Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

“Calzonzin” mexiquense

 

Cada vez que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pisa el suelo del Estado de México surge un motivo de escarnio público hacia algunos que conforman la administración pública estatal. Ahora el regaño que envió vía video en internet el mandatario del país fue para los responsables de mantener en condiciones de transitabilidad las carreteras que unen a esta entidad con sus vecinas.

Haciendo uso de ese lenguaje tan llano y popular que le caracteriza, López Obrador señaló al responsable de Comunicaciones del Estado de México como “simulador”, de esos que solamente arreglan la casa cuando saben que va a visitarlos la suegra, de los que tapan baches y riegan sellos asfálticos cuando saben que cruzará por ahí una autoridad superior.

Se trata del secretario de Comunicaciones del Estado de México, Luis Gilberto Limón Chávez, el mismo que el día 5 de febrero amaneció “expuesto” en una vinilona colgada en un puente peatonal frente a la clínica 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social, en Toluca, como presunto corrupto, señalado por cobrar “entre” del 15 por ciento para la asignación de obras a los constructores.

Resulta que López Obrador cruzó un día antes por la tortuosa carretera que une al Estado de México con Guerrero y Michoacán, por la zona sur, misma que se encontraba destruida, como la mayoría de las que están a cargo de la jurisdicción estatal para su mantenimiento y reparación, y la pudo observarla en su máximo “esplendor”; es decir, llena de hoyos, fracturada y con la cinta asfáltica semi-destruida en varios tramos.

Luis Gilberto Limón Chávez, nuestro «Calzonzin» mexiquense.

Sin embargo, la habilidad del señor Luis Gilberto Limón Chávez, secretario de Comunicaciones del Estado de México, hizo que al día siguiente la misma vía amaneciera reparada, o por lo menos con la mayoría de los hoyos tapados, pues ese día sí sabía que el Presidente de México arribaría a Tejupilco a un acto en el que se puso en marcha la entrega de becas Benito Juárez a estudiantes de educación media superior.

López Obrador habló en un video de esa forma de “estrategia” de los funcionarios públicos que solamente trabajan cuando saben que arribará una autoridad, y entonces se ponen a trabajar, tal y como se expuso hace muchos años, al principio de los años setentas, en célebre película llamada Calzonzin Inspector.

En esa trama cinematográfica que en su oportunidad fue famosa por su agrio humor en cuestiones políticas, se relataba como Calzinzin, personaje principal de la trama, se convierte en presidente municipal de su pueblo natal, pero justamente para engañarlo y hacerle creer que todo funcionaba perfectamente en su supuesta administración, la bola de arrastrados de sus colaboradores se la pasaban fingiendo que trabajaban, arreglando el escenario cada vez que el alcalde iba a acudir a algún acto público.

Le reparaban las carreteras para que él y su séquito pasaran, decoraban prácticamente las escuelas, incluso con niños “bonitos” y muy bien arreglados, cuando él iba de visita, y en el colmo de la simulación le ponen como “enfermos” a un grupo de atletas de la lucha libre que andaban de gira por ahí en una de esas viejas carpas donde nació la lucha libre en este país.

Obviamente la crítica con relación a esa película de Calzonzin es en el sentido de que existen servidores públicos que únicamente trabajan para simular, para hacer creer al gobernante que todo está bien, que todo marcha sobre ruedas, que las cosas están a la perfección cada vez que la autoridad llega a un sitio. Tal como ocurre en el Estado de México.

¿Alguien ha visto el impresionante aparato de policías estatales y municipales que montan los “jefes” de ese sector cuando el gobernador va de visita a cualquier pueblo? Pareciera que hay convención de policías o que andan tras la pista de El Chapo Guzmán. Lo malo es que cuando el mandatario se retira lo hacen también todos los policías y jamás regresan a esa localidad a brindar el servicio que debería ser ordinario, esté o no esté ahí el gobernante.

Así le hace precisamente el secretario de Comunicaciones del Estado de México, Luis Gilberto Limón Chávez, quien lleva siempre por delante de la comitiva de su jefe a un equipo de bacheo y reparación de carreteras, justo para que cuando llegue el mandatario parezca que trabaja mucho y que todo está en orden en esas localidades.

Pero no es el único, me consta, como el secretario de Educación del Estado de México, Alejandro Fernández Capillo, o quizás sus colaboradores, “decoraron” perfectamente las escuelas del municipio de Tenancingo que resultaron dañadas con los sismos del 19 de septiembre del 2017, para que cuando llegara el gobernador pareciera que estaban “trabajando” arduamente en el programa de reconstrucción de planteles educativos.

