CALIFICADA COMO ESTADISTA, LA PRESIDENTA DE MÉXICO LOGRA EL RÉCORD DE APROBACIÓN DEL PAÍS QUE RONDA EL 85%. Y EL IMPERIALISTA CON SUS LOCURAS ARANCELARIAS CAE AL 42%, EL INDICE MÁS BAJO PARA UN PRESIDENTE DE EUA EN LA HISTORIA RECIENTE
JUAN CARLOS PAREDES

Las palabras cima y sima son homófonas que tienen una significado opuesto en su totalidad.
Cima con “c” es la parte más alta de una montaña, al tiempo que es sinónimo de éxito y superación.
Y sima con “s” es una cavidad profunda en la tierra.
Nada más exacto que lo que marca las acciones y la calificación social de los dos gobiernos de los presidentes Claudia Sheinbaum y Donald Trump.
En la cima y a la sima.
Así lo establecen distintas encuestas que colocan a cada quien en su lugar.
La prueba: la doctora Sheinbaum se encuentra en la cima, al alcanzar una calificación creciente que ronda el 85 por ciento de aceptación, la más alta en la historia de México y la segunda a nivel mundial, solo por abajo del Primer Ministro de la India, Narenda Modi.
Y Trump va a la sima, a la cavidad más profunda en materia de aceptación de los estadounidenses.
Sus políticas de ocurrencias que han generado una inestabilidad en la economía mundial y afectaciones directas en Estados Unidos, lo colocan con apenas un 42 por ciento de aprobación de acuerdo con diversos estudios de opinión.
Calificado como “loco”, imperialista que gobierna con ocurrencias y marcada inestabilidad, el mandatario de EUA ha caído 10 por ciento en la aceptación en los 100 primeros días de gobierno.
Se trata del peor arranque en materia de calificación ciudadana en la historia reciente del imperio norteamericano.