Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

 

El nuevo rostro legislativo

 

El resultado de la pasada elección del 1 de julio arroja un nuevo rostro en la Cámara de Diputados del Estado de México. Por primera ocasión en un siglo el Partido Revolucionario Institucional no será ni mayoría ni encabezará el máximo órgano de gobierno de ese Poder: la Junta de Coordinación Política.

Mañana, 5 de septiembre, se instalará la nueva Legislatura en el Estado de México, con una integración totalmente diferente a lo que estuvimos acostumbrados quienes habitamos esta entidad el siglo 20 y lo que va del 21.

Las cosas, parece, serán muy distintas a lo que en la Cámara de Diputados ocurrió las últimas décadas, habrá una nueva forma de dirigir el Poder Legislativo del Estado de México, donde un partido diferente al del gobernador en turno será el que lleve la batuta y, por lo tanto, las cosas no serán ni tersas ni relajadas para el mandatario mexiquense.

No es la muerte ni el fin de los tiempos, simplemente una nueva oportunidad para rehacerse en materia política y entrar de lleno a tiempos en los que la concertación se imponga a la concertacesión a la que nos acostumbraron desde hace tiempo en la Cámara de Diputados.

Faltan todavía acomodos importantes, pues no está decidido, por ejemplo, si los diputados que llegaron a la 60 Legislatura como candidatos del Partido del Trabajo y del Partido Encuentro Social se quiten las máscaras y se vayan directamente a la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), a la cual en realidad pertenecen, o se queden en esos partidos para incluso controlar las decisiones que ahí se tomen.

La nueva conformación política en el Poder Legislativo del Estado de México.

Es decir, Morena, además de ser la fuerza mayoritaria en la próxima Legislatura, tiene la posibilidad de operar para imponer su fuerza y decisiones en por lo menos dos bancadas, la del Partido del Trabajo y la de Encuentro Social.

Tampoco está muy claro si los diputados priistas, unos 12, serán coordinados por la experiencia legislativa de Miguel Sámano Peralta o será otro legislador del Revolucionario Institucional quien dé un paso al frente en esa coordinación, debido a que por el desorden que vive el priismo mexiquense ni hay acuerdos tomados ni mucho menos comunicaciones oficiales que aclaren el panorama de la próxima conformación legislativa.

Para que Miguel Sámano Peralta asuma la coordinación de la fracción legislativa priista primero debe llegar a ser diputado, hasta ayer por la mañana era todavía diputado suplente y no existe información confirmada de que el titular haya renunciado y dé paso libre al hasta hoy líder de la Junta de Coordinación Política de la 59 Legislatura.

Sin embargo, lo que pase o no en ese sentido se tendría que decidir en el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, donde se tendrían que coordinar los consensos necesarios para dar un paso en ese sentido. A ver en las próximas horas qué dicen los priistas, si apuestan por la capacidad y experiencia de Miguel Sámano Peralta o simplemente le hacen honores a la novatez de algún otro legislador con derecho a asumir esa responsabilidad, finalmente se supone que todos tienen la misma capacidad y cualquiera de ellos podría ponerse al frente de la fracción, aunque en honor a la verdad los tiempos no están como para hacer experimentos, por lo que se supone que ir a la segura sería un paso mucho más coherente para todos los legisladores del PRI.

En el Partido Acción Nacional (PAN) las cosas no pintan nada bien, con solamente siete diputados entrarán a un ring francamente adverso para cualquier fuerza política. Sin embargo, hay que reconocer que si alguien sabe de ser oposición y de luchar desde la trinchera que les pongan son precisamente los panistas, quienes, al menos en esta entidad, nunca han sido mayoría y aun cuando su instituto político ejercía mayoría a nivel federal, en los tiempos de Vicente Fox, siempre guardaron prudencia y se mantuvieron combativos y trabajando.