Lo malo es que, por lo menos en Tenancingo, las brigadas de “trabajadores” se retiraron tan pronto como se fue de ahí el mandatario mexiquense, una vez que ya se habían tomado las fotos respectivas y nunca más regresaron los supuestos trabajadores del área de Infraestructura Educativa, por lo que algunas de esas escuelitas siguen, a casi 2 años de los sismos, trabajando en las mismas condiciones del 19 de septiembre de 2017, cuando sus muros se vinieron abajo.

Y si hablamos de simular qué decir de los actos “masivos” que organiza la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del Estado de México donde presuntamente se entregan a los labriegos tractores, maquinaria rural como aspersores, cosechadoras, paquetes de aves de postura, borregas y vacas de alto registro, pero cuando se va de ahí el mandatario mexiquense, los animales los suben nuevamente a los tráileres transportadores y los tractores a las plataformas de las empresas que prácticamente solo los prestan para escenario del acto público.

Así lamentablemente trabajan muchas de las áreas del gobierno, lo cual ahora no solamente exponemos quienes nos dedicamos a informar a la sociedad a través de medios impresos, electrónicos y digitales, sino que ya es el propio Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien les levanta el telón y los expone como una bola de “simuladores” que laboran más para la foto de oportunidad que para el servicio de la comunidad. Lamentable.

 

La extinción priista

 

Ya que hablamos de simular, habría que echarle una revisada a lo que lamentablemente sucede en el Partido Revolucionario Institucional, donde a últimas fechas le ha dado a la presidenta de ese instituto político por abrir la boca antes de echar a andar el cerebro.

Su primera “brillante” estrategia que anunció con bombo y platillo ante algunos representantes de medios de comunicación fue “credencializar” a los pocos militantes que quedan en esa fuerza política.

Alejandra Del Moral Vela hizo público su deseo de llamar a los militantes, dicen que algo así como 1 millón en el Estado de México, para que acudan a la sede estatal del PRI y otros módulos itinerantes a obtener una credencial con su fotografía y que expondrá que son miembros activos de esa fuerza política.

La pregunta es ¿cómo para qué van a querer los ciudadanos mexiquenses una credencial de militante priista que hoy prácticamente no sirve para nada? Hay que reconocer que la misma credencial del PRI en los setentas u ochentas podría constituir una gran ventaja para la obtención de beneficios como los llamados “tortibonos”, que no eran más que kilogramos de tortillas gratis, o el suministro de Lecha Liconsa que tenía un precio, simbólico pero precio, para quienes iban por ese líquido lácteo si no llevaban credencial del PRI, pero para quien sí contaba con ésta pues el producto era totalmente gratis.

Sin embargo, hoy las condiciones políticas y administrativas del país son totalmente otras, pues los pocos programas sociales que operará el gobierno federal ya no tendrán ese tipo de “puentes” y ahora la ayuda llega directamente a los beneficiarios, sin pasar por las manos de esos dizque servidores públicos que manipulaban ese tipo de ayuda para favorecer a los que contaban con la credencial del PRI y dejar fuera a quienes no militaban en ese partido político.

Entonces, en los hechos, se trata de una credencial inútil para cualquiera que la obtenga, y solo tendrá algún uso discrecional para un puñado de priistas que seguirán con la esperanza de convertirse alguna vez en candidatos de ese partido político a algún cargo de representación política, lo cual, por cierto, ya tampoco será en automático, como ocurría antes, pues el Partido Revolucionario Institucional hoy debe moverse en un discreto papel de minoría, en el cual cada vez será más complicado llegar a ser diputado, síndico, regidor o presidente municipal por la vía tricolor.

Alejadra del Moral Vela, parece que se quiere quedar sola en el PRI mexiquense.

En un segundo “chanclazo”, la señora presidenta del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, Alejandra del Moral Vela, soltó una triste declaración en torno al despido de decenas de empleados que se registra actualmente en la sede estatal del PRI. Del Moral Vela señaló públicamente que solamente el PRI está “corriendo” a aquellos que no trabajan.

¡Ja! Pienso yo, si eso fuera cierto, la primera que debería ser separada del empleo sería ella precisamente, pues los meses que lleva al frente de ese instituto político no son exactamente como que el mejor ejemplo de trabajo, menos en lo político.

Del Moral Vela y su séquito a lo único que llegaron a la sede estatal del Revolucionario Institucional es a hacer como que hacen. Una de sus primeras tareas de un presidente o presidenta de cualquier instituto político sería fomentar el acercamiento con la estructura social y política de ese partido político, y ni siquiera para eso salió buena doña Alejandra del Moral Vela, pues hay dirigentes de organizaciones y grupos priistas que siguen esperando que algún día se digne en recibirlos para coordinar acciones a favor de la rehabilitación de esa fuerza política que quedó mancillada después de la estrepitosa caída electoral del pasado 1 de julio del 2018.

