Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

La primera de la lista

 

Mucho se ha especulado durante los últimos días sobre la presunta salida de integrantes del gabinete estatal que no han dado el ancho en los cargos que les confirió el gobernador Alfredo del Mazo Maza para ayudarlo durante su administración. La primera que tendrá que buscar algo mejor qué hacer será la todavía titular de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, Maribel Cervantes Guerrero.

El equipo técnico asesor que rodea al mandatario mexiquense entregó ya los resultados de la evaluación que ordenó el propio gobernador Del Mazo Maza y la peor evaluada fue definitivamente la responsable de la seguridad pública en el Estado de México.

Cervantes Guerrero llegó a suelo mexiquense precedida de gran prestigio en el área de seguridad, luego de su formación en la Policía Federal y como parte de la Comisión Nacional de Seguridad, pero, al menos en el Estado de México, lo realizado a casi un año de su nombramiento es ligeramente superior a cero.

Ni terminó con la corrupción, como fue su principal compromiso, y de muy poco sirvió hasta hoy la restructuración de la Secretaría de Seguridad que supuestamente emprendió para dar viabilidad a esa área que es la más exigida por los ciudadanos y en la que más padecen todos los sectores de la sociedad.

Y es que la inseguridad no es cosa solamente de quienes viajan en los autobuses en el Valle de México y zona oriente de la entidad, quienes todos los días son asaltados, sino de los trabajadores de las fábricas de todas las regiones de la entidad que igual ya no ganan más que para que los ladrones los despojen sistemáticamente de sus pocos pesos, pero también enfrentan el problema los empresarios chicos, medianos y grandes que son víctimas de extorsión y secuestros.

En los casi once meses que lleva en el cargo la dama Cervantes Guerrero nada se ha visto digno de alabarse o destacarse como un logro institucional, pues la lucha contra los ladrones de hidrocarburos que en últimas semanas parecen haber desatado los cuerpos de seguridad mexiquense parece no ser suficientes para comprobar que se está trabajando, además de que en el ánimo social simplemente pasa desapercibido que le roben o no a la paraestatal que tanto roba diariamente a todos los mexicanos con precios desorbitantes en gasolinas y diésel.

Los reportes del Secretariado Nacional de Seguridad Pública no solamente no reflejan disminución en los principales delitos que aquejan a los mexiquenses, sino, por el contrario, en varios de éstos las cifras van al alza de forma sostenida sin que la autoridad sea capaz de revertir esa tendencia alcista.

Ciertamente a cualquiera que el gobernador Alfredo del Mazo siente en esa silla, en la titularidad de la Secretaría de Seguridad, será tanto o más que condenarlo al despido en el corto plazo, pues bajo las actuales circunstancias es un hecho que la delincuencia va un paso, o dos o tres, al frente de las policías.

Lamentablemente a Maribel Cervantes Guerrero le tocó bailar con la peor de las encomiendas y, víctima de su propia suerte, también será la primera en ser removida en un intento más por hacer las cosas mejor en ese ámbito tan sensible para la mayoría de los mexiquenses.

 

No mejora la salud

 

El que dicen que ya tiene ganas de irse pero no lo dejan es al doctor Gabriel O´Shea Cuevas, secretario de Salud del Estado de México, a quien también le dieron una encomienda verdaderamente complicada para intentar sacar de la bancarrota a un sistema público que tiene la obligación de atender a millones de mexiquenses pero que simplemente no tiene con qué hacerlo.

Mucho se ha hablado del tamaño de la deuda que arrastra la secretaría de Salud y el llamado Instituto de Salud del Estado de México, instancias que extrañamente conviven y que de las dos no se hace una.

En los hospitales y clínicas del Estado de México simplemente no hay nada, no hay medicinas, no hay instrumentos, no hay insumos quirúrgicos, por lo que hoy el que quiera recibir una atención en clínicas u hospitales mexiquenses tendrá prácticamente que enfrentar sus propios gastos.

A quienes tienen el desatino de llevar a sus esposas a los nosocomios mexiquenses a dar a luz a un nuevo ser, simplemente les cobran desde la atención hasta el último de los instrumentos que se utilicen en su atención, además de que no hay siquiera para pañales para recién nacidos y mucho menos vacunas para los nuevos seres.

La situación en Salud es apremiante, por eso el doctor O´Shea Cuevas ha dicho ya que lo que quiere es irse, cambiar de rumbos, incluso jubilarse haciendo uso del derecho que tiene a tal trámite laboral luego de tantos años de luchar por las buenas causas de la salud de los mexicanos, y en particular de los mexiquenses.

