
Pedro Zenteno
El Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) fue creado en 1996 para agilizar la atención a huracanes, inundaciones y sismos. Sin embargo, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) documentó desde al menos 2010 irregularidades sistémicas en su operación. En múltiples auditorías se hallaron pagos fuera de norma, obras sin contratos formales y duplicidad de gastos. Por ejemplo, en la revisión de 5,599 millones de pesos destinada al FONDEN para reconstrucción educativa se hallaron pagos por 5.1 millones a contratistas en Chiapas, Oaxaca y Morelos que estaban fuera del periodo autorizado y sin documentación comprobatoria.
Estos hallazgos se suman a casos emblemáticos de corrupción documentados en gobiernos estatales y federales. En Veracruz (2015), tras inundaciones por intensas lluvias, la ASF constató que la Sedatu incumplió con la reconstrucción de viviendas por 14.4 millones de pesos autorizados con recursos del FONDEN. A la salida del gobernador Javier Duarte había además más de 2,000 contratos abiertos (2009-2016) para obras que nunca se entregaron o concluyeron. En Tabasco (2011) –con Alejandro “El Choco” Granier– la ASF encontró un posible daño al erario por 432 millones de pesos de recursos FONDEN nunca aplicados a los damnificados.
En resumen, la ASF ha detectado reiteradas anomalías: incumplimientos de contrato, saldos no ejercidos y deficiencias documentales (viáticos improcedentes, pagos tardíos, expedientes incompletos) en el uso de miles de millones del FONDEN. Por ello el presidente López Obrador decretó su eliminación en 2020, argumentando que era un “hoyo negro de corrupción” y un “esquema muy burocrático” que no contaba con recursos propios sino deudas. La Tesorería anunció que concentraría esos recursos en el presupuesto federal por emergencias.
Hoy en cambio, como lo afirma la presidenta Claudia Sheinbaum, las ayudas llegan directamente por censos sociales, sin intermediarios ni constructoras privilegiadas. Se acabó el uso discrecional de recursos que el Gobierno de la República destina de forma precisa a la atención a los damnificados por desastres naturales.