SUSANA CORREA

+++ MUESTRA DUARTE MANO IZQUIERDA Y MUCHO OFICIO POLÍTICO EN SU COMPARECENCIA
+++ URGE INCREMENTAR PRESUPUESTO CONTRA MILES DE BACHES
Horacio Duarte Olivares dejó claro que es, sin duda, uno de los operadores políticos más hábiles del gobierno mexiquense.
Su comparecencia ante la Legislatura no fue una rendición burocrática de cuentas, sino una demostración de liderazgo y control político.
El secretario general de Gobierno no solo defendió el trabajo de la administración de Delfina Gómez, sino que tendió puentes con las distintas fuerzas parlamentarias. Escuchó críticas sin confrontarse, respondió con argumentos y apeló al diálogo como vía de entendimiento.
Su discurso, más allá de los datos duros, giró en torno a la gobernabilidad como condición indispensable para la transformación del Estado de México.
Habló de unidad, de coordinación y de un llamado a dejar atrás los protagonismos personales que tanto daño hicieron en el pasado.
Duarte mostró que la política puede ejercerse con firmeza, pero también con tacto. Su estilo pausado y su tono conciliador contrastaron con la crispación que suele dominar las tribunas cuando se abordan temas de seguridad, justicia o economía.
En su mensaje hubo reconocimiento a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la gobernadora Delfina Gómez, dejando en claro que hay alineación y proyecto común.
Quedó claro que el segundo piso de la Cuarta Transformación en el Edoméx tiene cimientos sólidos y operadores experimentados. Duarte no solo representa el equilibrio interno del gobierno estatal, sino también el vínculo entre la agenda federal y los retos locales.
Horacio Duarte es, sin duda, una de las piezas más importantes del tablero político mexiquense.
+++ Muchos gobiernos municipales anuncian millonarias inversiones para reparar las calles, pero la realidad que enfrentan los ciudadanos es otra: hay más baches que nunca. En colonias, avenidas principales y hasta zonas céntricas, los hoyos se multiplican, dañan vehículos y reflejan la falta de planeación y mantenimiento preventivo.
No basta con tapar un bache aquí y otro allá. Se requiere una política integral de pavimentación, con planeación técnica, supervisión de calidad y materiales duraderos. De nada sirve destinar recursos si se aplican parches temporales que desaparecen con la primera lluvia.
El reto es grande, pero el presupuesto debe crecer en la misma proporción que los problemas viales. Las ciudades no pueden avanzar con calles deterioradas que afectan la movilidad, el comercio y la seguridad.
Los ciudadanos merecen calles dignas y gobiernos que realmente asuman su responsabilidad con la infraestructura urbana.