DEBE MULTIPLICARSE EL PRESUPUESTO PARA ATENUAR ESTA PROBLEMÁTICA. AUSENCIA DE PLANEACIÓN Y DE ACCIONES
SUSANA CORREA

La red vial del Estado de México se encuentra en una crisis visible. En prácticamente todos los municipios, desde los del Valle de México hasta en la zona conurbada de Toluca, las calles presentan una grave degradación de la carpeta asfáltica, afectando la movilidad, la seguridad y la economía de centenares de miles de familias que a diario enfrentan caminos intransitables.
Pese a los constantes anuncios de programas de bacheo y repavimentación, el avance real es mínimo. Los gobiernos locales destinan recursos y montan operativos temporales, pero la falta de planeación y la mala calidad de los materiales provocan que los hoyancos reaparezcan en cuestión de semanas o incluso de días.
En municipios como Ecatepec, Tlalnepantla, Naucalpan, Toluca y Cuautitlán Izcalli, los reportes ciudadanos suman miles de baches que dañan vehículos y provocan accidentes. La problemática se ha agravado en la actual temporada de lluvias, cuando las calles se convierten en verdaderos obstáculos para automovilistas y peatones.
Expertos en infraestructura advierten que la vida útil del asfalto mexiquense se ha reducido drásticamente por la falta de mantenimiento preventivo. Además, las reparaciones fragmentadas, sin una estrategia metropolitana, solo representan un gasto recurrente que no resuelve de fondo el deterioro.
Mientras tanto, la población exige soluciones integrales y transparentes. Los mexiquenses reclaman que los recursos destinados a obra pública se traduzcan en calles seguras y duraderas, y no en simples parches que se deshacen con la primera lluvia.