Cuentan los que ahí trabajan todavía que Del Moral Vela siempre está ocupada, normalmente fuera de la sede estatal priista, comúnmente en su natal Cuautitlán Izcalli donde se le puede ver todos los días en reuniones de café con sus amiguitas y uno que otro “destacado político” de por esos rumbos, pero a la sede del tricolor nada más no acude, menos recibe a nadie, y peor aún a quienes han expresado abiertamente no estar muy de acuerdo con la dirigencia suplente que ella encabeza.

Es un verdadero relajo el que se vive en el Revolucionario Institucional, un partido en franca caída, encabezado por alguien que demuestra todos los días su nula capacidad y liderazgo, a la cual se le están saliendo todas las gallinas del corral, y las pocas que quedan parece que lo único que sabe es maltratarlas o sacrificarlas.

 

El SMSEM se calienta

 

José Manuel Uribe Navarrete enfrenta su primera crisis seria al interior del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México, (SMSEM), el cual dirige. Son los jubilados quienes han puesto sobre la mesa un verdadero desastre administrativo que si bien seguramente no es culpa del nuevo dirigente de los profesores estatales mexiquenses, sí corresponderá a él atenderlo y, en la medida de las posibilidades, resolverlo.

Los jubilados del magisterio mexiquense calculan que su sindicato les debe, a cada uno, algo así como 80 mil pesos, derivado de aportaciones que ellos hicieron al llamado Fondo de Ahorro para la Jubilación y Apoyo Múltiple (FAJAM) y al Fondo de Retiro.

Se trata de fondos de ahorro que los maestros en activo van cubriendo con cuotas quincenales de aportación a su sindicato, dinero que se suponía deberían estar guardado o invertido en algún lado y que, cuando alguien se jubila, termina su vida laboral activa, pues el sindicato tiene la obligación de devolvérselo en efectivo para que la vida sea un poco más cómoda.

José Manuel Uribe Navarrete, obligado a aclarar dónde quedaron los fondos de ahorro de los jubilados del Sindicado de Maestros.

Esas aportaciones se cubren puntualmente en todos los casos, porque a los profesores adscritos al Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México ni siquiera les preguntas si quieren o no participar de esos fondos, simplemente se les deducen de sus salarios, gracias a un convenio que sigue vigente entre el SMSEM y la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de México.

Hasta donde se sabe, la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de México junta esas deducciones salariales y las entrega mensualmente al Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México, y es esa organización gremial la que decide en qué invierte los recursos para intentar fortalecerlos y hacerlos crecer en beneficio de los jubilados.

Lo malo es que presumiblemente tiene varios años que esos recursos fueron utilizados para cualquier cosa menos en beneficio de los agremiados. Primero se supone que el Sindicato de Maestros se convirtió en promotor turístico y creó casas de descanso, que en realidad son hoteles, en sitios como Ixtapan de la Sal, Tonatico o Valle de Bravo, y después incluso en tierras de Guerrero, a unos 30 minutos del paradisiaco puerto de Acapulco.

Con el dinero de esos fondos de los jubilados se construyeron auténticos hoteles donde los sindicalizados podían obtener rentas para ir unos días de descanso con sus familiares, lo que evidentemente generó más dinero, pues nada ahí es gratis, todo se cobra y todo se paga, lo que representa un negocio para el mismo Sindicato de Maestros.

Viéndolo así, se supone que ese dinero lejos de encogerse se debió multiplicar, pues si bien es cierto que se utilizó el dinero para construir esos centros de descanso, luego éste tendría que recuperarse y hacerse más, pues se supone que hubo ganancias vía las rentas de espacios, habitaciones y salones para eventos.

No obstante, algunos de los ex secretarios generales del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México observaron que ese dinero, que era mucho, se podía “pellizcar” para otros fines, por ejemplo, para financiar el activismo electoral de los profesores, tanto a favor de su partido político, el Revolucionario Institucional, como para ellos mismos cuando aspiraron justamente a la secretaría general del SMSEM, siempre en alianza o contubernio con los respectivos tesoreros que han tenido la responsabilidad de administrar esos recursos.

Pero con la caída electoral del PRI vino también la pérdida financiera de esos fondos, pues el compromiso era que los secretarios generales en turno, o sus allegados, dispusieran de ese dinero para sus incursiones políticas, con la condición de que cuando ganaran y llegaran al cargo buscado, con los jugosos salarios que eso conllevaba, pudieran devolver el dinero a las arcas magisteriales.

