Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

La ruta de Higinio

Quienes afirman que el “destape” del hoy senador Higinio Martínez Miranda como aspirante a la candidatura del Movimiento de Regeneración Nacional a la gubernatura del Estado de México es muy acelerado y prematuro, bien harían en recordar la historia del ex Presidente de la República, Vicente Fox Quesada, cuando llegó a diputado federal y de inmediato se dijo listo para contender por la gubernatura de su estado de Guanajuato, y, una vez que lo logró, a la semana siguiente anunció que iría por la Presidencia de la República, lo cual logró en julio del año 2000.

Los tiempos y las formas en política han cambiado diametralmente en este país, ya no son los años en que el viejo Don Fidel Velázquez rezaba que “el que se mueve, no sale en la foto”; por el contrario, pareciera que hoy el que más se mueve es al que más le sacan fotos y, por lo tanto, más posibilidades tiene de hacerse famoso y lograr las metas que se plantea.

Eso es lo que parece que hoy sucede con Higinio Martínez Miranda, un sabedor de política, probado y experimentado, amado por unos, odiado por otros, pero al cual no se le puede negar que cuenta con la trayectoria, cualidades personales y pragmatismo necesario para hacer lo que se le venga en gana en materia político-electoral.

Se trata de un personaje que ha recorrido el camino de presidente municipal, diputado local, diputado federal y hoy senador de la República, por lo que ya solo le quedan dos posiciones a conquistar: la gubernatura del Estado de México, por la cual ya contendió alguna vez bajo las siglas del Partido de la Revolución Democrática, y la Presidencia de la República, la cual se ve todavía más lejos pero ni por mucho imposible, sobre todo hoy que la izquierda domina el escenario nacional.

Higinio Martínez, se mueve mucho, y sale en muchas fotos.

El acto donde el dirigente nacional de la CATEM, Pedro Haces Barba, dejó muy claro el respaldo de los sindicalistas mexiquenses de la Cuarta Transformación al senador Higinio Martínez Miranda no puede ser visto como cosa “fácil” o irrelevante. Se trata, por el contrario, de un hecho sin precedente en la historia nacional, pues es un sindicato nacido de la izquierda y que aglutina a todos aquellos trabajadores y empleados marginados por las viejas centrales priistas las que marcan una línea política.

Mientras unos andan agazapados, a la antigüita, los sindicalistas de la CATEM abrieron ya la baraja bajo el concepto de que “al que madruga, Dios lo ayuda”, y establecieron nuevos tiempos políticos para el Estado de México.

¿Cuál debería ser la ruta para el senador Higinio Martínez Miranda si aspira en realidad a buscar la gubernatura mexiquense? Pues es claro que debe “alinear” los astros a su favor, y para ello no hay más opción que aglutinar los verdaderos liderazgos que presenta el Movimiento de Regeneración Nacional para los tiempos por venir.

Lo primero que vivirá Morena es toda una revolución interna en la cual se definirá su dirigencia nacional, la de todos los estados del país, y luego los comités municipales; es decir, una reingeniería de las estructuras políticas sobra las cuales descansan las decisiones políticas más importantes de la nueva mayoría política de la República Mexicana, y ahí es precisamente donde tendrá que poner énfasis cualquiera que aspire a un cargo importante en el futuro político de los ayuntamientos, distritos y estados.

Para que las evidentes aspiraciones del senador Higinio Martínez Miranda se concreten, tendrá que ser capaz de reivindicar el poderío político que se le reconoce al interior del Movimiento de Regeneración Nacional, vía el Grupo de Acción Política, GAP, ese ente que se convirtió prácticamente en la columna vertebral de Morena, pues nadie puede negar que esa fuerza nació desde Texcoco y desde ahí se fortaleció y consolidó hasta arropar al candidato que hoy ocupa la Presidencia de la República.

Hay todavía analistas políticos que tratan de descifrar qué fue primero, si el huevo o la gallina; es decir, si Morena se creó en torno a Andrés Manuel López Obrador, o si la candidatura de AMLO se cimentó sobre la estructura creada por el mismo y que ahora se conoce como MORENA.

En realidad eso hoy es irrelevante, porque el candidato ya es Presidente de México, y la estructura hoy ya se convirtió en la mayoría político-electoral de este país, por lo que “haiga sido como haiga sido”, el resultado hoy es definitivo.

Por eso es relevante también la posibilidad que se maneja recientemente en los corrillos políticos, donde se asegura que Higinio Martínez Miranda irá primero por la dirigencia estatal de Morena, para consolidar la fuerza, para posteriormente ir por la candidatura a la gubernatura del Estado de México, lo cual estaría sellando la posibilidad de salir bien librado en este proceso.