Esa es la ventaja que pudiera tener el panismo en la próxima Legislatura mexiquense, pues ellos no están acostumbrados ni a la opulencia, ni al control del poder y mucho menos a mayoritear, pues en los números nunca han tenido las posiciones necesarias para ejercer esa impositiva posición.

Los que estarán de fiesta, sin lugar a dudas, serán los del Partido del Trabajo, pues a pesar de cinco infiltrados de Morena, pues podrán por lo menos de entrada presumir que tendrán la fracción parlamentaria más numerosa de su historia en la Legislatura del Estado de México, con 11 diputados, prácticamente del mismo tamaño que la fracción del PRI, por lo que ahora sí podrían impulsar con verdadero ánimo algunas medidas que llevan años promoviendo pero que en realidad nunca han podido aterrizar.

Se trata de asuntos que siempre encontraron muros de oposición, quizá más por ideologías retrógradas que por diferencias políticas, como el caso del derecho a matrimonio civil para las parejas del mismo sexo o la libertad de decisión en materia de aborto para las madres mexiquenses que decidan hacerlo antes del segundo mes de embarazo.

L nueva responsabilidad legislativa de los diputados de izquierda representantes de Morena, PT y PES.

Estas son cuestiones que sectores de la sociedad han promovido desde hace varios años a nivel estatal, en parte influidos por medidas que en ese sentido ya se aprobaron desde hacer varios años en la vecina Ciudad de México; sin embargo, habría que tener cuidado porque no se trata exclusivamente de permitir o no que alguien aborte, sobre todo si no se cuenta con una infraestructura hospitalaria adecuada donde existan las condiciones adecuadas para que las mujeres mexiquenses puedan llevar a cabo ese tipo de procesos sin riesgo.

Lo malo radica ahí precisamente, pues en las actuales condiciones que operan las clínicas y hospitales del sector salud del Estado de México prácticamente es imposible garantizar la seguridad sanitaria a alguien que decida abortar. Sin mínimos insumos hospitalarios, como hoy están las clínicas y hospitales mexiquenses, quizá sea más seguro seguir abortando en la clandestinidad que ir a una de las instalaciones de salud pública a intentar realizar una interrupción legal del embarazo.

Desde la minoría absoluta operará ahora el Partido de la Revolución Democrática en la próxima Legislatura del Estado de México. Primero, ni siquiera legalmente tendrá constituida una fracción parlamentaria, dado que para eso se necesita tener mínimo 3 diputados y ellos solamente contarán con 2, su “coordinador” y presidente estatal, Omar Ortega Álvarez, y uno más que le haga compañía.

Por lo tanto el PRD será así como una pequeña piedrita en el zapato de los legisladores de Morena, pues no tendrá peso específico como para entrar a la discusión legislativa con fuerza, simplemente será un arrocito en venta, en venta al mejor postor, para tratar de equilibrar fuerzas.

Hay quien dice que existe la altísima posibilidad de que los dos perredistas se alineen al PRI, desde donde podrían sacar mayor provecho, no solamente económico sino político, porque alegar dos diputados, sería algo comparado con el pregón en el desierto al que nadie quiere ir a escuchar.

El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) también no reunirá los requisitos numéricos para contar con una fracción legislativa legalmente constituida, pues al igual que el PRD tendrá únicamente dos diputados.

Ahí entran en un nuevo dilema político que tendrá que ser resuelto pronto por su líder estatal, que también será diputado local, porque él mismo se garantizó ese espacio, y como a nivel nacional ya salieron a decir que romperían cualquier tipo de alianza con el PRI, como antes la tenían, ahora bien podrían hacerse hacia el lado de los “ganones” de Morena, como casi siempre le ha hecho el Verde Ecologista; es decir, estar del lado del más fuerte, sin importar ideologías y mucho menos principios, de los cuales es evidente que carecen.

