Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

Adversidad electoral

 

A diez días del arranque de las campañas proselitistas en el Estado de México, los candidatos y sus respectivos equipos velan armas y afinan detalles para lo que saben que será un enfrentamiento desgarrador, muy rápido e intenso, porque son muchas las voluntades que se tendrán que ganar, en muy pocos días.

El Estado de México tiene características específicas que complican la realización de cualquier campaña política. El objetivo es atraer el apoyo de la mayor cantidad de ciudadanos en edad y capacidad de ejercer el sufragio el próximo 1 de julio.

El Estado de México no es la entidad de mayor extensión territorial del país, pero sí es quizá la entidad más complicada desde el punto de vista de geografía humana.

Aunque nadie se pone de acuerdo en la cantidad de personas que habitan en el Estado de México, se supone que ya somos algo así como 17 millones, de los cuales estarían en la Lista Nominal de Electores poco más de 11 millones, lo que implica que quien aspire, por ejemplo, a convertirse en senador de la República, tendría que entrar en contacto con algo así como la mitad más uno de esos 11 millones para por lo menos tener la oportunidad de que lo conozcan.

En el caso de las presidencias municipales púes hay contrastes muy serios. Mientras el municipio de Ecatepec o Nezahualcóyotl albergan a más de 1 millón de habitantes, hay otros como San José del Rincón, Rayón o Calimaya que no tienen más de 10 mil habitantes. De ahí que la relación voto-recorrido es muy dispar.

Las reformas a la ley electoral del país y del Estado de México han complicado también la posibilidad de utilizar medios masivos de comunicación, incluso los alternativos de antaño como las bardas o las carteleras espectaculares, pues esas opciones cada vez están más fiscalizadas y todo el mundo tiene “miedo” de que lo acusen de gastar de más.

De ahí que los medios de comunicación formales, como los periódicos o revistas, los cuales antes eran de lo más efectivo para acercarse al electorado, ahora hayan pasado a un segundo o tercer término y casi nadie recurra a ellos, también dizque por miedo a la fiscalización.

Entonces la pregunta sería ¿cómo llegar a 1 millón de potenciales electores en menos de un mes de campaña sin ayuda de medios formales o alternativos de comunicación? Pues en realidad eso es casi imposible, es una simple aspiración el lograrlo y, en términos reales, nadie lo logrará, no por falta de ganas, sino porque ahora las campañas de a “tierra” son más complicadas, más caras y sus resultados son insignificantes.

Vamos a suponer que en un pueblo como San José del Rincón o San Felipe del Progreso se pretenda y se logre reunir a una gran cantidad en el escenario más grande de esas localidades, como sería la plaza de toros, palenque o lienzo charro. ¿Cuántos podrían entrar en esos sitios? ¿10 mil? ¿15 mil? No más. Y esos 15 mil –que en realidad nunca reunirán—qué significaría en cuestión de impacto electoral. Pues muy poco, menos del 10 por ciento en voto real; es decir, unos mil 500 votos.

¿Eso es mucho o es poco? Es mínimo, pues para comenzar los asistentes irán a este tipo de eventos si se les ofrece algo, desde el lunch para aguantar el hambre, una despensa para llevar a sus hogares, o dinero, dinero en efectivo con el cual solucionarían alguna contingencia económica. ¿Y eso es caro? Pues en realidad sí, es muy caro, es más caro de lo que costaba anteriormente un spot de radio o de televisión que se supone tendría mayor impacto en el ánimo de los electores.

Ese es uno de los asuntos que se tendrían que tomar muy en cuenta y precisar si las reformas, limitantes y fiscalizaciones han hecho realmente “ahorrar” en materia de gasto electoral o simplemente encarecieron las elecciones.

