Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

Al mejor postor…

Irak Vargas Ramírez, quien fue presidente del partido político estatal Virtud Ciudadana, que luego se transformó en Vía Radical durante la pasada elección de presidentes municipales y diputados locales, vendió la causa al mejor postor que encontró.

El Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) liquidó al partido político con registro estatal, Vía Radical, una vez que éste no logró el 3 por ciento de la votación válida en esas elecciones de diputados locales y presidentes municipales.

A pesar de ese tropiezo, Vía Radical tuvo sus logros, pues siendo el más “pequeño” de los partidos políticos participantes en la contienda electoral, con muy pocos recursos de financiamiento público y en franca desventaja en materia de infraestructura política, lograron ganar dos presidencias municipales y varias regidurías en una veintena de ayuntamientos del Estado de México.

Eso no estuvo nada mal, sobre todo si se toma en cuenta que enfrentó al monstruo electoral llamado coalición Juntos Haremos Historia, que a la postre conquistó un triunfo contundente tanto a nivel federal como estatal, ganando casi en todas las posiciones que estaban en disputa en las urnas.

Irak Vargas vende los despojos de Vía Radical ¿al mejor postor?

Los de Vía Radical enfrentaron a partidos políticos muy grandes, con estructura sobrada, y años de experiencia como el PRI, aliado con Nueva Alianza y Verde Ecologista, y al PRD, PAN y Movimiento ciudadano en esa rara mezcla que unió “agua y aceite” con resultados desastrosos para institutos políticos de gran tradición.

Eso demostró que si se tienen operadores políticos de tiempo completo, sí es posible canalizar el descontento de quienes todavía no encuentran un partido político que los represente y se pueden lograr buenas cosas en materia electoral.

Al ser liquidado como partido político con registro estatal, Vía Radical no se desintegró, en realidad se rehízo en una organización social y política desde la cual se pretendía recupera el registro como partido político; sin embargo, ese objetivo acaba de frustrarse, porque Irak Vargas se sintió con derecho pleno sobre la organización y técnicamente acabó vendiéndola.

¿A quién vendió Irak Vargas? Nada más ni nada menos que a lo que queda del Partido de la Revolución Democrática (PRD), o más bien a una de las tribus perredistas, que son los llamados “Galileos”, que encabezan a nivel nacional Guadalupe Acosta Naranjo, Fernando Balaunzarán y Martha Dalia Gastelum, entre otros.

Los “Galileos” terminaron comprándole la franquicia de Vía Radical a Irak Vargas, y aunque no se saben los términos de la transacción, trascendió que se trata de un pacto político para influir en la llamada refundación del Partido de la Revolución Democrática, proceso al cual Irak Vargas se comprometió a sumar a unos 10 mil miembros de su organización, que dice tener.

Lo que seguramente no les dijo Irak Vargas a los “Galileos” es que en realidad la militancia de lo que quedó de Vía Radical en realidad no la mueve él, pues Vargas fue siempre más bien un “ideólogo” de banqueta que sí aportó pensamiento, principios e ideario político a Vía Radical, pero quien en realidad fue el responsable de la organización política, de armar la estructura y movilizarla hasta convertirla en partido político fue alguien más: Víctor Villafuerte.

Villafuerte era verdaderamente el hombre fuerte de la organización política electoral que primero se conoció como Virtud Ciudadana y luego se transformó en Vía Radical. Él en realidad fue el único responsable de los escasos pero importantes éxitos electorales que tuvo esa organización, él fue quien armó la estructura social que dio vida al partido, y fue quien hizo votar a muchos mexiquenses a favor de esa opción política que prácticamente no contaba con mayor infraestructura que la que desarrolló Víctor Villafuerte.

Lo malo para Irak Vargas, y sobre todo para los “Galileos” perredistas que le compraron el cascarón de Vía Radical, es que en el paquete no va incluido Víctor Villafuerte, el verdadero responsable de organización política de Vía Radical.

Villafuerte se fue, simplemente mostró su inconformidad hacia la decisión tomada por Irak Vargas de aliarse con la tribu perredista de los “Galileos” de la mejor manera en que un hombre de convicciones lo puede hacer: en silencio y sin mayores aspavientos.

Para cualquier partido político donde existan liderazgos con tantito cerebro, Víctor Villafuerte queda ahora como una atractiva opción, pues si fue capaz de crear una estructura política capaz de ganar dos presidencias municipales y varias regidurías sin mayores recursos ni respaldo, claro que podría hacer mucho más en cualquier opción política que lo cobije y aproveche sus dotes de manera positiva.

