Visión Puntual

Por: José Contreras Contreras

Miedo y educación…

“El miedo no puede paralizar al sistema educativo nacional para retomar actividades”, advirtió la titular de Educación Pública del país, Delfina Gómez Álvarez, y aseguró que “las escuelas estarán abiertas el próximo 30 de agosto para los estudiantes que decidan regresar a las aulas”.

Esperemos que la profesora Delfina no se equivoque y no la vaya a paralizar a ella el miedo cuando la necedad empuje a meter como sardinas a más de 50 infantes o adolescentes en cualquier aula del país, muchos de ellos asintomáticos pero portadores de Covid-19, y en no más de una semana de su deseado regreso a las actividades presenciales en las escuelas la situación se vuelva incontrolable.

Claro que hace falta que niños y jóvenes vuelvan a convivir en las aulas, les urge porque han sido muchos meses de aislamiento, de no relacionarse con los de su edad, de no correr en los patios de las instituciones educativas y hasta de no tener esa catarsis que representa la actividad pedagógica.

Sin embargo, hay quienes olvidan que el éxito de esta medida no solamente depende de la suerte o de la decisión de los padres de familia de enviar o no a sus hijos a las escuelas. No, esto depende de factores sanitarios que en estos momentos están en una condición sumamente complicada, porque el repunte de la pandemia de Covid-19 es real, las cifras –por más maquilladas que sean—así lo indican, y la situación puede ser más riesgosa aún que cuando comenzó esta situación por allá de marzo del 2019.

El regreso a clases presenciales

Mucho se ha dicho sobre la carente infraestructura de la mayoría de las escuelas públicas del país, en particular de las entidades donde las carencias son más que los presupuestos federales y estatales, y, lamentablemente, para el caso del Estado de México las condiciones son extremas en algunas zonas de la entidad.

No son iguales las escuelas de la mayor parte de Toluca que de sus pueblos de la misma zona norte de la capital mexiquense, en lugares como San Pablo Autopan que están muy cerca del centro, del mismo Palacio de Gobierno, pero que prácticamente carecen de todo. Lo malo es que nadie se atreve a reconocerlo.

Ahora las autoridades prefieren subirse a la ola que desde Palacio Nacional impulsa el Gobierno de México, antes de tomarse la molestia de realmente hacer un recorrido y constatar las condiciones que las escuelas presentan para enfrentar el supuesto regreso a clases.

Sobran los ejemplos de escuelas en la periferia de Toluca donde el agua es casi un sueño que solamente algunos días de la semana se puede ver cristalizado, y ni qué decir de la posibilidad de guardar la sana distancia en aulas de 16 metros cuadrados donde eventualmente se citará a 40 niños, o a la mitad si son tantito inteligentes para llevar un programa escalonado de actividades.

¿Y alguien habrá pensado realmente en los profesores? Porque por mucho que la mayoría ya hayan sido vacunados eso no los pone a salvo de resultar contagiados de alguna nueva cepa del virus, o de la inicial, pero con mayor carga virulenta por provenir de un cuerpo con un poderoso sistema inmune como lo es el de cualquier niño o niña.

Los profesores, todos, están cansados y desgastados por el brutal esfuerzo que han hecho para adaptarse, mal o bien, a las circunstancias y mantener a flote su vocación pedagógica que permitió que siguieran dando clases a distancia, vía internet, aunque muchos de ellos antes de la pandemia no sabían siquiera encender una computadora.

Los profesores han hecho todo lo posible para adaptarse a las nuevas circunstancias, se han repuesto de sus propias carencias y de la falta de posibilidades, pero mantuvieron en alto su principal fortaleza: su capacidad de resiliencia para sobreponerse a las circunstancias y seguir dando clases, haciendo todo lo posible porque sus alumnos siguieran aprendiendo.

Sin embargo, ahora se insiste en echarlos a una verdadera trampa en sus propias escuelas. Hagamos votos porque tal actitud no cobre más vidas de las muchas que ya se sacrificaron por el mal manejo que ha habido de la pandemia en este país.

Es cierto que cada estado tomará sus propias decisiones y que incluso en cada hogar serán los padres de familia o tutores los que decidan si los niños y jóvenes regresan o no a las aulas el próximo día 30 de agosto, justo dentro de 18 días, cuando saldremos de dudas y veremos si el miedo paralizó o no al sistema educativo nacional.

El ratón y el queso…

Luis Maya Doro, el “ilustre” presidente municipal de Almoloya de Juárez, ya lo que quiere es que se acabe este año, que den las 12 campanadas que anunciarán el año nuevo, y con ello la toma de posesión de otro alcalde en esa localidad, tan cercana a la capital mexiquense, pero tan lejana del desarrollo y la justicia social.