Pero eso no fue siempre así, pues en cuanto los líderes magisteriales comenzaron a cosechar derrotas en las elecciones locales y federales, de la mano del PRI, pues se vieron en la incapacidad de devolver el dinero, por lo que las mermas aparecieron y pronto éstas fueron elevándose, a grado tal que ahora es más lo que se debe que lo que hay para cubrir a quienes ya se jubilaron.

Esa es la verdad de ese conflicto, el problema es que difícilmente se le podrá cobrar, por ejemplo, a Abraham Saroné, el último que “pellizcó” esos fondos para su frustrada campaña electoral, pues al ser derrotado ya no gozó del jugoso salario que esperaba para poder devolver el dinero de esos fondos de jubilación.

Es un problema que, insisto, José Manuel Uribe Navarrete no propició, pero que hoy, como secretario general del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México tiene la obligación de enfrentar y resolver, porque no se les puede decir a los jubilados que ese dinero ya no está, que simplemente desapareció y que ya no gozarán de ese derecho que tenían a lo ahí ahorrado.

Y en caso de que en verdad esté el dirigente magisterial en la imposibilidad de resolver ese conflicto, pues lo que debe hacer es dar cauce a una investigación, a un arqueo, a una revisión de fondo para determinar cuándo fue que comenzó la fuga, quién la propició, quién se benefició de ese recurso, y actuar como le corresponde, en el marco de la ley, dar vista al ministerio público y buscar se finque responsabilidad penal a quien la tenga.

Quien se queda con cualquier cosa de valor de otra persona, comenzando por dinero, es responsable de robo y de abuso de confianza, incluso abuso de autoridad, y como tal tendrían que ser tratados los ex secretarios generales y ex secretarios de finanzas o tesoreros que pudieran estar involucrados en esta millonaria tranza que ha quedado al descubierto en esa organización gremial que agrupa a más de 100 mil docentes del Estado de México.

No actuar de esta forma, apegado a la ley, convertiría a Uribe Navarrete en cómplice de algo que evidentemente está mal, y, de ser así, él mismo se estaría involucrando en un hecho ilícito que tarde o temprano le estallará entre las manos.

 

La inacción también es complicidad

 

Hablando de complicidad, hay dos asuntos que no por viejos merecen menor atención. Se trata precisamente de la débil actuación del rector de la Universidad Autónoma del Estado de México, Alfredo Barrera Baca, y del secretario de Salud del Estado de México, Gabriel O´Shea Cuevas, para aclarar presuntos actos irregulares que sus antecesores llevaron a cabo en las finanzas de ambas instancias.

El rector Alfredo Barrera Baca ha dicho hasta el cansancio no ser el responsable de presuntos hechos administrativos que pusieron a la Universidad Autónoma del Estado de México en entredicho, como la “venta” de un software al gobierno de Oaxaca que nunca entregaron y que tiempo después terminó en demanda en contra de esa institución educativa por incumplimiento de contrato y técnicamente por fraude.

Luego también el asunto de la llamada Estafa Maestra en la que involucraron a la UAEM al supuestamente recibir contrato millonario de la extinta secretaría de Desarrollo Social del Gobierno federal para la prestación de servicios que nunca realizó, dinero que más tarde salió a la luz pública gracias a información periodística.

Ambos asuntos no corresponden realmente a la gestión del rector Barrera Baca, pero él sí está obligado a actuar conforme la ley y procurar el esclarecimiento de ambos hechos. Más aún, la comunidad universitaria está en espera de una acción legal de fondo en contra de quienes presuntamente ocasionaron ambas situaciones, sin miramientos, haciendo ver que en realidad en la UAEM le ley es ley.

Gabriel O´Shea Cuevas, el silencio también es complicidad.

Lo mismo ocurre en la secretaría de Salud del Estado de México, donde Gabriel O´Shea Cuevas cada día que pasa se acerca más a la calidad de cómplice de quienes propiciaron un desfalco millonario en esa dependencia.

El actual secretario de Salud ya expuso el monto de la deuda que encontró a su arribo en la actual administración estatal, también ha hecho públicas algunas accione encaminadas a tapar los hoyos que le dejaron, por ejemplo, en la compra de medicamentos e insumos hospitalarios, pero no ha hecho mucho porque se aclare el origen de esos faltantes y mucho menos porque se sancione a los presuntos responsables, de quienes evidentemente hay nombres y apellidos, porque ahí no hay como que muchos “probables”, todo el mundo sabe quién le antecedió en el puesto y quién transformó su vida de la sana medianía a la opulencia económica.