La verdad es que la segunda opción gana; es decir, esas reformas encarecieron las elecciones y redujeron la posibilidad de llegar al potencial electorado, lo que quiere decir que los dos principales objetivos del aliento a la democracia no se están cumpliendo: no se está ahorrando en esta materia, por el contrario, se empujó a un gasto “subterráneo” mayor al formal, y tampoco se está alentando la participación ciudadana; por el contrario, hoy cada vez menos ciudadanos tienen posibilidad de estar en contacto con sus candidatos, aunque sea a través de un spot de radio o de televisión.

 

La guerra por las frecuencias de radio y televisión

 

Otro fenómeno que nos espera con el arranque de las campañas proselitistas de los aspirantes a presidentes municipales y diputados locales en el Estado de México, será una guerra encarnizada por los espacios en los medios electrónicos de comunicación.

Cualquiera que pierda una hora de su vida frente al televisor, para ver una novela, caricaturas o un partido de futbol, se dará cuenta que en este momento la barra programática de la televisión ya está llena de spots de los candidatos a la Presidencia de la República, de las instituciones electorales, incluyendo los tribunales de esa especialidad, y los propios partidos políticos con sus campañas “genéricas”, como insisten en llamarles, aunque en realidad no sean genéricas.

Pero a eso todavía habrá que sumarle, a partir del día 24 de mayo, los spots publicitarios que a nivel estatal proyectarán los candidatos locales y sus partidos políticos, y, por si hiciera falta, todavía algunos candidatos de los llamados independientes.

Es decir, a partir del 24 de mayo habrá todavía más propaganda política en la televisión, y pasará lo mismo en la radio, por lo que los potenciales electores, lejos de involucrarse más en el proceso electoral en marcha, terminarán fastidiados de escuchar tanto de política, políticos y partidos políticos, lo que lejos de atraer a más electores a las urnas, simplemente los ahuyentará.

Esa es la otra cara de las elecciones, algo que casi nadie ha dicho porque aparentemente la autoridad electoral federal y estatal no quieren reconocer que el marco legal que rige hoy las elecciones no es ni por mucho el mejor.

Pero ¿a quién le conviene en realidad que los ciudadanos se saturen, fastidien y alejen del proceso electoral? Pues se supone que a nadie, se supone que a las autoridades electorales, federal y estatal, les pagan para lograr que cada vez más mexicanos ejerzan su derecho al sufragio, y se supone que a los partidos políticos les debería interesar que más ciudadanos participen en las votaciones, pero la verdad es otra.

No existe una explicación real, por lo menos lógica, pero parece que todos los involucrados en las elecciones están más interesados en alejar a los ciudadanos de las urnas, que en atraerlos. Y si no creen, pues simplemente que se revise qué es en realidad lo que los partidos políticos y autoridades electorales están haciendo para captar mayor votación.

Nadie en su sano juicio podría pensar que entre más spots en la radio o televisión habrá más votos en las urnas el próximo 1 de julio. Eso no es cierto, la verdad es que lo único que están provocando es que la gente, los potenciales electores, se fastidien de ese “bombardeo” mediático que realmente ya fastidió hasta las viejitas o amas de casa que se la pasan horas y horas frente al televisor para no perder detalle de su novela favorita.

Ya ni ese espectro del auditorio televisivo está interesado en las decenas de spots proselitistas que se transmiten cada corte de estación. Lo único que están creando es rechazo a la elección, no hacerla atractiva, sino hacerla repetitiva y que fastidie. Si alguien pensaba ir a votar en diciembre pasado, pues ahora francamente ya muchos cambiaron de opinión, y a partir del 24 de mayo serán todavía más los que, fastidiados, preferirán hacer cualquier cosa, menos ir a ejercer el voto, ni por uno ni por otro.

 

Futbol y elecciones

 

Las elecciones ya se metieron también en un asunto que millones en este país consideran “sagrado”, y eso es el futbol soccer, el deporte más popular, nos guste o no, de esta nación.