Es evidente que Martínez Miranda no es ni por mucho el único con posibilidades en Morena de hacerse de la dirigencia estatal, mucho menos con posibilidades reales para soñar con ser el abanderado de los de guinda para el Poder Ejecutivo Mexiquense, hay más, muchos más, desde quien actualmente funge como encargada de la Presidencia Nacional de Morena, Doña Citlally, perdón, Yeidkol, hasta un fuerte subsecretario del Trabajo, Horacio Duarte Olivares, quien con pocos aspavientos pero buenos resultados se abre cada vez más cercanía con quien en este momento es evidente que toma las principales decisiones no solo de la Presidencia de la República, sino de Morena y de mucho de lo que pasa en materia política en este país.

Por eso, habrá que esperar a ver cómo se acomoda el resto de las cartas sobre la mesa, quién se atreve y levanta la mano, y quién es el que más le llena el ojo a Andrés Manuel, no solo para dirigir a la mayoría político-electoral en el Estado de México, sino para buscar terminar con la hegemonía política del Partido Revolucionario Institucional en el Poder Ejecutivo de esta entidad.

Un movido Juan Rodolfo

Otro que poco a poco traza su camino rumbo al futuro político de esta entidad es el presidente municipal de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, quien llegó nuevamente a esa responsabilidad gracias a la coalición denominada Juntos Haremos Historia que encabezó precisamente el Movimiento de Regeneración Nacional, con el Partido del Trabajo y el extingo Partido Encuentro Social.

Abiertamente el alcalde de Toluca nunca ha dicho que le interese la gubernatura del Estado de México, pero es evidente que esa posibilidad tampoco esté borrada de su lista de su lista de deseos y mucho menos de sus metas.

Lo particular de Juan Rodolfo Sánchez Gómez es que, lo diga o no abiertamente, él trabaja todos los días para consolidar su imagen pública, su imagen política, su imagen personal y su proyecto político. Y sería necesario subrayar la palabra “SU”, pues se trata de algo mucho más allá de partidos políticos.

Juan Rodolfo Sánchez Gómez, candidato viable para muchos.

Sánchez Gómez demostró en la pasada elección local del Estado de México que está muy por encima de los partidos políticos. Si bien conquistó la presidencia municipal de Toluca por el empuje nacional de Morena, tampoco hay que perder de vista que es claro que pudo haber hecho lo mismo bajo cualquier otra etiqueta.

Originalmente miembro del Partido Acción Nacional (PAN), Sánchez Gómez logró por primera vez la presidencia municipal bajo esas siglas, y así como lo hizo más recientemente bajo el cobijo de Morena, es claro que bien podría ir por esa organización o por cualquier otra, incluso hay quien piensa que pronto podría darles alguna “sorpresita” a más de uno y crear su propia organización política para ir por lo que sigue, pues es un hecho que le sobra “estructura” y está en todas las posibilidades de consolidarla como lo que quiera de cara al futuro.

Sé que muchos cuestionarán lo que voy a decir y otros más se reirán, pero, al tiempo. Juan Rodolfo Sánchez Gómez hoy cabe en cualquier proyecto político, podría quedarse en el aparador que hoy lo cubre, pero podría regresar a su origen panista si Acción Nacional busca un candidato con verdaderas posibilidades de triunfo en las próximas elecciones, aunque eso es algo que también le urge al Partido Revolucionario Institucional y él estará ahí, siempre dispuesto a lo que sea, pues recuerdo que alguna vez en su campaña, en una conferencia de prensa en conocido y céntrico hotel de Toluca, me respondió, pragmático como es, que “el partido político en realidad no es importante, cuando se cuenta con un proyecto político que responda a las demandas ciudadanas y se tenga la capacidad de llevarlo a cabo”. Más claro, ni el agua.

Los priistas decidirán

El próximo 11 de agosto los militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) irán a las urnas en un ejercicio que pretende ser democrático para elegir a su próxima dirigencia nacional. Hasta el momento las cosas están por demás claras.  Alejandro Moreno Cárdenas, gobernador con licencia de Campeche será quien ocupe la oficina principal del viejo edificio priista de la avenida Insurgentes Norte, allá en la Ciudad de México.

Se supone que hay tres aspirantes: Alejandro Moreno Cárdenas, la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, y el ex mandatario de Oaxaca, Ulises Ruiz. Sin embargo, este último realmente ni siquiera pinta, no ha logrado despertar el interés en su candidatura en más allá del 1 por ciento de la militancia del Revolucionario Institucional.

