Por: José Contreras Contreras

Tarde, pero seguro

Abraham Saroné Campos, secretario General de Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México (SMSEM), hizo público el descontento de los 100 mil miembros del magisterio mexiquense con la aprobación de la Ley de Seguridad Social del Estado de México, la cual deroga el sistema de pensiones y pasará todos los derechohabientes al régimen del ahorro para el retiro, el cual, por cierto, en los últimos días ha sido objeto de todo tipo de cuestionamientos por su ineficiencia.

Aunque tarde, pero el dirigente magisterial rompió el silencio para acusar que los profesores mexiquenses son los más puntuales a la hora de pagar sus contribuciones para la operación del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (Issemym), y de paso acusó a la Universidad Autónoma del Estado de México y a los ayuntamientos mexiquenses de retener y no pagar las cuotas de sus trabajadores.

Con junta razón, Saroné Campos señaló que para sanear al Issemym se debe comenzar por suspender todos los servicios y derechos a quienes no estén al corriente en sus pagos, lo que, apuntó, devolvería la salud financiera a ese instituto y evitaría que se derogue el sistema de pensiones a los ex empleados gubernamentales, comenzando por los maestros.

Abraham Saroné Campos, reacción tardía.

Parece ser este un pronunciamiento a destiempo, pues lo óptimo hubiera sido que el dirigente del magisterio mexiquense se desatara la cadena con la que lo tienen amarrado en el gobierno mexiquense, y de una vez hubiera tomado medidas serias para evitar que la Cámara de Diputados local aprobada el cuestionado dictamen de la Ley de Seguridad Social del Estado de México.

No obstante, decía la abuela, “más vale tarde que nunca”, y por lo menos quedó constancia del descontento que la Ley de Seguridad Social provocó entre los directamente afectados, no como el caso de la dirigencia del Sindicato Único de Trabajadores del Estado de México y municipios (SUTEYM), cuyos agremiados siguen calladitos, comenzando por su dirigente estatal, a quien no le quedaron muchas opciones más que agachar los cuernos y decir a todo que sí, ya nada más faltaba que aplaudiera, como sí lo hizo el diputado Omar Garduño, quien presuntamente estaba en la Cámara de Diputados para evitar que algo o alguien afecte los derecho de los trabajadores al servicio del Estado de México.

Lo cierto es que, al menos por el momento, la tal Ley ya fue aprobada, ahora tendrá que ir al trámite legislativo a ver si sale bien librada de ahí, o será cierto que los diputados del Movimiento de Regeneración Nacional que fueron electos cumplen el compromiso y le entran al asunto de la derogada una vez que entren en funciones para el próximo mes de diciembre, con lo que se caerá en una especie de desperdicio legislativo que obviamente le saldrá más caro a la entidad, en comparación con lo mucho que se hubieran ahorrado si tuvieran la decencia de consultar antes de pegarle a los derechos de los empleados gubernamentales.

La siguiente escaramuza

De acuerdo con fuentes bien informadas, en las próximas horas el Ejecutivo estatal enviará a la Legislatura local la iniciativa de reforma a la Ley de la Universidad Autónoma del Estado de México, con el propósito de que los disciplinados diputados mexiquenses se echen otra escaramuza igual a la de la aprobación de la Ley de Seguridad Social de la entidad y el permiso para la reestructuración de la deuda pública mexiquense.

La propuesta de reforma pasó el trámite en el Consejo Universitario, por lo que puede ser considerado como un documento “consensado” en la comunidad universitaria, aunque haya muchos que insistan en cuestionar el proceso, primero, porque en su mayoría se llevó a cabo por internet; es decir, se abrió un “micro sitio” en el que se “airó” la propuesta de reforma para que los interesados pudieran expresar sus observaciones sobre el documento y en el mismo lugar se podían presentar propuestas al documento e incluso hacer aportaciones en términos jurídicos a la misma.

La estabilidad universitaria en riesgo.

También se llevaron a cabo foros de consulta, en los que representantes de la Rectoría acudieron a diferentes planteles universitarios para que de viva voz se explicara el documento e y de igual forma se le pudieran hacer observaciones, lo que terminó en una especie de diálogo de un solo lado, porque al final del día no se le cambió ni una coma y mucho menos se incorporó planteamiento alguno de alumnos, trabajadores y académicos al texto, por lo que existe cierto rechazo hacia el mismo.