Mientras, Irak Vargas seguramente se auto condenó a la extinción política, porque cualquiera que tenga un asomo de capacidad de análisis puede observar que el futuro del Partido de la Revolución Democrática no es nada halagador, mucho menos cuando se está del lado de una de las corrientes políticas minoritarias que por más que han gritado y manoteado no han sido capaces siquiera de conquistar algo de moronas para sus miembros.

Dicen que Dios los hace y ellos se juntas, y esto se evidencia cuando dos políticos de medio pelo, de esos de café, se unen para fortalecer sus miserias, pues de Guadalupe Naranjo e Irak Vargas difícilmente saldrá algo importante, sobre todo de cara a la llamada elección intermedia, donde habrá que luchar contra una mayoría aplastante del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y partidos tradicionales que buscan emerger de las cenizas, como PRI y PAN.

Renovación en Morena

Por cierto, la dirigencia nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) emitió ya la convocatoria para la renovación de las instancias de dirección de ese partido político, que es actualmente la principal fuerza política del país, tanto a nivel nacional como para el Estado de México.

La convocatoria en mención señala que Morena elegirá a su directiva en el Estado de México, presidente y secretario general, en una fórmula de paridad; es decir, un hombre y una mujer, el próximo domingo 10 de noviembre.

Antes, deberán realizarse 41 asambleas distritales, en las cuales los militantes de Morena tendrán que ponerse de acuerdo para designar a 10 delegados distritales, 5 mujeres y 5 hombres, que serán los responsables de participar en el Consejo Estatal y votarán directamente para elegir a la nueva dirigencia.

Es decir, 410 personas, 205 mujeres y 205 hombres, serán los que tengan voz y voto para definir al presidente y secretario general que encabezará a la principal fuerza política del país en las llamadas elecciones intermedias en el Estado de México en al año 2021. Así de importante es la elección morenista.

Nadie duda que, de acuerdo al panorama político actual, tanto a nivel nacional como estatal, Morena será el partido a vencer en la próxima elección de presidentes municipales y diputados locales en el Estado de México, y seguramente quien encabece a Morena en ese proceso será quien parta y re-comparta las candidaturas a cargos de elección popular.

Hasta el momento se tiene perfectamente claro dos aspiraciones: la del senador Higinio Martínez Miranda, líder del Grupo de Acción Política (GAP), que es mayoría al seno de Morena a nivel estatal y nacional, y Daniel Serrano Palacios, a quien se considera el mejor “gallo” del grupo de los “Puros” o fundadores de Morena, quien recientemente logró importantes adiciones a su aspiración, sobre todo al integrar el llamado movimiento Por la Unidad Nacional en el Estado de México, donde convergen con otros liderazgos naturales como Emilio Ulloa Pérez, Edgard Huerta, Samuel Ríos, Martín Cortez, Roberto Ángeles y Rommel Madariaga, entre otros.

Higinio Martínez Miranda ¿va o no va por presidencia de Morena

Por cierto, esta nueva estructura política de Morena, en la que suman esfuerzos varios grupos de peso específico de diversas regiones de la entidad, lleva a cabo en las últimas semanas un interesante ejercicio de asambleas informativas en las que recorren los 41 distritos electorales locales convocando a la participación de la militancia. El principal mensaje es “que nadie se quede fuera”, hacer de la próxima elección de la dirigencia estatal un sinónimo de participación y pluralidad, lo que podría dar buenos resultados en su intento de impulsar la candidatura de Daniel Serrano Palacios a la dirigencia estatal y Bertha Lujan a la dirigencia nacional.

Por el otro lado, en el Grupo de Acción Política (GAP), las cosas parece que se toman con más calma, como si confiaran más en el peso específico de la estructura que han movilizado una y otra vez para causas electorales, como la más reciente elección de gobernador en el Estado de México.

Ahí, el senador Higinio Martínez Miranda, al menos aparentemente, ni suda ni se acongoja, parece más mesurado, incluso a la hora de aceptar o no la posibilidad de que él mismo vaya por la presidencia de Morena en el Estado de México o que lo haga por interpósita persona.

Martínez Miranda mueve sus fichas en el tablero, enlaza voluntades políticas de diputados locales y federales, obviamente del resto de sus fuerzas en el senado, para que, a la hora necesaria, se haga la movilización electoral necesaria, primero para imponer a sus representantes como delegados estatales en las asambleas distritales, y ya con sus fuerzas afinadas ir al Consejo Estatal con todas las posibilidades de triunfo, pues es tan fácil deducir que quién logre más consejeros en las asambleas distritales tendrá prácticamente ganada la elección en el Consejo Estatal.

