, al principio, ya comprobaron que de política tiene lo mismo que yo de cirujano plástico. Simplemente abdicó a la posibilidad de ganar por la vía recta en la elección municipal de Metepec, para dedicarse ahora, en cuerpo y alma, al desprestigio, al ataque, a la injuria, y a la descalificación.

Todo lo que criticó, todo lo que acusó, terminó haciéndolo. Es una desgracia que una mujer, sobre todo por ser mujer, dedique su mayor esfuerzo a desprestigiar a otra mujer. No se trata de otra cosa más que de un mínimo respeto al adversario, y ella no lo tiene.

Gabriela Gamboa , de Morena, cayó en la desesperación le entró a la guerra de desprestigio en Metepec.

La señora Gamboa Sánchez emprendió desde el fin de semana anterior una intensa guerra sucia en contra de su principal adversaria, Carolina Monroy, quien por cierto ya la dejó muy lejos en la carrera por la presidencia municipal de Metepec, y seguramente eso es lo que hizo que perdiera la cabeza y se alejara de la legalidad para meterse de lleno a lanzar lodo.

Lo mucho que su prócer, Andrés Manuel López Obrador, se ha quejado de otros partidos políticos, incluso de los gobiernos, ahora ella, Gabriela Gamboa Sánchez, se ha dado a la tarea de multiplicarlo, de poner en práctica la peor de las facetas de la política: la guerra sucia, esa que no conoce de argumentos, esa que basa su efecto en crear mentiras en torno de la vida personal de los adversarios políticos, esa en la que el único resultado palpable será crear encono entre el potencial electorado.

De Gabriela Gamboa Sánchez no se podría esperar otra cosas, o ¿qué se le puede pedir de altura política a quien es capaz de renunciar a los principios ideológicos que se dijo defender por décadas y que de la noche a la mañana simplemente tiró a la basura para enfundarse en el traje de “izquierda” para lanzarse tras su único objetivo: el poder por el poder.

Quien “chaquetea” de esa manera, entendiendo el término como el que se cambia de chaqueta sin mirar color ni ideología, es capaz de todo, y Gamboa Sánchez es precisamente de ese tipo, es una persona que evidencia que lo único que le interesa es recuperar los tiempos en que gozó las mieles del poder, cueste lo que cueste.

La realidad alcanza a cualquiera, y en el caso de la señora Gamboa el asunto llegaría tarde o temprano, pues nunca fue una brillante diputada cuando tuvo oportunidad de representar a parte de la sociedad en la Cámara de Diputados, fue una más de una bancada panista donde ni siquiera fue capaz de sobresalir, ni en los temas más elementales que pasaron por sus manos, donde siempre prefirió ser la “porrista” de las decisiones de otros, de aquellos a los que entonces juraba apoyar y que hoy, extrañamente, son sus adversarios políticos.

De ese tamaño es la candidatita de Morena a la alcaldía de Metepec, quien ayer lunes inundó el tianguis de Metepec para meterse de lleno a la repartición de panfletos, no para alentar al voto, sí para inhibirlo, para buscar que los habitantes de Metepec le crean sus dichos, le hagan caso que “lo peor” sería votar “por la prima del gobernador”, como si fuera pecado en este país tener familia, buena, mala, políticos encumbrados o de la peor clase.

La señora Gamboa olvida que a quien intenta descalificar ya era servidora pública cuando el ahora gobernador comenzó en esas lides, debería de medir y pensar, aunque se le dificulte, que no le puede pedir a alguien que piense mal de una persona a la que la mayoría de la población de Metepec le está muy agradecida.

Por eso Gamboa Sánchez cae irremediablemente en las encuestas, en los sondeos de opinión, que aquí hemos dicho hasta el cansancio que ninguno de esos estudios es definitivo, pero lo que sí es cierto es que reflejan al menos de forma momentánea el sentir de quienes votarán el próximo domingo 1 de julio, y en esos anda mal, pero muy mal la señora Gamboa.

También evidencia la candidata de Morena que está más sola que un nopal cuando no tiene tunas, pues todos aquellos que en principio la impulsaron, quienes se comprometieron a respaldarla incluso financieramente para su campaña, ya le dieron la espalda, ya la dejaron, como siempre, gritando solita, pues a nadie le conviene que lo vinculen con algo de lo peorcito de la política, como está resultando ella.