En tanto, la señora Ivonne Ortega francamente se quedó corta. Su página oficial en la red social Facebook demostró no ser suficiente cuando se trata de convocar a la militancia plural del PRI. Se le olvida a la señora ex gobernador de Yucatán que en este país lamentablemente todavía existe una “brecha tecnológica” que deja al margen de los avances del internet, y sus contenidos, a más de la mitad de la militancia priista, la cual, por cierto, sigue sin tener servicio eléctrico, telefónico y mucho más servicio de internet como para ver sus constantes mensajes en los que de todo se queja y todo cuestiona.

Las campañas priistas son y siguen siendo a la vieja escuela, de caminos y acarreados, de visitas a pueblos y rancherías, solamente así se gana, y si ella pretende hacerlo desde la comodidad de su sala o el jardín de su elegante casa en Mérida donde graba sus mensajes difundidos por redes sociales de internet, pues la verdad es que le faltó visión política.

Por ello, Alejandro Cárdenas ganará el próximo 11 de agosto la elección interna del PRI, y, se diga lo que se diga y se critique lo que sea, la verdad es que él será ungido como próximo presidente nacional del tricolor.

Alejandro Moreno Cárdenas, el próximo líder del PRI Nacional.

¿Pero eso es bueno o malo para los priistas? A reserva de que el tiempo me dé la verdad, lo cierto es que un presidente nacional del PRI electo por voto directo de su militancia siempre será mejor que alguien impuesto por algún presidente de la República o por algún poder fáctico.

Es cierto que el peso de algunos personajes y grupos al interior del PRI tendrán un peso definitivo en esta elección interna del Revolucionario Institucional, pero lo que es un hecho es que Alejandro Moreno Cárdenas llegará a esa posición con mucho más respaldo social que cualquiera de sus antecesores, quienes fueron todo, menos electos democráticamente.

Moreno Cárdenas representa a una generación más actual de políticos priistas, a quien le ha tocado los tiempos de la Cuarta Transformación, quien está consciente de que el PRI no es mayoría nacional y que por lo tanto le urge una reconstrucción de raíz si se pretende devolverle el aliento de otros tiempos.

Tiene la oportunidad de hacer las cosas mucho mejor de lo realizado hasta el momento, sobre todo si se toma en cuenta como referencia la actual dirigencia nacional de “transición” la cual realmente no ha sido capaz de hacer nada inteligente para sacar al buey de la barranca, así es que, si se pone las pilas, Moreno Cárdenas, pese a las críticas de sus detractores, podría convertirse en uno de los mejores liderazgos políticos del viejo PRI, al que le urge convertirse verdaderamente en un nuevo PRI.

La última y nos vamos…

En la elección interna del Partido Revolucionario Institucional el Estado de México será un factor definitivo. Quien lo dude, bien podría echarle una revisada a los números y darse cuenta de forma simple que ninguna otra entidad del país podría aportar más votos que la que gobierna Alfredo del Mazo Maza.

Les guste o no a muchos, Del Mazo Maza es también, de entre once, el gobernador de mayor peso más dentro de la estructura política que conserva el tricolor en el país, por ello, lo que haga, diga y hasta lo que no diga el mandatario mexiquense tendrá un peso definitivo en la decisión que tomarán los priistas el próximo 11 de agosto.

Alfredo Del Mazo Maza, factor definitivo en el PRI Nacional.

El gobernador del Estado de México fue cabeza de flecha en los cónclaves de gobernadores donde se tomaron las decisiones definitivas sobre la candidatura de Moreno Cárdenas a la dirigencia nacional del PRI.

Se convirtió también en el vocero más claro de los gobernadores del tricolor en los encuentros sostenidos con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con quien, por cierto, guarda una cercanía relevante que le ha facilitado la gestión pública en beneficio  del Estado de México, y ese factor bien podrían pesar en cualquier movimiento político de este país.

Por ello, será más que interesante observar lo que los priistas mexiquenses expresarán el próximo 11 de agosto en las urnas, donde el liderazgo de Del Mazo Maza serán fundamental, lo que, de facto, lo convertirá también en un peso específico de cara al futuro y la evolución que tenga ese instituto político, si es que quiere alguna vez dejar de ser oposición y pretende recuperar los espacios perdidos. ¿O no?

Deja un comentario

Nombre y Correo obligatorios (Tu correo electrónico no será visible).