Lógicamente hay sectores de la comunidad universitaria que no comulgan en lo mínimo con la propuesta que se integró y se oficializó 100 por ciento desde la Rectoría, primero, porque justamente no hubo la sensibilidad política pertinente para tomar en cuenta las voces contrarias y menos aún para hacer modificaciones que públicamente se hicieron al documento oficial de la reforma universitaria.

Como sea, se cumplió el trámite de que el documento fuera aprobado en el seno del Consejo Universitario, y de ahí se envió al Ejecutivo estatal para, en el uso de las facultades que la ley le confiere, desde ahí se ponga a consideración de los diputados que integran la LIX Legislatura mexiquense, quienes al final del día serán los responsables de avalar esos cambios.

En esa parte del proceso vamos justamente, en que el Ejecutivo del Estado de México envié a la Legislatura local ese texto como una propuesta de reforma, lo que, de concretarse, generará nuevamente un enfrentamiento entre los diputados que tienen por consigna la aprobación del mismo y aquellos que sí han escuchado las voces discordantes que exigen una mayor reflexión sobre el tema, incorporar otros puntos de vista y, quizá lo que más comezón causará: insisten en la necesidad de discutir el asunto en la próxima Legislatura, justo donde el Ejecutivo estatal no tendrá una mayoría que le saque el documento vía fast track.

Quienes están en contra de la aprobación de la mal llamada reforma a la Ley Universitaria insisten en que la próxima Legislatura local será mucho más “crítica” hacia algunas medidas propuestas en la reforma, por lo que no permitirán que ésta se consume tan fácilmente, lo que obligaría incluso a un ejercicio de consulta mucho más abierto, ahora ordenado y encabezado desde el Poder Legislativo local.

Si la propuesta de reforma es enviada por el Ejecutivo estatal esta misma semana a la Legislatura local, ya estaremos viendo en las próximas horas las movilizaciones, marchas, plantones y protestas de estudiantes, quienes, por cierto, regresan a clases el próximo 6 de agosto, fecha que esperemos no se vea manchada, e incluso retrasada, por la efervescencia que seguramente motivará el tema, principalmente entre el alumnado no conforme con esta medida.

El PRI mexiquense en el abandono

A no ser por unas cuantas secretarias, el edificio del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional luce prácticamente en el abandono. Si es que están, por lo menos los dirigentes, han de andar todavía de vacaciones, porque ayer no apareció ninguno por sus oficinas.

Los rumores van y los rumores vienen, pero oficialmente nada se ha dicho sobre quién está al frente de ese instituto político en el Estado de México.

Nos dimos ayer una vuelta por esas instalaciones, pero lo único que encontramos fueron rumores, vacíos y unos cuantos inconformes que todavía acuden, casi todos los días, según ellos mismos dijeron, a ver si les pagan lo que les deben. Hay de todo, desde proveedores a los que no se les cubrió la totalidad de lo que entregaron durante las campañas políticas hasta los llamados promotores del voto y coordinadores regionales y municipales a los que, insisten, les deben las dos últimas quincenas del periodo que laboraron durante mayo y junio a favor del PRI mexiquense.

El PRI mexiquense en el abandono.

Pero nadie da la cara, en las oficinas administrativas del Comité Directivo Estatal nadie sabe nada. Una señorita muy amable recibe a los que intentan cobrar y solamente les indica que “todavía no hay pagos”, y los invita a regresar en una semana más a ver “que noticias hay sobre los adeudos pendientes”.

En la secretaría de Organización tampoco hay noticias sobre qué es lo que sigue para el “ejército” priista que se reclutó para las elecciones pasadas, el cual, por cierto, no puede exigir mucho a partir de los nefastos resultados que aportó a la causa del tricolor.

Sin embargo, sí hay en el ambiente un “dejo” de desánimo muy marcado, las caras largas imperan, no hay esa alegría y mucho menos el movimiento que se notaba días antes, hace justo un mes, cuando todo se preparaba para la elección del 1 de julio. Ahora las cosas son muy distintas, desde quienes piensan que vendrá una renovación total hasta quienes opinan que “al PRI ya se lo llevó…”

Lo único que impera ahí el la duda, la confusión, aquello de que “lo único seguro es que no hay nada seguro”.

Sobre el presidente estatal del PRI en funciones, que hasta donde se sabe todavía es Ernesto Nemer Álvarez, pues ni señales de vida. Unos insisten en que ya renunció, que ya vació su oficina, aunque quienes trabajan en la Presidencia del CDE del PRI insisten en tapar esa versión con otras tan poco creíbles como “está de vacaciones”, “está de viaje”, “atiende una comisión” y otras más que difícilmente alguien les cree.

