LA DIRIGENTE TAMBIÉN SEÑALA QUE LOS PASADOS TRIUNFOS DE ACCIÓN NACIONAL, SE LOS DEBE AL TRICOLOR
HORACIO JIMÉNEZ

La presidenta estatal del PRI, Cristina Ruiz, ha generado controversia con sus declaraciones que revelan una preocupante desconexión con la realidad política de su instituto político.
Durante una conferencia de prensa, la también senadora afirmó que «el PRI es la segunda fuerza política del Estado de México», una afirmación que contradice los resultados de la pasada elección del 2 de junio, donde el PRI se posicionó como el cuarto partido, detrás de Morena, el Verde Ecologista y del PAN.
La dirigente del tricolor también minimizó la crisis interna del partido al indicar que «solo 28» comités municipales no están operando, atribuyendo esta situación a problemas económicos relacionados con el pago de rentas.
Sin embargo, esta afirmación plantea serias dudas sobre la capacidad del PRI para obtener resultados electorales en un contexto donde una parte significativa de su estructura está inactiva, o se ha marchado a la 4T.
En su intervención, Ruiz Sandoval mezcló indicadores económicos y datos sobre incidencia delictiva para sostener que la inseguridad está afectando la economía del Estado de México.
No obstante, su análisis carece de evidencias contundentes que respalden esta conexión.
Además, refiriéndose a la reciente decisión del PAN de abandonar la alianza con el PRI, sugirió erróneamente que los triunfos del PAN en los municipios se debieron al respaldo del PRI y a su «fuerte» estructura y trabajo de campo.
Esta afirmación parece desestimar los esfuerzos y logros del PAN en estos municipios.
Por otro lado, ante las graves acusaciones sobre el operativo Atarraya realizado por agentes de investigación de la Fiscalía General de Justicia, en el cual se observan policías supuestamente manipulando pruebas en peluquerías, Elías Rescala, coordinador de los diputados locales del PRI, defendió al Fiscal General designado por su partido hace cinco años, calificándolo como un «profesional» que “demostrará sus capacidades”.
Sin embargo, esta defensa podría ser vista como un intento fallido por mantener la cohesión interna ante una creciente crisis de confianza.
La situación actual del PRI en el Estado de México plantea interrogantes sobre su futuro político y la necesidad urgente de un análisis crítico y autocrítico por parte de sus líderes.