Así las cosas, será un paisaje totalmente diferente el de la Legislatura que se instala mañana miércoles en el Estado de México, donde no pinta fácil los días por venir en materia de estructuración del Presupuesto de Ingresos y Egresos 2019 para el Estado de México, y mucho menos el envío de algunas otras propuestas de reformas y adiciones a ordenamientos legales que estaban en curso y que ahora no encontrarán un camino sencillo para su aprobación.

 

Van siete más a Morena

 

Cuando ya habíamos terminado de redactar este espacio de opinión, se generó una nueva declaración del coordinador de los próximos diputados de Morena, Maurilio Hernández González, quien confirmó que siete diputados del PT y PES se sumaron a la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional.

Maurilio Hernández, coordinador de diputados de Morena, confirmó que tendrán 7 legisladores más.

Con ello, la cifra de diputados de Morena en el Congreso mexiquense llega a 38, cifra mágica que le da la mayoría simple a ese grupo parlamentario, suficiente para votar favorablemente o rechazar cualquier iniciativa de reforma o adición a cualquier ley vigente en este momento en el Estado de México, menos promover una reforma constitucional, pues para ello necesitarían la llamada Mayoría Calificada, que quiere decir algo así como las tres cuartas partes de los diputados existentes.

Esos 38 diputados le dan al Movimiento de Regeneración Nacional el mayor margen de acción en su joven historia dentro de la Cámara de Diputados del Estado de México, con lo que, de inicio, dominará seguramente todos los espacios de control y poder del Poder Legislativo mexiquense.

Para comenzar, trascendió que Morena va por la presidencia de la Mesa Directiva para el primer periodo ordinario de sesiones, y podría ser la diputada de Ecatepec, Azucena Cisneros Coss la que encabece ese órgano de control parlamentario.

Azucena Cisneros Coss es parte del grupo de poder que controla Morena en el Estado de México, fue vocera de la maestra Delfina Gómez durante su campaña proselitista por la gubernatura del Estado de México y se le considera extremadamente cercana a ella y a Higinio Martínez Miranda, quienes nadie puede dudar que son la cabeza política de ese instituto político.

Azucena Cisneros Coss es una de las mentes brillantes en el esquema político de Morena, no solo en Ecatepec, donde tienen una de sus mayores fortalezas electorales, sino realmente ha sido capaz de ampliar su campo de acción a gran parte del territorio estatal.

Azucena Cisneros Coss, podría ser la presidenta de la Mesa Directiva de la LX Legislatura local en su primero periodo ordinario de sesiones.

Se trata de una mujer inteligente, joven y de gran capacidad, quien, además, lleva muy buena relación con un amplio sector de los comunicadores del Estado de México, sobre todo con los de a pie, no con los editores ni con los empresarios de los medios de comunicación, sino con los más rifados, los que estuvieron justamente en el recorrido proselitista de la maestra Delfina Gómez Álvarez, quienes, en muchos casos, son también quienes tendrán a su cargo la cobertura informativa de las actividades de la LX Legislatura local.

De confirmarse en las próximas horas ese acuerdo de los diputados priistas, será evidente que el trabajo parlamentario se planea en serio, pues estarían echando al frente los diputados de Morena a una de sus mejores cartas para enfrentar el primer periodo ordinario de sesiones.

 

A aguantar callado

 

La primera prueba de fuego para el gobernador Alfredo del Mazo Maza se vivirá precisamente mañana miércoles, en la instalación de la Legislatura, ya que la ley lo obliga a estar presente en el inicio del Primer Periodo Ordinario de Sesiones, lo cual precisamente ocurrirá en unas horas más.

¿Debe o no debe ir Alfredo del Mazo Maza a la Legislatura? Pues está obligado por la ley, en principio, y en segundo término, quizá su presencia podría ayudar a tersar las relaciones, principalmente con la bancada emanada de la coalición Juntos Haremos Historia.

El gobernador Alfredo del Mazo Maza en su primera prueba de fuego ante la nueva conformación política de la Legislatura mexiquense.