Ahora resulta que la final del Torneo de Clausura 2018 que disputarán esta semana los equipos de los Diablos Rojos de Toluca y el Santos Laguna tendrá como parámetro precisamente las elecciones en nuestro país.

Las autoridades electorales, llámese Instituto Nacional Electoral, obligaron a la Federación Mexicana de Futbol a programar la realización del juego de vuelta, o sea el definitivo de la Final del torneo, en consonancia con el segundo debate presidencial que se prevé para el próximo domingo en la ciudad de Tijuana, Baja California.

Como todo el mundo sabe, el Deportivo Toluca, que será local en el juego de Vuelta de la Final del futbol mexicano, juega normalmente los domingos a las 12:00 del mediodía, pero ahora no los dejarán hacerlo, precisamente por el debate entre los candidatos a la Presidencia de la República.

El juego entre el Toluca y Santos se programará para las 19:00 horas del domingo, esto con la intención de dejar frente a las pantallas a miles, tal vez millones, de personas, con la idea de que terminen de disfrutar el juego de futbol y luego “disfruten” del debate presidencial.

No sé realmente si la medida sea buena o mala, habría que preguntárselo a los aficionados del Toluca, que en lugar de ir a ver a su equipo al mediodía del domingo, lo tendrán que hacer de noche, lo que evidentemente tendrá otros impactos en sus hábitos del día domingo.

También habrá que calcular el “festejo” que eventualmente podría registrarse en la capital del Estado de México, si el equipo choricero se corona, pues en lugar de ser 2 o tres horas al mediodía, pues esto podría darse en la noche, con los consecuentes riesgos que eso implica para las autoridades responsables del orden público.

Y por lo que hace al debate presidencial, realmente me cuesta mucho trabajo creer que los aficionados al futbol soccer se vayan a quedar a ver la transmisión del debate presidencial.

Los que acaben con unas cervezas en la panza, seguramente preferirán poner una música ranchera o de banda para seguir disfrutando de las caguamas, y ni por mucho pienso que haya interés en ver otra vez la campaña de “Todos contra AMLO” que se transmitirá casi que en cadena nacional.

 

En riesgo la estrella de Ocoyoacac

 

Ya cuando parecía que las cosas se estaban arreglando en el municipio de Ocoyoacac, pues resulta que las aguas se volvieron a caldear. El candidato priista a la presidencia municipal de esa localidad, el ex timbiriche Eduardo Capetillo, ya se peleó a con sus “patrocinadores” y ahora resulta que ya tiene la candidatura, pero ahora no tiene dinero para su campaña.

A tal grado llegó la bronca que incluso le pidieron a Eduardo Capetillo que devuelva las oficinas que le habían prestado en Ocoyoacac para hacer su campaña, porque hay que recordar que él ni casa tiene en esa localidad, y lo más cercano para su operación política era el rancho de su familia que en realidad se encuentra en Capulhuac, no en Ocoyoacac.

Las cosas no parecen mejorar para el actor y cantante, y por más que han intentado respaldarlo desde el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, las cosas no mejoran, en buena medida por el carácter complicado que le caracteriza.

No logró crear los consensos con los grupos priistas tradicionales de Ocoyoacac, y ahora tampoco pudo mantener los que le mantenían a flote, principalmente el grupo empresarial que estaba dispuesto a subsidiar su campaña.

Todos podrían creer que a una ex estrella de la televisión y del espectáculo lo que le sobraría es dinero para una campaña proselitista, pero la realidad es otra, no cuenta con lo mucho que hoy se requiere para enfrentar un proceso electoral de esta magnitud, y mucho menos para armar la estructura ciudadana que sea capaz de sacar a flote lo que parece que ya se convirtió en capricho.

Y si de problemas hablamos, pues un factor determinante en el futuro de Eduardo Capetillo parece ser el ex presidente municipal de Ocoyoacac, Tito Castillo, quien ya se sentó la semana anterior con la representación formal del Movimiento de Regeneración Nacional, para negociar acerca de los casi 10 mil votos que se supone representa, los cuales podrían ser definitivos en cualquier elección.