Dicen que la mano que roba se puede ocultar, pero la mano que gasta nunca se podrá esconder, por lo que solamente un ciego podría pasar por alto el millonario manejo corrupto que hubo ahí en la pasada administración estatal, cuando Eruviel Ávila Villegas gobernó esta entidad.

O´Shea Cuevas y Barrera Baca no son culpables de esos quebrantos financieros, pero sí son responsables de aclararlos y castigarlos. El doctor que dirige el Instituto de Salud del Estado de México ha dicho que él no es ministerio público ni responsable de contraloría, que él solamente es secretario de Salud y que su única responsabilidad es la salud de los mexiquenses.

Sin embargo, quien calla otorga, y tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata, no vaya a ser que al rato no investiguen ni sancionen a quienes se llevaron el dinero, pero sí se actúe contra quienes, queriendo o no, guardaron silencio y no hicieron lo que sí era su responsabilidad moral hacer: actuar.

 

Potros Salvajes a lo grande

 

Quienes amamos a la Universidad Autónoma del Estado de México y manera particular al equipo de futbol americano Potros Salvajes estamos de fiesta por la decisión de la Organización Nacional de Futbol Americano de ascender al equipo verde y oro a la Conferencia “Jacinto Licea”, que es la máxima del circuito que agrupa a las instituciones de educación superior del país que practican este deporte.

Para Potros Salvajes de la UAEM, escuadra que se constituyó hace 61 años y que es producto del esfuerzo de cientos, tal vez miles, de mexiquenses que dejaron ahí sus rodillas, dedos, hombros, sangre, sudor y lágrimas para el engrandecimiento de la institución universitaria, esta decisión de la ONEFA constituye algo así como llegar a la mayoría de edad.

Sin miles, reitero, quienes de una forma u otra contribuyeron al nacimiento, desarrollo y consolidación de Potros Salvajes como una verdadera escuela de futbol americano para los mexiquenses, no solamente como una instancia deportiva sino como un verdadero centro de formación de hombres y mujeres de bien.

Potros Salvajes de la UAEM alcanzan el reconocimiento nacional y jugarán en la Primera División de la ONEFA.

Y sí, hombres y mujeres, porque tiene también ya buenos años que Potros Salvajes abrió sus puertas a las damas, a través de la práctica del flag futbol, que no implica contacto físico pero que sí demanda gran habilidad y desarrollo físico y mental.

Potros Salvajes le ha hecho mucho bien al Estado de México, le ha hecho bien a la Universidad Autónoma del Estado de México porque ha sido una de sus principales cartas de presentación en el ámbito estudiantil del país, y le ha hecho mucho bien a la ciudad de Toluca, pues además de “fabricar” miles de ciudadanos de bien, ha sido capaz de convertirse en un escaparate que lleva muy en alto el nombre de la capital mexiquense en competiciones de carácter nacional donde ahora se le tiene respeto a los “Potros Salvajes de Toluca”, como los denominan en Monterrey, en Coahuila, en Veracruz y en otras muchas entidades del país.

Potros Salvajes de la UAEM jugará por primera ocasión en la máxima conferencia de la ONEFA, frente a las instituciones más respetadas del país en este ambiente, como los Pumas de la UNAM, Burros Blancos y Águilas Blancas del Politécnico Nacional, y otras grandes instituciones educativas como los Auténticos Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Pero lo más importante es que esto abre nuevas ventanas de oportunidad para que los nuevo talentos de esta disciplina sean observados por buscadores de talento de las dos ligas profesionales que ya hay en México, de las cuales un equipo profesional iniciará actividades en Toluca en unos días más, los Osos, y de ahí también podrían hacer carrera más allá de nuestras fronteras en equipos de Canadá o Estados Unidos, como ya comienza a ocurrir.

Hoy se hace realidad el sueño de grandes hombres que dieron su vida por esa institución auriverde como los hermanos Guadarrama, Leonardo Lino, Luciano Nava Bata, Raúl García, y muchos otros a los que les estaremos eternamente agradecidos por formar algo tan valioso como los Potros Salvajes.

Es una nueva etapa para los Potros Salvajes, una gran oportunidad para la Universidad Autónoma del Estado de México, en la que se necesitará mayor apoyo e inversión para alcanzar buenos resultados, donde seguramente al principio las cosas no serán fáciles, pero se puede perder o ganar, pero el objetivo es seguir creciendo, seguir madurando y llegar en un futuro no muy lejano a los máximos niveles de desarrollo de ese bendito deporte. Todo lo que pase de aquí en adelante será para bien. ¿O no?

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