HAROL Y OZIEL, EJEMPLOS DEL PODER DE LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES EN EL PODER JUDICIAL MEXIQUENSE
MARCO BERNAL

Harol y Oziel son dos jóvenes que, tras vivir bajo el dominio de las adicciones, encontraron en el Programa de Justicia Terapéutica del Poder Judicial del Estado de México una nueva oportunidad para reconstruir su vida. Acompañados por jueces, psicólogos y especialistas, ambos demostraron que la justicia puede ser también una vía de esperanza y reintegración.
Harol, originario del Distrito Judicial de Cuautitlán, enfrentó su proceso con el apoyo incondicional de su madre, quien nunca lo abandonó. Su paso por el Tribunal de Tratamiento de Adicciones (TTA) le permitió mantenerse en abstinencia, recuperar su empleo y trazar nuevas metas. La Jueza Yanelli Sandoval Hernández determinó el sobreseimiento de su causa, al considerar cumplidos los requisitos del programa.
Durante la audiencia, la Magistrada María Alejandra Almazán Barrera resaltó que la justicia debe acompañar, no castigar, y reconoció la fuerza de la familia como pilar en los procesos de recuperación. El Magistrado José Alfredo Cedillo González añadió que el programa da segundas oportunidades a quienes están dispuestos a enmendar sus errores.
En el Distrito Judicial de Tenancingo, Oziel, de 19 años, concluyó su tratamiento tras dejar atrás el consumo de cristal y marihuana. Con el respaldo del Juez Especializado en Adicciones Edgar Garay Vilchis, logró reinsertarse socialmente, retomar sus estudios y obtener su certificado de no antecedentes penales.
Hoy, ambos jóvenes simbolizan el éxito del modelo TTA, una justicia que no condena, sino que acompaña, rehabilita y transforma vidas a través de la empatía, la disciplina y el compromiso personal.
