Por: José Contreras Contreras

La última y nos vamos…

Cuando quedan solamente unas horas para que concluya la actividad oficial de cara a los festejos de Navidad y Año Nuevo, hay quienes se preguntan dónde quedaron los buenos propósitos de las autoridades que hace poco más de 90 días comenzaron actividades con promesas importantes que distan mucho hoy de ser realidad.

El 15 de septiembre se planteó una transformación casi total del quehacer gubernamental mexiquense, lo cual, hasta el momento, no se ha visto reflejado en beneficio alguno para los mexiquenses.

El cierre del año está en puerta y las cosas, lejos de mejorar, han ido de mal en peor en asuntos como la seguridad pública, combinados con el asesinato de mujeres en esta entidad, para lo cual parece no haber fórmula entre los integrantes del gabinete estatal en el que el Ejecutivo depositó su confianza.

La recién creada Secretaría de Seguridad no aporta mejora alguna a la más importante de las demandas de la sociedad mexiquense: seguridad; la Fiscalía General de Justicia poco o nada ha hecho para aliviar con justicia a una población que cada vez está más ofendida por la larga lista de crímenes sin resolver.

Sin embargo, ellos ya se van de vacaciones, en unas horas más, a partir de las seis de la tarde del miércoles 20 de diciembre la actividad gubernamental se irá prácticamente a ceros, a excepción de las clásicas “guardias” en las que unos cuantos burócratas se quedarán como encargados, simplemente para cuidar los escritorios, porque en realidad no tienen capacidad de atención y mucho menos de resolución.

Pero así son las cosas, así son las reglas de la burocracia, tomar vacaciones para quienes tienen escasos tres meses en la función pública, sin derecho legal a hacerlo, pero como parte de una casta exquisita y muy beneficiada, podrán hacer lo que les venga en gana las próximas dos semanas, comenzando por llevarse aguinaldos y bonos que realmente no han desquitado.

Así las cosas, esperemos que el próximo año sea mejor para esta entidad, tanto en materia política como en los económico y social, pues, de no ser así, los ciudadanos poco a poco han ido aprendiendo que frente a las urnas sí tienen forma de desquitarse, por lo que podría haber sorpresas importantes el próximo 1 de julio, si es que no antes nos dan una sorpresa y se ponen a trabajar en serio. ¿O no?