DESDE SU AUTOEXILIO, EL EXPRESIDENTE Y EXGOBERNADOR GUARDA UN SILENCIO COMPLICE
SERGIO VARGAS

El expresidente Enrique Peña Nieto ha mostrado un respaldo implícito hacia la reelección de Alejandro “Alito” Moreno, ante su reelección como presidente del PRI.
Desde su autoexilio dorado en España, Peña Nieto ha optado por un silencio cómplice, dejando entrever su apoyo hacia Moreno Cárdenas, quien busca mantener el control del Revolucionario Institucional hasta el 2032.
Este respaldo se enmarca dentro de las dinámicas internas del PRI, donde Alito Moreno enfrenta un proceso de reelección y busca consolidar su liderazgo frente a otros actores políticos internos que cuestionan su gestión. El apoyo de figuras prominentes como Peña Nieto podría jugar un papel crucial en el resultado de estas elecciones internas, influenciando la percepción y el voto de los delegados y líderes regionales del partido.
Esta estrategia sugiere un intento por preservar su influencia política sin exponerse a la crítica pública, manteniendo un equilibrio entre la reserva personal y el respaldo estratégico hacia figuras clave del PRI como Alito Moreno.
El silencio cómplice de Peña Nieto también podría interpretarse como un indicativo de las complejidades y los desafíos que enfrenta el PRI en su intento por recuperar relevancia política. Ante un panorama electoral adverso y la necesidad de renovación interna, el apoyo estratégico de antiguos líderes como Peña Nieto podría representar una carta importante para la estabilidad y cohesión del partido en un momento crucial de su historia.
En resumen, el respaldo implícito de Enrique Peña Nieto hacia la reelección de Alito Moreno como presidente del PRI no solo refleja la dinámica interna del partido, sino también la estrategia del expresidente para mantener su influencia política desde un segundo plano, consideran diversos analistas políticos.