Dicen que “ya no quiere queso, sino salir de la ratonera”, pues Maya Doro ahora es víctima de sus propias malas decisiones. Primero luchó hasta con patadas por debajo de la mesa para que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) le diera oportunidad para reelegirse, y en ello, dicen, empeñó hasta las joyas que le heredaron sus antepasados, incluyendo el presupuesto municipal.

Luego, cuando en Morena no pasó su solicitud y prefirieron apoyar a Luis Antonio Guadarrama, del Partido del Trabajo, como abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia, por supuesto que Luis Maya Doro hizo berrinche, se encabronó de lo lindo y terminó por desquitar su coraje de la forma más sencilla: la traición política.

Luis Maya Doro debe explicar 91 millones de pesos

Como se dio cuenta que no tenía ningún futuro político en Morena, decidió dar la espalda a las fuerzas de Juntos Haremos Historia y “adoptó” al entonces candidato a la presidencia municipal del Partido Verde Ecologista de México, Adolfo Solís, quien también se quedó con las ganas de regresar a robar nuevamente a la presidencia municipal de Almoloya de Juárez. Perdón, me confundí, quise decir a “gobernar”.

Como su “Delfín” tampoco la hizo en las urnas, pues no le quedó de otra más que buscar “cobija” en el Partido Revolucionario Institucional, y ahí hizo todo lo que pudo con tal de que le hicieran caso, incluso ofrecer que desde la presidencia municipal impulsaría el triunfo de la otra coalición, la que integraban PRI-PAN y PRD.

Pero como todo el mundo sabe “de qué pata cojea” el señor Maya Doro, pues simplemente “le dijeron que sí, pero no le dijeron cuándo”, y todavía sigue esperando que alguien se acuerde de él.

El problema para el presidente municipal de Almoloya de Juárez es que su tiempo se agota. Él sabe perfectamente que no pasará a la historia como el mejor alcalde de ese municipio, y eso que Almoloya de Juárez verdaderamente ha tenido presidentes municipales no malos, malísimos.

Los problemas para Luis Maya Doro van en aumento, sobre todo luego de que la Comisión de Vigilancia del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM) recomendó al pleno de la LX Legislatura local no aprobar la Cuenta Pública del ejercicio fiscal 2019 de Almoloya de Juárez.

¿Será que ya empezó el desquite? Nadie lo puede asegurar, pero lo que es cierto es que en las decisiones de esa Comisión Legislativa tiene mucho peso, tal vez demasiado, el diputado presidente de la misma, Tanech Sánchez, quien está perfectamente enterado de las “gracias” electorales del señor presidente municipal de Almoloya de Juárez.

De acuerdo al reporte que presentó la comisión que preside Tanech Sánchez, las auditorías especiales practicadas a la administración de Luis Maya Doro, revelan que existe una alta proporción de monto de observaciones, respecto del total de presupuesto ejercido. Lo que en español podría traducirse simplemente como que Luis Maya Doro se tranzó o mal gastó más dinero incluso del que tenía asignado para el municipio.

De acuerdo con el análisis del OSFEM, en la administración de Luis Maya Doro hay “observaciones” –léase faltantes—por más de 91 millones de pesos, sobre recursos públicos federales y estatales que recibió la administración municipal de Almoloya de Juárez, gastó o desapareció, y ahora no ha podido comprobar su aplicación.

Esta calificación preliminar de la comisión legislativa de Vigilancia del OSFEM deja muy mal parado al alcalde Maya Doro, precisamente porque es un primer paso de un proceso de investigación administrativa que seguramente no le traerá ningún buen resultado. No es de locos imaginar que si los diputados de Morena ya le bajaron los pantaloncitos para mostrarlo como lo que es, alguien que no supo administrar el dinero del pueblo, pues seguramente no les temblará la mano para dar el siguiente paso, que sería dar parte ante el Ministerio Público para que se ejerza la ley en contra de este “personaje”.

Sin apoyo de Morena, sin su “Delfín” en la alcaldía, y descobijado por el mismo PRI y los panistas, pues el futuro no es nada halagador para Maya Doro, a quien ya se le hace tarde para agarrar camino, poner tierra de por medio y tratar de huir de su irremediable destino en una “cómoda” celda del penal de “Santiaguito”, en su mismo municipio de Almoloya de Juárez.

Humo blanco en la CODHEM

Este jueves, por fin la Comisión de Derechos humanos del Estado de México tendrá nuevamente titular, en la persona de Myrna Araceli García Morón, quien ayer recibió el visto bueno del pleno de la LX Legislatura del Estado de México para su renuncia al cargo de magistrada y presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de México.

Lo de este jueves, en el pleno legislativo, es simple trámite si se hace un análisis frío de carácter comparativo entre los que llegan como finalistas a la tercia que la comisión legislativa de Derechos Humanos presentará ante todos los diputados.