Los efectos de la elección

Con los plazos, términos y condiciones establecidos en la convocatoria para la elección de la dirigencia estatal de Morena, se crean posibilidades de movimientos políticos relevantes que pueden tener un efecto determinante en el espectro político mexiquense.

En principio, si se confirma que Higinio Martínez Miranda va por la dirigencia estatal de Morena, él tendrá que solicitar permiso al cargo de Senador de la República, posición que ocuparía su suplente, Ricardo Moreno Bastida, actual Secretario del Ayuntamiento en Toluca.

Este enroque por supuesto que afectará a Toluca. Le guste al que le guste, Moreno Bastida es el hombre fuerte de la administración que encabeza el alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez, está metido realmente en todas las áreas de la administración municipal, sobre todo en las relevantes: seguridad pública y control político. Su salida obviamente afectará de un amplio espectro de programas y acciones que están en marcha en la capital mexiquense.

La disyuntiva la tendrá frente a sí el presidente municipal de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, quien tendría que echar mano de lo mejor que tenga en la chistera para hacer esa suplencia. Mario Montiel, luego de Ricardo Moreno, es quizá el hombre de mayor experiencia y capacidad del equipo de trabajo del munícipe de la capital, y él pudiera ser en quien descanse el movimiento, aunque también existen otras personas en torno a Juan Rodolfo que podrían recibir ese honor.

Ricardo Moreno Bastida. Se va, se va, se va…

De no ser Higinio Martínez Miranda quien vaya por la presidencia estatal de Morena, por el Grupo de Acción Política, se ha dicho recientemente que él mismo pudiera impulsar la candidatura de la actual diputada local por Ecatepec, Azucena Cisneros Coss, quien ha tenido su fuerza en el Congreso local y demostró en su oportunidad el tamaño político, sobre todo cuando presidió la mesa directiva de la Cámara de Diputados, que fue quizá su mejor momento, por lo que tiene con qué ser tomada en cuenta.

Si fuera ella la carta que juegue el GAP, entonces Higinio Martínez se mantendría en el senado de la República en espera de los tiempos adecuados para ir por la candidatura de Morena a la gubernatura del Estado de México, y, en consecuencia, Ricardo Moreno Bastida podría continuar en su posición de Secretario del Ayuntamiento de Toluca.

Sin embargo, en los pasillos del ayuntamiento de Toluca se rumora a todo volumen que “Ricardo ya se va”, que podría incluso ser la próxima semana cuando deje ese cargo para atender otros proyectos. ¿Cuáles proyectos? No me gusta especular, y no lo haré, hasta que cuente con información suficiente sobre el propósito. No vaya a ser que él sea a quien impulse el GAP.

Hay que recordar que Ricardo Moreno Bastida presidió en su oportunidad al Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Estado de México, y no lo hizo tan mal, por lo menos no lo hizo pedazos como si lo logró más recientemente, por ejemplo, Omar Ortega Álvarez, que terminó entregando la dirigencia estatal a un grupo de desconocidos que no han sido capaces ni de encontrar la llave que abre la puerta de sus oficinas, porque simplemente no existen.

El informe de la credibilidad

El próximo mes de septiembre el gobernador Alfredo del Mazo Maza está obligado a dar cuenta del estado que guarda su administración. El debate, como cada año, ha sido en la Cámara de Diputados acerca de la posibilidad de “obligarlo” a que se presente ante el pleno y, de forma personal, presente lo que será su segundo informe de labores o de avances, como se le ha dado en llamar en los últimos años.

La verdad es que si lo manda por escrito, como seguramente será, o si de casualidad toma la iniciativa de ir a enfrentarse a la cena de negros en el pleno de la LX Legislatura local, eso no va a cambiar de modo alguno el fondo del asunto.

Lo importante es que el titular del Ejecutivo estatal presente un balance realista y sensato de lo realizado en los últimos 365 días. Qué se hizo, qué falta, eso es lo que a la mayoría de los mexiquenses interesa, pero, por sobre todas las cosas, lo que los ciudadanos demandan escuchar es qué se va a hacer para remediar los problemas urgentes de esta entidad, sobre todo en rubros como seguridad pública, que es el máximo dolor de cabeza en el Estado de México, seguido de salud, donde por más pronunciamientos oficiales lo cierto es que la realidad que se viven clínicas y hospitales no es nada diferente a la de hace un año.

El gobernador Alfredo del Mazo llega a su segundo informe de labores en la peor crisis de credibilidad de la historia.