Pero ahora resulta que no lo dejan, que no le permiten renunciar porque es el que dio la cara para el refinanciamiento institucional y ahora no hay nadie que sepa cómo estuvo esa operación que supuestamente sacaría al sector de la crisis financiera en la que está totalmente sumido.

Sinceramente O´Shea debería salir corriendo del Instituto de Salud del Estado de México, antes de que el futuro lo alcance, porque como están las cosas, cuando el próximo gobierno federal se ponga a revisar cómo están las cuentas de los sectores estatales, seguramente uno de los primeros en ser llamado a dar explicaciones será el mexiquense, donde ya se arrastran casi siente años de cuentas en números rojos, en deudas difíciles de explicar cuando se dispuso de uno de los presupuestos sectoriales más grandes de todo el país, y donde nada cuadra entre lo recibido y lo que se invirtió.

Gabriel O´Shea es visto hoy incluso como cómplice de los verdaderos responsables del sistemático saqueo al que fue sometido el Instituto de Salud del Estado de México en los años recientes, y no porque Gabriel O´Shea se haya llevado algo de lo que no es suyo, de lo cual nadie pudiera responsabilizarlo todavía, pero lo que es un hecho es que en el rancho dicen que tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata, y en este último término parece que existiera una intención sólida de mantener bajo reserva el mayor tiempo posible el descarado saqueo al que la Secretaría de Salud fue sometida durante el sexenio anterior.

Nadie sabe bien a bien si es cierto que existe un pacto no escrito entre Gabriel O´Shea Cuevas y quien verdaderamente saqueó al Instituto de Salud, pero lo cierto es que es evidente el deseo de ocultar todo lo malo que ahí sucedió, como si de algo sirviera eso para componer la situación tan lamentable que vive actualmente esa institución.

No vaya a ser que por no correr a tiempo, un día de estos O´Shea Cuevas sea el que tenga que salir a pagar los platos rotos que no rompió, pero que parece obstinado en encubrir al verdadero responsable de esos hechos.

 

¿Y el ordenamiento del transporte?

 

Raymundo Martínez Carbajal es otro “peñista” impuesto en el gabinete del gobernador Alfredo del Mazo cuyo futuro administrativo no va más allá de un mes. El “clavo” que lo mantiene colgando en el cargo que actualmente desempeña también está a punto de derrumbarse.

Todo el mundo sabe que además de la relación afectiva que todavía guarda con el titular del Ejecutivo federal su verdadero “sostén” se llama Gerardo Ruiz Esparza, el secretario de Comunicaciones y Transportes del país quien también atraviesa una verdadera crisis, no solamente de credibilidad, sino, además, de operatividad en su dependencia.

Ruiz Esparza jamás se ha logrado recuperar después del fraude que la naturaleza puso al descubierto cuando se abrió el célebre boquete en la cinta asfáltica del paso rápido de Cuernavaca, obra que según él era una de las más avanzadas de Latinoamérica y que se hizo con la mayor “calidad” posible.

Desde ahí Gerardo Ruiz Esparza no ha dado una, no ha sido capaz de concretar ninguna acción exitosa en su sector y menos logró entregar a tiempo las muy rezagadas obras del Tren Interurbano México-Toluca que, juraban, sería la mayor obra de infraestructura del actual gobierno federal, misma que, evidentemente, ni se terminará antes de que López Obrador se siente en la silla presidencial, y mucho menos le servirá a Enrique Peña Nieto para que se tenga de él un buen recuerdo.

Pues en esa cadena de yerros va atorado el actual secretario de Movilidad del gobierno mexiquense, quien en su primer año de gestión simplemente vegetó y nadó de a “muertito”, pues por donde se le busque no hay absolutamente nada bueno que reportar ante quienes han evaluado su desempeño.

De mediano a malo es calificado el trabajo realizado por Raymundo Martínez Carbajal en la secretaría de Movilidad, pues ni hay un mejor transporte para los millones de mexiquenses que dependen de éste para ir y venir de sus trabajos y escuelas, ni éste es más seguro, y mucho menos han dejado de contaminar las “chimeneas” que, producto de la corrupción, dejan que circulen todos los días por las calles del Estado de México.

El llamado “Pulpo Camionero” es y será dueño de la situación en el Estado de México, nadie fue capaz de hacerlos acatar las nuevas reglas en materia de seguridad en el transporte y el señor secretario Raymundo Martínez Carbajal quedó expuesto como un simple títere de los verdaderos dueños de la Movilidad en suelo mexiquense.

Nada ha cambiado en esa materia, y mucho menos mejorado, y eso no se debe a otra cosa que a la medianía de quien fue colocado ahí bajo promesa de ser “asesorado” desde la Federación para que hiciera bien su trabajo, lo cual no sucedió, pues por allá están más preocupados porque lo suyo funcione y no por lo que ocurra en esta entidad.