Lo único que se puede comprobar con una breve visita a esas instalaciones es la decadencia y desánimo que ahí impera, a pesar de que hay algunos que sí saben de política que consideran que sería el mejor momento para que pusieran a trabajar, más allá de las reflexiones: la acción, que es lo que más se requiere, reestructuración, reconformación, renovación de cuadros, realineamiento, revisión de estrategias, diseño de nuevas. En fin. Mucho qué hacer, lástima que haya tan pocas ganas de hacerlo.

No es lo que parecía ser

El señor Andrés Manuel López Obrador demuestra todos los días que no es, ni por mucho, lo que dijo ser. Todo lo prometido ha sido transformado, cambiado, modificado, olvidado. Ya no sé si lo de antes era mentira o lo de hoy es más falso que cualquier discurso que antes escuchamos.

Lamentable su designación de lo más granado del salinismo como director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz, de 83 años de edad, y lo peor: su intención de defender sus decisiones diciendo que Bartlett Díaz ha defendido “con todo”, la industria eléctrica nacional.

Manuel Bartlett Díaz, el mejor ejemplo del retroceso morenista.

Bartlett Díaz, representante del priismo arcaico de esta nación, el más oscuro de los oscuros, hoy recordado por la caída del sistema electoral de 1988, pero parece que a muchos se les olvida que es responsable de cientos de casos de desaparición forzada y de múltiples abusos de poder, sobre todo en contra de indígenas del sureste mexicano, de esos a los que López Obrador juró hacer justicia.

Más que incoherencia, más que irregularidad, este tipo de nombramientos, así como el de la próxima secretaria del Medio Ambiente que cree que en la selva lacandona hay duendes, demuestran el mísero tamaño que nos espera en la próxima administración federal, porque si alguien cree que el señor Bartlett ya cambió y ahora va a ser honesto y va a defender la industria eléctrica, sería tanto o más iluso que pensar que el líder estatal de su partido político en el Estado de México, Oscar González Yáñez ya se rehabilitó de la adicción al alcohol y dejará de hacer negocios al amparo del poder público.

Que Dios nos agarre confesados con el pléyade de estrellas de la política nacional que arribarán a partir del primero de diciembre, porque lo que no se hizo bien en 50 años de ejercicio en el servicio público, evidentemente no se va a hacer en los próximos seis años.

La última y nos vamos…

En Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, próximo presidente municipal de Toluca, solicitó ayer formalmente al alcalde en funciones, Fernando Zamora Morales, inicie el proceso de entrega-recepción de la administración pública municipal.

El asunto puede verse desde dos óptimas. La primera refiere que a Juan Rodolfo ya le urge irse enterando de lo que echará mano ahora para su gobierno de “moral renovada”, unos dicen incluso que ya está haciendo cálculos para ver ahora de qué tamaño serán los bonos mensuales que acostumbra asignarse.

Solicita Juan Rodolfo Sánchez Gómez iniciar proceso de entrega-recepción en Toluca.

Otros, los más optimistas, ven con buenos ojos el gesto, en el sentido de que de tal forma habrá oportunidad de revisar a fondo lo que le entreguen y así no quede duda de con qué va a trabajar a partir de que asuma la administración pública municipal.

Esperemos que el objetivo sea el segundo, ya que todo eso jugará a favor de quienes viven en la capital mexiquense, pues en la medida en que haya orden en la entrega-recepción, las cosas podrán arrancar desde el primer día y no habrá aquello del periodo de aprendizaje.

En Toluca no hay tiempo para aprender. Es necesario tomar el ferrocarril en marcha y asumir la responsabilidad desde el primer minuto en que la ley le confiera a Sánchez Gómez el ejercicio del poder. Experiencia, la tiene, ya fue alcalde, malo o bueno, eso los ciudadanos lo calificarán, pero el caso es que ya debe ponerse a trabajar, incluso hay cosas que bien ya podría estar atendiendo, más allá de los eventos recientes que ha encabezado, dizque para agradecer a quienes votaron por él.

Eso de la “post-campaña” en realidad aporta muy poco al bienestar de los toluqueños. Ya las promesas ya las escuchamos en su oportunidad, ahora es momento de trabajo, de agarrar la pala y el pico y ponerse a tapar baches, a trabajar a favor de las zonas en pobreza, y, sobre todo, en acciones y estrategias que reduzcan el creciente fenómeno de la inseguridad que tanto daña a los ciudadanos. Lo demás es demagogia. ¿O no?