Además, los diputados de Morena, Partido del Trabajo y Encuentro Social también están políticamente obligados a demostrar altura política, buen comportamiento, y a no convertir esa oportunidad en una “cena de negros” en la que se arrojen como leones sobre la figura del primer mandatario del Estado de México, al cual, no se les olvide, deben también respeto si ellos mismos quieren que se les respete.

En realidad esta pinta para una excelente oportunidad de que tanto el Ejecutivo como el Legislativo ofrezcan una cara positiva a la sociedad, y a pesar de que existen miles de inadaptados que quisieran ver prácticamente despellejar al mandatario mexiquense por los “súper diputados” de Morena, la verdad es que en términos republicanos, que tanto pregona su líder nacional, es más constructivo demostrar capacidad política e incluso decencia.

Hay mucho que tienen qué hacer conjuntamente los diputados de lo que será la mayoría legislativa y el mandatario mexiquense, por lo que no suena bien que antes de sentarse a la mesa de las discusiones y concertaciones, ya se estén agarrando a golpes y, sobre todo, al intercambio de señalamientos y acusaciones.

Que no les ganen las ansias de revancha a los señores diputados, y que, por el contrario, muestren que están ahí para algo más constructivo que la crítica y la negativa sistemática, y ojalá que no se les olvide que una cosa es ser oposición y otra muy distinta el ejercicio del poder, no vaya a ser que escupan para arriba y en unos días más se arrepientan cuando su “tótem” tabasqueño sea el cuestionado, no solo por priistas, sino por la sociedad en su conjunto, que al final del día es a la que se deben y por la cuan tendrán que trabajar.

 

La última y nos vamos…

 

Del sexto informe del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que todavía lo es, aunque no parezca, no hay mucho qué decir. Una larga lista de cifras y datos abultados queriendo hacer parecer que se hizo mucho, aunque en los temas verdaderamente importantes como seguridad y corrupción sonó más a disculpas que a realidades.

La esposa y los hijos soltando la lagrimita, no se sabe bien si en un alarde de talento artístico o con verdadero sentimiento porque el periodo de la máxima posición política llegó a su fin como familia.

En fin, por el momento no queda más que brindar el beneficio de la duda, ya que la glosa del informe estará en manos de los nuevos diputados federales, por cierto, también dominados por el Movimiento de Regeneración Nacional, donde seguramente sí habrá voluntad de rascarle hasta lo más profundo con la intención de cotejar que todo lo que se dijo se ajuste a la realidad.

Enrique Peña Nieto y su último informe de gobierno.

Ahora viene lo bueno, pues más allá de la “normalidad democrática” con la que se pretende aparentar una “excelente” relación entre el gobierno saliente y el entrante, es evidente que las cosas no serán tan tersas como parecen, y van al detalle en cuanto a la persecución de la corrupción, lo cual fue, por cierto, la principal bandera de campaña de Andrés Manuel López Obrador.

En lo personal tenía mucha confianza en que un joven político mexiquense tuviera el honor de desempeñar el mayor cargo político de este país, siempre creí que sería un buen momento para México, que tenía las ganas y posibilidades personales, técnicas y políticas de hacer bien las cosas, pero desafortunadamente su salida se da por la puerta trasera, más cuestionado que aplaudido.

También hay que entender que a Enrique Peña Nieto le tocó un momento francamente complicado de la vida nacional, en todos los sentidos, y desafortunadamente no tuvo a su lado un equipo de colaboradores lo suficientemente brillante como para sacarlo adelante.

Los errores se quedan más en la memoria que los aciertos, que, por cierto, sí los hubo, pero se minimizan y no quedan en el ánimo popular, el cual está más caldeado que nunca.

Ahora veremos qué pasa dentro de seis años, cuando, ojalá, estemos despidiendo a quien tomará las riendas de este país formalmente a partir del primer minuto del próximo año. Esperemos que le vaya bien y que cuando le tengamos que decir adiós lo hagamos con más alegría que tristeza y convencidos que millones de mexicanos no se equivocaron. ¿O no?

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