Incluso en los liderazgos de Morena ya no saben cómo hacerle para desmarcarse de ella, y el mejor ejemplo fueron las más de dos horas y media que la dejó esperando la profesora Delfina Gómez hace una semana, cuando le vino a intentar levantar su alicaída campaña, en una frustrada “caminata” que no aguantó más de tres cuadras, porque aún con los dos camiones de “importados” que trajo la ex candidata a la gubernatura de Morena fueron capaces de animar a los habitantes de Metepec de salir a las calles a “respaldar” su propuesta.

Gabriela Gamboa se sabe perdida, por eso entró en crisis y se fue al lado oscuro de la fuerza, por eso se la pasa gritando y ofendiendo a sus propios colaboradores, es como un chivo en cristalería que sabe que quiere salir, pero que su capacidad intelectual no le da para encontrar la puerta. Ni modo, la perdimos.

 

Tampoco Juan Rodolfo levanta

 

Se filtraron ayer los resultados de un sondeo de opinión realizado el pasado domingo en Toluca, donde hay dos noticias para el señor Juan Sánchez, candidato de Morena a la alcaldía de la capital mexiquense. La primera es que, por más que intenta, simplemente no puede salir del segundo lugar en el que desde el arranque de la campaña se le ubica en las preferencias electorales, y la segunda noticia es que, si no se apura, corre riesgo de que lo alcance y le dé la vuelta el panista Gerardo Pliego.

La encuesta de la autoría del Centro de Conocimiento Aplicado revela que por más lodo que le avientan, Fernando Zamora, candidato del PRI, se fortalece cada día y marcha ahora en un cómodo primer lugar de las preferencias, con más de 14 puntos porcentuales por arriba del morenista Juan Sánchez.

Firme Zamora en las encuestas, repetirá en la alcaldía de Toluca

Fernando Zamora se mantiene a la cabeza con 37.1 por ciento, seguido de Juan Sánchez, con 23.2 por ciento, y Gerardo Pliego con 20.4 por ciento. Este último es un caso interesante, pues es quien más ha crecido en los días de campaña y técnicamente está empatado con el de Morena.

La encuesta que se levantó el pasado domingo 10 de junio incluyó 809 entrevistas en la puerta de los domicilios de los ciudadanos, hombres y mujeres mayores de edad, con credencial para votar vigente, en el sitio donde se realizó la entrevista.

El sondeo de opinión, del cual ya circulan avances en internet, sobre todo en redes sociales, incluyó entre sus preguntas “Si hoy fueran las elecciones para Presidente Municipal de Toluca ¿Por cuál candidato votaría?”, lo que arrojó los resultados citados, donde Fernando Zamora se ubica con 37.1 por ciento de las preferencias.

Este nuevo sondeo demuestra que a pesar de todos los ataques que sus adversarios le han hecho, Fernando Zamora se mantiene firme en el ánimo de los votantes, pues ante la pregunta ¿qué candidato cree que va a ganar? Zamora alcanza 46.1 por ciento, Sánchez Gómez 21.3 por ciento y Gerardo Pliego 19.4 por ciento.

De los consultados, 44 por ciento dijeron estar muy seguros de ir a votar el 1 de julio, 32.5 por ciento están seguros y 12.7 por ciento algo seguros.

Por partidos y coaliciones, el PRI tiene el 34.7 por ciento de las simpatías ciudadanas en Toluca, Morena/PT/PES suman 25.4 por ciento y PAN/PRD/MC reúnen 22.8 por ciento.

Por otra parte, 13.4 por ciento de los entrevistados no contestaron o no saben aún por quién votarán para presidente municipal de Toluca.

La verdad es que Juan Sánchez debería comprender que, como decía la abuela, el que nace para maceta, del pasillo no pasa.

 

Con esos amigos…

 

Edgar Olvera, presidente municipal con licencia y ahora aspirante panista a una diputación, realmente parece empeñado en echarle a perder la vida al candidato de la coalición Por el Estado de México al Frente, Alfredo Oropeza, quien tampoco se hace mucho favor.