Myrna Araceli García Morón es mucho más preparada, mucho más capacitada y mucho más docta tanto en Derecho como en la administración pública, es una mujer muy capaz para asumir el reto que tendrá adelante, y, sin menospreciar a María Guadalupe González Jordán, ex consejera electoral, y Edgar Humberto Cruz Martínez, miembro de la Comisión de Selección del Sistema Anticorrupción de San Mateo Atenco, pues existe una brecha muy difícil de ignorar a la hora de definir la balanza.

Myrna García Morón, lista para la CODHEM

La verdad es que García Morón tendrá la dicha de llegar a un organismo que francamente vive el mejor momento de su historia, pues a pesar de que los retos en materia de derechos humanos cada vez son más y más complejos, le dejaron el terreno muy bien arado y listo para seguir avanzando.

En nada se parece la CODHEM de hoy a la de hace 20 años, cuando ese concepto empujó se puso de “moda” y llevó a su creación oficial. Son muchos los que han pasado por ahí y han dado lo mejor de cada uno para que la Comisión de Derechos Humanos madurara y llegara al estado que hoy guarda.

Se trata del organismo defensor de Derechos Humanos más robusto del país, en cuanto a entidades de la República se refiere, e incluso habría que revisar seriamente si el organismo mexiquense no ha superado en diversos aspectos al trabajo y estado que actualmente presenta la nacional, pues mientras por allá la politización le hizo mucho daño, aquí el trabajo ordenado y serio permitió un crecimiento sin paragón en los últimos años.

Hay que reconocer la aportación directa de Jorge Olvera García a la consolidación de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, como también habría que hacer lo propio con cada uno de quienes pasaron por la grave responsabilidad de actuar como defensores estatales de los derechos de las mujeres y los hombres del estado más poblado del país y por lo tanto más complejo en esta materia.

Ahora tendrá Myrna Araceli García Morón que trabajar en la continuidad, en hacer que la rotación de mando no impacte en los programas y acciones estratégicas que están en marcha, y, por el contrario, que sea capaz de dar su toque personal y hacer las mejoras a las que haya lugar para llevar a buen puerto a la institución.

Continuidad, no continuismo, porque eso sería como tirarse en la hamaca y dejar hacer y dejar pasar. Claro que hay cosas que se pueden mejorar en la CODHEM, y seguramente así lo hará esta destacada mujer que, con hechos, pone muy en alto al género y a las nuevas generaciones de juristas bien preparados que han sido de crecer y dar muestra que están listos para tomar el control de esta dinámica sociedad mexiquense. Bien por ella, y mejor por su futuro.

La última y nos vamos…

Con la designación de la nueva titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, y lo propio de los nuevos consejeros del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información, los actuales diputados entrarán en el último trecho de su gestión. Lo que se hizo, se hizo.

Es iluso pensar que los diputados locales sacarán pendientes como los que tienen en temas como la interrupción legal del embarazo, al cual le dieron la vuelta todo lo que pudieron y prefirieron hacer caso al arzobispo Francisco Chavolla Ramos antes que pasar a la historia por su liberalismo y verdadero compromiso social, sobre todo con las mujeres.

Todo lo que prometieron al respecto cuando tomaron posesión de las curules se les olvidó con el tiempo y se sumarán a una larga lista de políticos mexiquenses de doble moral, de doble discurso, de los que en campaña dicen que la mujer debe ser la única que decida sobre su cuerpo, y ya cuando se instalan en la comodidad del Palacio Legislativo prefieren seguirse persignando y que las mujeres se sigan muriendo.

El doble discurso de los diputados mexiquenses

Sí, muriendo, porque aunque se trata de una cifra negra, existen miles de mujeres mexiquenses que lamentablemente siguen muriendo en oscuros cuartuchos que son utilizados como “quirófanos” para realizar legrados que les permitan interrumpir, casi a jalones, un embarazo.

No porque las y los diputados mexiquenses no se atrevan a sentar las bases de una atención digna a quien decide abortar, esa práctica no se llevará a cabo. Eso sucede todos los días en el Estado de México, y en el mejor de los casos miles deciden hacer el viaje a la Ciudad de México para buscar asistencia médica digna para atender su situación. El aprobar la interrupción legal del embarazo, con parámetros científicamente adecuados, no es ni por mucho una campaña a favor del aborto, y menos una campaña de promoción para que todas aborten.

Se trata de sentar las bases legales para que, quien así lo decida, lo haga en condiciones sanitarias adecuadas y con más posibilidades de sobrevivir al difícil momento. Incluso sería necesario disponer de ayuda psicológica post aborto. Pero eso es demasiado pedir para nuestros retrógradas diputados. ¿O no?

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