Por la presión de los padres de familia, la CNTE decidió reanudar clases en Oaxaca y no por alguna negociación con el gobierno federal, aseguró Otto Granados, subsecretario de Planeación, Evaluación y Coordinación de la Secretaría de Educación Pública.

La sección 22 del SNTE, adherida a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, acordó el sábado regresar a clases y que sólo 30 por ciento de sus integrantes siga en las protestas.

En el caso de Chiapas, donde dijo que hasta el viernes tenían entre 74 y 75 por ciento de escuelas abiertas, «confiamos que haya una reflexión más prudente y puedan, en efecto, seguir el camino de los otros tres estados (Michoacán, Guerrero y Oaxaca)».

Señaló que tanto en Oaxaca como en Chiapas ya hay un proceso de sustitución de maestros.

El subsecretario de la SEP consideró que con esta decisión de los maestros de Oaxaca está más cerca la posibilidad de que CNTE y el gobierno federal retomen el diálogo, aunque aclaró que «no existe la idea de modificar la reforma educativa».

Dijo que «estaríamos en un muy buen momento, después de dos o tres meses de una situación anómala, de continuar con los temas de fondo de la reforma educativa», como son el nuevo modelo educativo.