En el próximo informe de Alfredo del Mazo sería importante escuchar si ya por fin se pondrá en marcha por lo menos una obra pública importante. Si usted dialoga con los miembros de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, escuchará que ellos están verdaderamente afectados porque llevan dos años esperando que esa actividad se mueva, y para que eso ocurra se necesita poner en marcha los grandes proyectos de infraestructura, esos que no aparecen por ninguna parte.

“Solo unas cuantas acciones para tapar baches en carreteras y vialidades de jurisdicción estatal”. Eso es lo que me dijo uno de los integrantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, y por eso es tan importante que el gobernador diga al respecto. Si nuestro mandatario mexiquense tuviera la buena ocurrencia de poner en marcha ese tipo de obras importantes, muchas cosas de dinamizarían y la situación económica que hoy se vive se modificaría de manera positiva.

Sin embargo, el mayor problema que enfrenta hoy Alfredo del Mazo Maza no son los diputados locales, si se presenta o no ante el pleno a rendir cuentas. El máximo problema que debe enfrentar, al igual que la mayoría de políticos, incluyendo al propio Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se llama credibilidad.

Lamentablemente este país vive una severa crisis de credibilidad en la política. Ya nadie cree en los políticos, aunque verdaderamente trabajen, aunque la gente vea que se está haciendo una obra o se lleve a cabo una acción de gobierno positiva, ni así cree la gente que eso tenga un beneficio.

Es inconcebible, al menos para quienes operamos información en redes sociales, observar que cualquier cosa que diga una autoridad, sea municipal, estatal o federal, de inmediato recibe cientos, miles de réplicas, en las cuales se cuestiona normalmente de dónde sale el dinero con el que las obras se llevan a cabo, y luego vienen una larga lista de estupideces en las que se cuestiona de todo.

Por ejemplo, si un alcalde o el mismo gobernador informa de la entrega, por ejemplo, de paquetes de útiles escolares a estudiantes de escuelas públicas, no falta quien de inmediato sango con cosas como “¿y cuánto se gastaron en eso? ¿Por qué mejor no dan trabajo a los papás para que tengan para comprar los útiles a sus hijos? De la compra de los útiles ¿con cuánto se quedaron? ¿Por qué en lugar de regalar útiles no les dan para comer? O sandeces de ese tipo.

Es decir, si la autoridad hace, porque hace, y si no hace, pues peor, porque la crítica es todavía más severa. Ya nadie está contento o satisfecho por nada. Siempre vendrá la frase fatalista de: “pues es su obligación…”

Eso es realmente lo que enfrentará Alfredo del Mazo Maza los primeros días del mes de septiembre, un pueblo poco receptivo, una comunidad que creo que ya no cree ni en Dios, y que por supuesto provocará que diga lo que diga, presente lo que presente, de todos modos nadie va a creer en lo que diga.

Eso afecta realmente a todos, porque esa forma tan despótica, crítica infundada, le está haciendo mucho daño a nuestra sociedad. Hay un principio chino que dice que “la gente solo cuida y respeta lo que ama, lo que aprecia”, y si la población no valora en lo mínimo aquello que hace la autoridad, pues evidentemente nunca lo va a apreciar y menos amar, cuidar y preservar. Por eso estamos como estamos.

La última y nos vamos…

Le preocupación que expresó el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México, Alfredo Barrera Baca, en torno a la apretada situación financiera que vive la institución, no se tomó muy bien en la base laboral de esa institución.

Si él está preocupado, imagínese usted como estarán los que podrían quedarse sin aguinaldo, prestaciones laborales de fin de año, e incluso el mismo salario.

La situación es más que difícil, y la única alternativa está nuevamente en el gobierno federal, donde, incluso, parece que tienen retenida una parte de los recursos que corresponderían, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos 2019 a las instituciones públicas de educación superior.

Advierten tormenta en la UAEM.

Es decir, a más de la mitad del año, en el mes ocho, agosto, la Federación no ha liberado casi la mitad del dinero que les corresponde, a pesar de que son dineros etiquetados desde el Congreso de la unión y que, evidentemente, el gobierno federal no puede ni debe canalizar a ninguna otra área.

Si no ha sido capaz el gobierno de México de entregar el presupuesto total ordinario a las universidades y el Politécnico Nacional, ¿será capaz de echar un salvavidas financiero y facilitar el cierre del año sin que veamos, no solo en el Estado de México, sino en muchas otras entidades del país, maestros y trabajadores administrativos universitarios demandando su sueldo por las calles? Veremos.

Deja un comentario

Nombre y Correo obligatorios (Tu correo electrónico no será visible).