Resulta que el señor Olvera intentó un “acercamiento” con el personal sindicalizado del ayuntamiento de Naucalpan de Juárez, todos miembros del SUTEYM, priistas de nacimiento, para ofrecerles su “apoyo” incondicional a cambio de que apoyen a Oropeza.

Aunque no lo dijo claro y de frente, Olvera dio a entender que tenía un “jugoso” obsequio para cada trabajador sindicalizado que “cambiara bandera” y que se metiera de frente a apoyar al panista Alfredo Oropeza.

Edgar Olvera, parece que hace todo lo posible para que el PAN pierda en Naucalpan.

Quizá por lo llano del mensaje los sindicalizados se hicieron para atrás, se sorprendieron y decidieron casi al unísono mándalo derechito a la vereda más próxima, a lo que el panista Edgar Olvera respondió con extrañeza, primero, y luego con su altanería que le caracteriza.

“Pinches hambreados”, le dijo a uno de sus cercanos colaboradores, y luego, ya lejos del grupo, soltó toda la rabia que le invadía ante el rechazo de los sindicalizados, y aseguró que de su cuenta corre que ninguno de ellos siga en la próxima administración municipal.

Por supuesto que el asunto ya causó mucha comezón en el equipo de campaña del mismo Edgar Olvera, pues están preocupados que el alcalde haya olvidado tan pronto todo lo que le costó mantener un ambiente más o menos terso en la relación con ese gremio, y consideran que tampoco toma en cuenta el peso específico que el SUTEYM tiene y tendrá en la vida política de Naucalpan.

Es evidente que Edgar Olvera aprendió poco de modales, pero también queda claro que no fue capaz de aprender la lección que le dieron cuando los sindicalizados prácticamente paralizaron su administración precisamente por el mal estado en el que se encontraban las cosas entre el presidente municipal y ese grupo de trabajadores.

Es evidente que le falta capacidad política a Olvera, si no por lo menos le echaría una llamada a otro panista que ya fue presidente municipal de Naucalpan, José Luis Durán Reveles, quien podría platicarle cómo le costó la gubernatura precisamente un enfrentamiento con los miembros del SUTEYM.

 

La última y nos vamos…

 

Aunque no se ha dicho públicamente, el gobernador Alfredo del Mazo ha puesto en marcha un blindaje exhaustivo de su administración con relación al proceso electoral que se vive en el Estado de México y en el país en general.

No solo se trata de la suspensión de los programas de desarrollo social que avaló la Legislatura local, bajo la coordinación del diputado Miguel Sámano, sino de medidas de fondo que buscan que nadie, por ningún motivo, pueda vincular a la autoridad estatal con actos de proselitismo.

Para tal objetivo, todos los mandos medios y superiores han sido súper capacitados por personal del Instituto Nacional Electoral, del Instituto Electoral del Estado de México, y, por si fuera poco, de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, la FEPADE.

Ningún servidor público de ese nivel podrá decir que no sabe qué puede hacer y qué está prohibido hacer antes, durante y después de las elecciones del 1 de julio. Y qué bueno que sea así.

El de Alfredo del Mazo es un gobierno joven, no tiene ni un año en el ejercicio del poder, y lo peor que le podría suceder sería precisamente verse inmiscuido en un asunto de carácter legal por falta al marco normativo en materia electoral.

Todos los servidores públicos están perfectamente advertidos del nivel de legalidad al que están obligados, por eso, por más que partidos políticos como Morena han hecho esfuerzos para encontrar alguna “piedrita en el arroz”, pues han fracasado.

Morena, el PAN e incluso el Partido del Trabajo pagan, y bien, a una serie de infiltrados en el gobierno mexiquense que están precisamente a la caza de algo que detonar como escándalo, buscan hasta en los cestos de basura el mínimo elemento que puedan llevar a sus patrones para vociferar sobre fraudes, compló, y esas “linduras” que saben hacer, y si hasta el momento no ha sucedido, es precisamente porque la casa está limpia.

Después de 19 días de campañas los infiltrados morenistas, panistas y petistas han fracasado en su intento. Qué bueno que así suceda, y que bueno que éstos se lleven una buena lana a costa de la legalidad, sin hacer nada, aunque la función para la que fueron contratados esté resultando un fracaso, al menos para esos partidos políticos. ¿O no?

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