Por ello, Martínez Carbajal está próximo a emigrar. ¿Dónde? Nadie lo sabe, pues no está nadie seguro de si seguirá recibiendo más cargos públicos en los que eche todo a perder, como ha ocurrido en los últimos tiempos con la secretaría de Educación, la diputación y más reciente la fallida secretaría de Movilidad.

Funcionarios medianos dan resultados medianos, y de eso está muy consciente el titular del Ejecutivo estatal, por lo que se hace urgente la remoción de Martínez Carbajal y su séquito, mismo que fue puesto a prueba, pero irremediablemente reprobó.

 

Ciclo escolar nuevo, secretario nuevo

 

Esa es una máxima que está pronto a cumplirse, pues nadie duda que las cosas no pueden seguir igual en un área estratégica de la administración estatal que ha sido tomada muy a la ligera.

Todavía no va un año de la actual administración y ya se ha registrado en esa dependencia, la Secretaría de Educación, por lo menos tres “responsables”, de los cuales tampoco se tiene un buen recuerdo hasta el momento y mucho menos resultados tangibles.

Ciertamente no fue culpa del gobernador Alfredo del Mazo que temblara y se afectaran tantas escuelas en suelo mexiquense, pero lo que sí era su obligación era hacer frente a esa terrible situación, pues está en juego el proceso de enseñanza-aprendizaje en el que están implicados millones de niños y jóvenes de esta entidad.

Pero la verdad es que poco es lo logrado en esa materia, pues las escuelas que se vinieron abajo total o parcialmente por motivo de los sismos del 19 de septiembre de 2017 ahí siguen, como si el sismo hubiera sido ayer, y nada ni nadie ha sido capaz de dar una respuesta definitiva a los escolares y sus maestros que se echaron meses estudiando prácticamente a la intemperie o, en el mejor de los casos, en aulas prefabricadas que son más inestables que una casa de campaña.

Pero las nuevas aulas, las nuevas escuelas que se dijo eran “prioridad” del gobierno estatal todavía nadie las ve, nadie sabe dónde están y ni siquiera se sabe que se hayan comenzado a edificar, todo es cuestión de promesas incumplidas, de esas muchas que tanto pesaron en los resultados electorales el pasado 1 de julio.

Por ello, la Secretaría de Educación es otra de las áreas que serán sujetas a ajustes de fondo en los próximos días.

La apuesta más razonada es que los cambios se registren luego del informe que el gobernador Alfredo del Mazo rendirá en fecha por definir de los primeros diez días del mes de septiembre venidero, para que el día 15, al dar el Grito de independencia, el gabinete de gobierno esté nuevamente aceitado para intentar que el segundo año de gestión sea mucho mejor que el primero, en el cual los fenómenos naturales y electorales frenaron todos los esfuerzos por servir esencialmente a los mexiquenses.

 

La última y nos  vamos…

 

Otro que ya no sabe ni qué hacer para enfrentar el aguacero en el que se convirtió su elección es Juan Rodolfo Sánchez Gómez. Primero lo dejaron prácticamente solo, incluso los del partido que representó asumieron aquello de “AMLO sí, JuanRo no”, y luego sencillamente lo abandonaron a la hora de cuidar casillas y vigilar la elección.

Pero extrañamente, desde que le entregaron la constancia de mayoría, le salieron más amigos, compadres y compañeros de partido que tunas a un nopal en pleno mes de julio.

Dicen que la derrota es huérfana y la victoria tiene muchos padres, y eso es precisamente lo que le está pasando a Sánchez Gómez, quien ahora no para de recibir a supuestos “aliados” que le “ayudaron” en campaña, aunque en términos absolutos nunca haya hecho campaña proselitista.

Todos quieren parte del pastel en el que quieren convertir el triunfo electoral del 1 de julio, el cual por cierto es obra de la influencia de Andrés Manuel López Obrador y no precisamente de un gran despliegue proselitista del mismo presidente municipal electo.

Pero como ya ganó, ahora todos quieren “compartir el triunfo” y son muchos los que reclaman tener derecho sobre el mismo, y, por lo tanto, exigen ser incorporados al próximo gabinete municipal, en el cual no hay tantos espacios como algunos creen para incorporarse.

La duda es ¿con quién va a gobernar Juan Rodolfo? Será acaso con los dos o tres que en realidad se la jugaron y con especialistas en los distintos temas de gobierno, sea cual sea su procedencia política, o tendrá que pagar favores que nunca le hicieron y abrirse nuevamente al amiguismo y compadrazgo, ese del que luego sale más caro el remedio que la enfermedad. ¿O no?

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