Si hubo acuerdo o no entre Tito Castillo y Morena nadie lo sabe con exactitud, porque los términos y detalles no se han dado a conocer oficialmente, pero lo que es un hecho es que el ex alcalde y los grupos que él representa van a apoyar a cualquiera, menos a Capetillo.

 

La última y nos vamos…

 

El fin de semana anterior se difundió con cierta intensidad la supuesta “traición” de David Korenfeld Federman al PRI, a Enrique Peña Nieto y al oficialismo de este país. Hasta donde se sabe, el ex presidente municipal de Huixquilucan y ex director de la Comisión Nacional del Agua, ambos cargos ejercidos al amparo del hoy Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, es ahora asesor de Andrés Manuel López Obrador en materia hidráulica.

Y es que hay que reconocer que Davir Korenfeld sí es un hombre muy enterado del asunto hidráulico de este país, cuenta con estudios de alto nivel en esa materia, y alguien que aspire a gobernar este país sabe que ese asunto, el agua, es prioritario cuando se busca mantener la estabilidad social o cuando se habla de desarrollo económico.

En este país y en el mundo entero el agua es un factor de desarrollo; las naciones que cuentan con ese recurso natural, presuntamente renovable, pueden aspirar al desarrollo económico, productivo, social e incluso político, las naciones que carecen de agua tienen que gastar mucho en obtener el líquido y eso limita sus capacidades de crecimiento.

¿Qué hizo que David Korenfeld dé la espalda al Presidente de la República y se sume al equipo de Andrés Manuel López Obrador? Pues el primer factor se llama despecho, y eso tiene su origen en la última “gracia” del oriundo de Huixquilucan, aquel evento en el que fue sorprendido utilizando un helicóptero oficial de la Comisión Nacional del Agua para su uso personal, para pasear con su familia.

En ese momento su amigo, el hoy Presidente de la República, le volteó la espalda, le retiró su apoyo, y hay quien dice que ni siquiera lo quiso recibir en la oficina presidencial para que le entregara su renuncia al cargo de director de la Comisión Nacional del Agua que le había solicitado a través de su Secretario Particular, Erwin Lino Zárate.

Dicen que eso le dolió, y mucho, a David Korenfeld, y que eso no ha quedado olvidado, por lo que ahora si Andrés Manuel le abrió la puerta de su equipo, no hay una mejor oportunidad de revancha plena para el experto en agua.

Hasta ahí todo el mundo lo ha visto, pero lo que no han visto con detenimiento es la importancia política de esa adhesión al equipo de Andrés Manuel López Obrador, y no estoy hablando de partidos políticos sino de la comunidad Judía.

David Korenfeld Federman es uno de los miembros más distinguidos de esa comunidad Judía en México, la cual tiene como sede central precisamente el municipio de Huixquilucan. Si Andrés Manuel tiende un puente, vía David Korenfeld Federman, con los judíos mexicanos, estará prácticamente abriendo la puerta de la residencia oficial de Los Pinos.

Para nadie es un secreto que la comunidad judía en México ha decidido desde hace muchos años las elecciones en este país, por su poder económico, político y social, y si éste se va del lado de la balanza a favor de Andrés Manuel López Obrador, las cosas estarán decidiéndose a su favor a más de un mes de la elección presidencial.

Con ello, David Korenfeld Federman estará también trazando su ruta de regreso a las “Grandes Ligas” políticas de este país. Favor con favor se paga, diría mi abuela, y si Andrés Manuel López Obrador ha sido capaz de perdonar los “pecaditos” de algunos distinguidos personajes como la maestra Elba Esther Gordillo o Napoleón Gómez, pues qué no podrá hacer con los de alguien que su único mal fue ir por su familia a su casa en un helicóptero de la Comisión Nacional del Agua. ¿O no?

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