Grupo Puntual / Arturo Baena
NAUCALPAN, México, 17 de Febrero de 2019.- Durante una visita relámpago al estado de México, el Cardenal Francesco Coccopalmeiro, alentó a los mexiquenses a vivir a la luz de la fe, ya que consideró que éste es un don de Dios que cambia la vida, con una positividad increíble.
En su estancia en el municipio de Naucalpan, donde acudió por invitación de la Fundación “Karla Angélica Tello Balderas A.C”, que preside Carlos Tello, así como la Organización Mundial por la Paz, el Cardenal se dijo que “la transición que vive México con el cambio de gobierno, las autoridades deben enseñar a predicar y aplicar sus acciones con fidelidad.
“Los políticos deben tomar los principios y la purificación para hacer una legislación, una práctica siempre mejor. He escuchado que la Constitución misma se quiere reformar, es una época para reflexionar a la luz de la fe y aplicar con gusto y con los principios evangélicos a la Constitución”, recalcó.
Francesco Coccopalmeiro destacó que “si no vivimos con la luz de la fe, ciertos delitos, ciertos abusos, cosas increíbles que suceden en nuestra sociedad, se seguirán cometiendo, por eso es necesario enriquecer el amor a Dios, que él derrama en nuestros corazones”, puntualizó.
Al término de la comida, Carlos Tello comentó que es la tercera vez que el Cardenal visita México, y en esta ocasión Naucalpan, por lo que se sintió honrado de haber acompañado a las autoridades eclesiásticas a un recorrido por la Basílica de Nuestra Señora de los Remedios, la cual celebró 500 años de la aparición de la Virgen de los remedios en esta localidad.
El presidente de la Fundación “Karlita”, como la conocen, lamentó que las autoridades locales no quisieran asistir a esta reunión de amigos, ya que este tipo de acercamientos permiten fortalecer los lazos de amistad y coincidió con el Cardenal, quien dijo que las relaciones personales cambian con la fe, la persona que tiene fe, tiene paz, tiene seguridad, porque se apoya en Dios, tiene fortaleza en las pruebas y las desgracias, finalizó.